Hombre, yo en este tema puedo opinar con conocimiento de causa, porque estoy rodeado de mujeres altas (hermanas, gente del baloncesto, etc.), y efectivamente, las hembras altas de verdad, pongamos por encima de 1,85 m, se caracterizan por tener ciertas dificultades para encontrar pareja, con lo que su nivel de porqueyolovalguismo es un poco más bajo que el de la hembra estándar.
En este tema siempre hay que distinguir entre lo que yo denomino mujer alta fronteriza y mujer alta transfronteriza. La mujer alta fronteriza sería la que está entre 1,76 m y 1,82 m aproximadamente, es decir, rozando la estatura fronteriza a partir de la cual se produce el deterioro social, pero todavía dentro de los límites de lo que la sociedad considera aceptable para una mujer. Por contra, la mujer alta transfronteriza sería la que supera el 1,83 m (aprox.) y ya ha traspasado los límites de lo socialmente aceptable.
El primer tipo de alta, la fronteriza (1,76-1,82 m) tiene una estatura que está dentro de lo que la sociedad considera aceptable. Este tipo de hembra se caracteriza por tener un pésimo concepto de la altura en general y de la gente alta transfronteriza que ha sobrepasado el umbral de lo socialmente aceptable. Esto se debe a que son mujeres que han sufrido parcialmente los complejos asociados a la estatura (mayormente ataques de envidia de las amigas y problemas para encontrar algunos trapitos en el Zara), y al estar cerca del límite de exclusión social, temen sobrepasar ese límite como quien teme el borde del abismo, por lo que le dan la espalda a ese límite y miran hacia Hobbiton buscando fundirse con la masa de medianos. Por lo tanto, son mujeres que quieren a tíos que midan 1,85 m, pero ya no 1,90 m, porque los tíos de 1,90 m ya les parecen "acomplejados", "desgarbados", o cualquier adjetivo peyorativo que la plebe suele aplicar a la gente alta. Incluso prefieren a machos de su misma estatura, porque atribuyen a los hombres de estatura media una competencia social que no perciben en los hombres altos, que teóricamente les corresponderían. En otras palabras, la proximidad con la frontera las vuelve tremendamente acrófobas (temor a las alturas), del mismo modo que el yanqui de Arizona que vive en la frontera con México es mucho más xenófobo que el que vive lejos de ella, o del mismo modo que el mestizo odia más a los indios que el blanco de pura cepa.
El segundo tipo de alta, la transfronteriza (más de 1,83 m), mucho más minoritaria, es una tía que ha sufrido más, que ha tenido que superar complejos, con niveles de porqueyolovalguismo bajo mínimos porque no hay trapitos en el Zara para ella, con lo que es una mujer más evolucionada y humilde en general.
Yo lo veo cada día en mi casa. Mi hermana mediana es fronteriza (1,81 m) y la pequeña es transfronteriza (1,92 m). La primera es una porqueyolovalguista redomada que se pasa el día en el Badoo exigiendo a tíos con melenas, cuerpos fibrados, dentaduras perfectas, estaturas perfectas de 1,85 m a 1,90 m, etc. La segunda ha estado tres años saliendo con un novio dos palmos más bajito que ella, que era un vago redomado, un jodido parásito, que ha vivido del sueldo de ella, que ha sido llevado en coche por ella porque no tenía ni carnet de conducir, en definitiva, contraviniendo todas las teorías foriles sobre el parasitismo femenino.
Lamentablemente no hay suficientes mujeres altas de más de 1,85 m, y si las hubiera ya no serían consideradas raras y tendrían trapitos de su talla en el Zara que mantendrían su nivel de porqueyolovalguismo por las nubes. Ahora bien, también os digo, que si algún día veis a una tía de 1,90 m con un tío de 1,70 m, tened en cuenta que por muy "transfronteriza" que sea esa tía, si en ese mismo instante conociera a un maromo de 1,95 m del mismo rango que el pequeñajo de 1,70 m, le pegaría la patada al pequeñajo ipso facto. Eso no lo dudéis ni por un segundo. Porque la hembra, hembra es.