Qué pena que este hilo esté en la actualidad enzarzado en discusiones absurdas, el tema daba mucho juego.
Prosigamos. Braveheart es un claro ejemplo de película sobrevalorada. Sus carencias son muy evidentes empezando por el clamoroso error de casting al colocar a un tipo como Gibson interpretando e intentado dar el pego, en teoría, como el joven e imberbe Wallace. Supongo que son los mismos lumbreras que dieron visto bueno a Colin Farrell como Alejandro Magno.
Es una película mediocre que basa su identificación con los personajes y la capacidad de empatizar con ellos en el mito del buen salvaje: los protagonistas aunque algo brutotes son personajes muy nobles, honrados, buenos y sanos, muy a diferencia de los antagonistas. Es una visión simplista y maniquea donde incluso el reaccionario de Gibson se permite hacer chanzas contra los homosexuales intentando concretar esa decadencia de la vida civilizada, tan llena de mariquitas débiles e inútiles sin nada que hacer contra los rudos escoceses de campo.
Y bueno, toda esa violencia en las batallas que imprimió Gibson ya se podía ver por ejemplo en las películas de Verhoeven desde hacía tiempo, como por ejemplo Los señores del Acero. El montaje funciona bien en determinadas escenas de las batallas pero tampoco le veo tanto mérito.
En definitiva es una pelicula tediosa con épica de garrafón, aburrida y lenta, muy vulgar, cuya escena más rememorada es aquella en la que varios foreros muestras su peludos y grasientos culos.
Prosigamos. Braveheart es un claro ejemplo de película sobrevalorada. Sus carencias son muy evidentes empezando por el clamoroso error de casting al colocar a un tipo como Gibson interpretando e intentado dar el pego, en teoría, como el joven e imberbe Wallace. Supongo que son los mismos lumbreras que dieron visto bueno a Colin Farrell como Alejandro Magno.
Es una película mediocre que basa su identificación con los personajes y la capacidad de empatizar con ellos en el mito del buen salvaje: los protagonistas aunque algo brutotes son personajes muy nobles, honrados, buenos y sanos, muy a diferencia de los antagonistas. Es una visión simplista y maniquea donde incluso el reaccionario de Gibson se permite hacer chanzas contra los homosexuales intentando concretar esa decadencia de la vida civilizada, tan llena de mariquitas débiles e inútiles sin nada que hacer contra los rudos escoceses de campo.
Y bueno, toda esa violencia en las batallas que imprimió Gibson ya se podía ver por ejemplo en las películas de Verhoeven desde hacía tiempo, como por ejemplo Los señores del Acero. El montaje funciona bien en determinadas escenas de las batallas pero tampoco le veo tanto mérito.
En definitiva es una pelicula tediosa con épica de garrafón, aburrida y lenta, muy vulgar, cuya escena más rememorada es aquella en la que varios foreros muestras su peludos y grasientos culos.