Tengo las tripas como la cabeza de
@dakilla. Me he comido un perolo de judías blancas en casa de madre y algo dentro de mí está fermentando. Es una sensación de opresión, de efervescencia interna, de punzante dolor.
He ido a correr, he bebido vino en abundancia y he cenado una pizza de chorizo, y ni aun así se va.
Sólo cagando un chapapote negro y pestilente he sentido un mínimo alivio, pero parece que queda todo un Prestige dentro de mí.
Si mañana no escribo en este hilazo, en este pedazo de cacachat, rezad una oración por mi partida hacia el cielo.