Los estados de la soledad y sus consecuencias

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Krais

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8 Ago 2003
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Es muy posible que este hilo ya este repetido, si es asi podeis cerrarlo.

Andaba yo el otro dia con mis pajaras mentales y me preguntaba de los beneficios e inconvenientes de la soledad.
De la soledad voluntaria y la contraria.

Cuando me refiero a la soledad es a una soledad larga y duradera, no a estar 4 meses sin follar.
A una soledad de años, incluso lustros o décadas.

Como este estado repercute en el carácter, en la autoestima y en la opinión que uno tiene sobre las mujeres.

Los estados y el proceso que pueden llevar a la locura o a la genialidad.

El estado anímico y emotivo del sujeto, como se puede pasar de la alegria a la tristeza con tanta rapidez, la forma que tienen las emociones de controlarnos completamente.

Las formas que teneis para canalizar esa agresividad y encontrar la paz interior.
 
Es muy posible que este hilo ya este repetido, si es asi podeis cerrarlo.

Andaba yo el otro dia con mis pajaras mentales y me preguntaba de los beneficios e inconvenientes de la soledad.
De la soledad voluntaria y la contraria.

Cuando me refiero a la soledad es a una soledad larga y duradera, no a estar 4 meses sin follar.
A una soledad de años, incluso lustros o décadas.

Como este estado repercute en el carácter, en la autoestima y en la opinión que uno tiene sobre las mujeres.

Los estados y el proceso que pueden llevar a la locura o a la genialidad.

El estado anímico y emotivo del sujeto, como se puede pasar de la alegria a la tristeza con tanta rapidez, la forma que tienen las emociones de controlarnos completamente.

Las formas que teneis para canalizar esa agresividad y encontrar la paz interior.


yo no se mucho de eso, pero aqui tiene, preguntele al oraculo:


Foro Putalocura - Año V - Ver Perfil: Jose David
 
Ser un eremita, un asceta, un ermitaño...en definitiva, un triste y un solateras de cojones, te vuelve imbecil perdido, está demostrado. La interacción social con otro seres de nuestra especie es decisiva para nuestro desarrollo cognitivo, así que sal de la cueva, y dale la chapa al taxista, al autobusero o al funcionario de turno, no te pondrán pegas, es su trabajo y disfrutan oyendo tus ingeniosas ideas y tu hilarantes ocurrencias, jachondo..
 
Ser un eremita, un asceta, un ermitaño...en definitiva, un triste y un solateras de cojones, te vuelve imbecil perdido, está demostrado

Claro, por eso la mayoría de la gente huye de la soledad y los imbéciles son minoría :lol:

Desde mi experiencia, le diría al autor del hilo que los dos casos que plantea son, lógicamente, muy diferentes. La soledad como elección no es algo fácil y, de hecho, requiere un proceso medianamente largo para llegar a saber si realmente es ésa la vida que quieres. Lo primero es librarse del ruido. Hoy el ruido lo inunda todo, te invade el cerebro, entra en el oído rasgándote los tímpanos. ¿Es casual que en el metro, en el centro comercial, en el dentista, en la casa, el ruido te agreda constantemente? Todos conocemos gente, mucha, que es incapaz de comer sin tener la televisión o la radio puesta. Lo que sea: publicidad, un programa espantoso, música deleznable. Es lo mismo. Porque no es casual: lo importante es no oirnos a nosotros mismos. Evitar que yo y mi entren en diálogo. Y, aún más peligroso, ¡que lleguen a conocerse! Si esto llegara a suceder algún día en una sociedad, muchos temblarían de miedo. Y no precisamente de los que escuchan la música en el metro todos los días. El hombre para quien su principal interlocutor no es él mismo a lo largo de su vida sí que corre el riesgo de convertirse en el mayor imbécil: el que huye de sí mismo y se ignora.

Si te adentras por el camino de la soledad vete preparado para enfrentarte a todas las tentaciones de San Antonio. Porque tú eres también tu parte más débil. Todos tus fantasmas te van a visitar cuando peor te encuentres, cuando más débil te sientas. Y si tienes tendencias autodestructivas en ti te van a echar un pulso a muerte: alcohol, drogas, suicidio, violencia, masoquismo espiritual en sus muy variadas formas...

El sexo no es mayor problema, pues no es paliativo en absoluto de la soledad. Mastúrbate, ve de putas, fóllate ligues de una noche, follate conocidas o desconocidas, pero si realmente estás hecho para la soledad te darás cuenta de que ellas no pasarán de la superficie de tu ser y que no dejarán huella. No provocan sufrimiento alguno. El celibato estricto no me parece aconsejable en absoluto, porque sólo servirá para generarte (o acentuarte) una neurosis galopante y para contribuir a idealizar algo tan vulgar y corriente como es el intercambio de fluidos entre dos cuerpos.

Otro riesgo, para mí el más peligroso de la soledad: el resentimiento. Si la soledad es tu elección no dejes que el resentimiento hacia los demás te gane, porque a los demás no les envenena: te envenena a ti. El universo no te es hostil (pesimistas) ni favorable (optimistas): le eres indiferente. La verdad no es compatible con el resentimiento, que es deformante.

Si después de todo eso descubres que estás hecho para vivir en soledad lo sabrás porque la sensación espiritual no es de amargura, sino de ligereza y de libertad. La misma sensación tonificante que sientes en los músculos del cuerpo una mañana de invierno cuando los demás van abrigados hasta las cejas. Menos compromisos, menos lazos asqueantes y complicidad criminal que te unen con los intereses de otros, aunque los disfracen de buenas y altruistas intenciones. Eso tal vez te haga sentir menos sucio y afín a la inocencia de un animal.

La relación entre genialidad y soledad no la veo exactamente como necesaria, pero sí suele darse a menudo. Porque al contrario de lo que piensan algunos, el solitario no es un inadaptado con sus habilidades sociales mermadas. De hecho, suele ser al contrario, y se trata de personas encantadoras, grandes conversadores, pero que al tiempo que hablan contigo continúando el diálogo con ellos mismos. Alguien que no se conozca en soledad no podrá ser un gran conversador, pues sólo dirá estupideces. Pero es cierto que la soledad y el autoconocimiento te llevan a transitar caminos propios a poco coherente que seas, caminos que no te serán dados por la inercia social, sino que tendrán que salir de ti. Un solitario debe ser un artista de su propia vida y crearla, en lugar de tomarla hecha. Todo lo bueno, lo socialmente aceptable, lo "verdadero", tiene un sólo camino; lo malo, la "mentira" y el arte, muchos. Cada cual descubrirá el suyo o tomará el que dicta el Cosmopolitan. Todas las familias felices son iguales. Sólo las desgraciadas lo son cada una a su manera, ya sabes.


Pero si la soledad no es buscada, o si habiéndola buscado ves que la autodestrucción, el resentimiento o tus necesidades te van a acabar derribando, huye de ella. Cásate, busca una novieta, cómprasela a un traficante de blancas o lígate un orco de Mordor y sé al menos moderadamente infeliz. Pero al menos intenta buscar tu propio camino y no tires por el que te marcan otros.
 
El celibato estricto no me parece aconsejable en absoluto, porque sólo servirá para generarte (o acentuarte) una neurosis galopante

¿Podrías explicar o extenderte así un poco más en esta parte?
 
Norman Valdés rebuznó:
Claro, por eso la mayoría de la gente huye de la soledad y los imbéciles son minoría :lol:

Tienes un avatar inquietantemente sionista...si eres judío, abandona el Foro inmediatamente, no quiero que te pongas a circuncidar a diestro y siniestro.
Creo que no has entendido bien, pero no te preocupes, yo te lo explico federico. Vamos a ver. Por defecto de fábrica, somos esencial e imperiosamente sociales. Nuestro cerebro tiene un potencial latente que sólo puede activarse ante determinados estímulos. Estos nos llegan, salvo que te crie la loba Luparca, claro está, y seas descendiente de Eneidas, a través de tu relación con los demás. Durante los primeros años de vida, cuando nuestro cerebro es extremadamente flexible y moldeable, se crean muchos de los "circuitos" de aprendizaje que posteriormente vamos perfeccionando a lo largo de nuestra vida. El más básico de todos, el lenguaje.
Los versos de Fray Luis de León

¡Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruïdo
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!</pre>
o Lope de Vega,
<big>
A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.
</big>
son altamente recomendables, siempre que dichas actitudes de eremita se desarrollen cuando la persona es plenamente adulta y ha alcanzado su máximo nivel de formación. Incluso yo, convecido misántropo asocial, reconozco la necesidad de no encerrarse en nuestra casita de caracol y salir a relacionarnos un poco, aunque sólo sea para follar más, coño, que no veas lo bien que se queda uno
 
Inclito rebuznó:
Tienes un avatar inquietantemente sionista...si eres judío, abandona el Foro inmediatamente, no quiero que te pongas a circuncidar a diestro y siniestro.
Creo que no has entendido bien, pero no te preocupes, yo te lo explico federico. Vamos a ver. Por defecto de fábrica, somos esencial e imperiosamente sociales. Nuestro cerebro tiene un potencial latente que sólo puede activarse ante determinados estímulos. Estos nos llegan, salvo que te crie la loba Luparca, claro está, y seas descendiente de Eneidas, a través de tu relación con los demás. Durante los primeros años de vida, cuando nuestro cerebro es extremadamente flexible y moldeable, se crean muchos de los "circuitos" de aprendizaje que posteriormente vamos perfeccionando a lo largo de nuestra vida. El más básico de todos, el lenguaje.

Es cierto, pero creo que solamente en la primera fase de la vida, en la de la formación, luego es una opción tan válida como cualquier otra. Opino que el post de Norman es muy acertado y si el individuo opta por eso sin resentimiento por sentirse excluido y es feliz no tiene porque ser tan perjudicial como la sociedad se empeña en hacerlo ver.
 
Norman Valdés rebuznó:
Claro, por eso la mayoría de la gente huye de la soledad y los imbéciles son minoría :lol:

Desde mi experiencia, le diría al autor del hilo que los dos casos que plantea son, lógicamente, muy diferentes. La soledad como elección no es algo fácil y, de hecho, requiere un proceso medianamente largo para llegar a saber si realmente es ésa la vida que quieres. Lo primero es librarse del ruido. Hoy el ruido lo inunda todo, te invade el cerebro, entra en el oído rasgándote los tímpanos. ¿Es casual que en el metro, en el centro comercial, en el dentista, en la casa, el ruido te agreda constantemente? Todos conocemos gente, mucha, que es incapaz de comer sin tener la televisión o la radio puesta. Lo que sea: publicidad, un programa espantoso, música deleznable. Es lo mismo. Porque no es casual: lo importante es no oirnos a nosotros mismos. Evitar que yo y mi entren en diálogo. Y, aún más peligroso, ¡que lleguen a conocerse! Si esto llegara a suceder algún día en una sociedad, muchos temblarían de miedo. Y no precisamente de los que escuchan la música en el metro todos los días. El hombre para quien su principal interlocutor no es él mismo a lo largo de su vida sí que corre el riesgo de convertirse en el mayor imbécil: el que huye de sí mismo y se ignora.

Si te adentras por el camino de la soledad vete preparado para enfrentarte a todas las tentaciones de San Antonio. Porque tú eres también tu parte más débil. Todos tus fantasmas te van a visitar cuando peor te encuentres, cuando más débil te sientas. Y si tienes tendencias autodestructivas en ti te van a echar un pulso a muerte: alcohol, drogas, suicidio, violencia, masoquismo espiritual en sus muy variadas formas...

El sexo no es mayor problema, pues no es paliativo en absoluto de la soledad. Mastúrbate, ve de putas, fóllate ligues de una noche, follate conocidas o desconocidas, pero si realmente estás hecho para la soledad te darás cuenta de que ellas no pasarán de la superficie de tu ser y que no dejarán huella. No provocan sufrimiento alguno. El celibato estricto no me parece aconsejable en absoluto, porque sólo servirá para generarte (o acentuarte) una neurosis galopante y para contribuir a idealizar algo tan vulgar y corriente como es el intercambio de fluidos entre dos cuerpos.

Otro riesgo, para mí el más peligroso de la soledad: el resentimiento. Si la soledad es tu elección no dejes que el resentimiento hacia los demás te gane, porque a los demás no les envenena: te envenena a ti. El universo no te es hostil (pesimistas) ni favorable (optimistas): le eres indiferente. La verdad no es compatible con el resentimiento, que es deformante.

Si después de todo eso descubres que estás hecho para vivir en soledad lo sabrás porque la sensación espiritual no es de amargura, sino de ligereza y de libertad. La misma sensación tonificante que sientes en los músculos del cuerpo una mañana de invierno cuando los demás van abrigados hasta las cejas. Menos compromisos, menos lazos asqueantes y complicidad criminal que te unen con los intereses de otros, aunque los disfracen de buenas y altruistas intenciones. Eso tal vez te haga sentir menos sucio y afín a la inocencia de un animal.

La relación entre genialidad y soledad no la veo exactamente como necesaria, pero sí suele darse a menudo. Porque al contrario de lo que piensan algunos, el solitario no es un inadaptado con sus habilidades sociales mermadas. De hecho, suele ser al contrario, y se trata de personas encantadoras, grandes conversadores, pero que al tiempo que hablan contigo continúando el diálogo con ellos mismos. Alguien que no se conozca en soledad no podrá ser un gran conversador, pues sólo dirá estupideces. Pero es cierto que la soledad y el autoconocimiento te llevan a transitar caminos propios a poco coherente que seas, caminos que no te serán dados por la inercia social, sino que tendrán que salir de ti. Un solitario debe ser un artista de su propia vida y crearla, en lugar de tomarla hecha. Todo lo bueno, lo socialmente aceptable, lo "verdadero", tiene un sólo camino; lo malo, la "mentira" y el arte, muchos. Cada cual descubrirá el suyo o tomará el que dicta el Cosmopolitan. Todas las familias felices son iguales. Sólo las desgraciadas lo son cada una a su manera, ya sabes.


Pero si la soledad no es buscada, o si habiéndola buscado ves que la autodestrucción, el resentimiento o tus necesidades te van a acabar derribando, huye de ella. Cásate, busca una novieta, cómprasela a un traficante de blancas o lígate un orco de Mordor y sé al menos moderadamente infeliz. Pero al menos intenta buscar tu propio camino y no tires por el que te marcan otros.

Sabias palabras.
 
Ser un eremita, un asceta, un ermitaño...en definitiva, un triste y un solateras de cojones, te vuelve imbecil perdido, está demostrado. La interacción social con otro seres de nuestra especie es decisiva para nuestro desarrollo cognitivo, así que sal de la cueva, y dale la chapa al taxista, al autobusero o al funcionario de turno, no te pondrán pegas, es su trabajo y disfrutan oyendo tus ingeniosas ideas y tu hilarantes ocurrencias, jachondo..

No discutiré su argumentación posterior a la cita de arriba acerca de que somos sociales (no se si natural, necesaria o forzadamente). Parece indudable desde luego que resulta muy difícil sobrevivir, a cualquier nivel que se mire, en absoluta soledad y que unas dosis razonables de sociabilidad nos son imprescindibles.

Sin embargo que la soledad vuelva imbécil perdido, al menos cierto grado de soledad voluntariamente elegida, es algo con lo que no me puedo mostrar de acuerdo. A título personal le diré que buena parte de la liberación de mis conflictos personales vino dada por la eliminación de lo que el forero Norman Valdes tal vez denominaría "ruido de fondo". Una vez echado fuera el lastre o realizada la criba de relaciones y obligaciones sociales (puramente amistosas unas y vinculadas a la familia otras) innecesarias, escasamente fructíferas, en algunos casos absorbentes y en casi todos ellos con carácter de mero bulto, experimenté un indecible alivio personal, sin perjuicio además de haber ganado cantidades ingentes de tiempo para hacer lo que realmente apetece y de haber racionalizado mis energías para fines más gratos.

Sencillamente me siento muchísimo mejor conmigo mismo y con el mundo habiendo reducido mi contacto social a alrededor de un tercio en tiempo y número de individuos del que existía tiempo atrás
 
ilovegintonic rebuznó:
Perv se nos ha convertido en el comentarista oficial, en la piedra de toque, en el rubricador del foro Rapiñas muahaha

Es que hoy he leído varias cosas interesantes por aquí a las que poco se puede añadir y además estoy un poco vago, sí :lol:

PD: ¿Qué coño es eso de Leforo?
 
Inclito rebuznó:
Tienes un avatar inquietantemente sionista...si eres judío, abandona el Foro inmediatamente, no quiero que te pongas a circuncidar a diestro y siniestro.

Hace tanto tanto tiempo que no participo en el foro (aunque lo lea a diario), y precisamente por ese deseo de soledad, de no entrar en dialogo. Pero es que decir que el avatar de Norman Valdés, claramente una foto de Heidegger, que más antisemita y no nace, es sionista, ha podido con mi mutismo. Felicidades.
 
Vicentin rebuznó:
Hace tanto tanto tiempo que no participo en el foro (aunque lo lea a diario), y precisamente por ese deseo de soledad, de no entrar en dialogo. Pero es que decir que el avatar de Norman Valdés, claramente una foto de Heidegger, que más antisemita y no nace, es sionista, ha podido con mi mutismo. Felicidades.

He llegado a pensar que los flujos vaginales de Hanna Arendt tenían capacidad de transmitirse por JPG o algo :lol:

YAR rebuznó:
¿Podrías explicar o extenderte así un poco más en esta parte?

Claro. Bloquear un instinto natural sólo lleva a sublimarlo de maneras más o menos insanas: las clásicas son experiencias religiosas extremas, aunque hay muchas más. La Anita Ozores de "La Regenta" es un caso literario muy conocido. Ya sabe, semen retemtum venenum est. El error está en pensar que el sexo y la soledad son incompatibles y que es obligado practicar algún tipo de ascetismo antinatural. Una buena eyaculación es mucho mejor que ese olor a semen revenido de los forzosamente célibes. Schopenhauer, que se crea una filosofía sobre la renuncia y la extinción de la voluntad, era un putero de marca mayor. Nietzsche, "el solitario de Sils-Maria", palma de sífilis. Flaubert, el ermitaño autor de "Las tentaciones de San Antonio", era otro consumidor voraz de vixens, y alguna carta suya hay por ahí hablando de cómo obligó a tragar su "glande requesonero" (literal) a varias lumis. Es decir, la soledad y el sexo no se exluyen. Más bien se complementan. O en caso contrario se corre un gran riesgo de caer en algún tipo de histeria o neurosis, algo que ya descubrió Charcot antes de que Freud.

Inclito rebuznó:
Tienes un avatar inquietantemente sionista...si eres judío, abandona el Foro inmediatamente, no quiero que te pongas a circuncidar a diestro y siniestro.

Tranquilo, su prepucio está a salvo... por hoy :lol:

Inclito rebuznó:
Creo que no has entendido bien, pero no te preocupes, yo te lo explico federico. Vamos a ver. Por defecto de fábrica, somos esencial e imperiosamente sociales. Nuestro cerebro tiene un potencial latente que sólo puede activarse ante determinados estímulos. Estos nos llegan, salvo que te crie la loba Luparca, claro está, y seas descendiente de Eneidas, a través de tu relación con los demás. Durante los primeros años de vida, cuando nuestro cerebro es extremadamente flexible y moldeable, se crean muchos de los "circuitos" de aprendizaje que posteriormente vamos perfeccionando a lo largo de nuestra vida. El más básico de todos, el lenguaje.

Le entendí perfectamente, por eso la mayor parte de mi mensaje trata sobre la soledad voluntariamente elegida, no sobre lo que el Niño de Aveyron podía haber hecho o dejado de hacer. Y, como verá, en mi último párrafo desaconsejo esa opción a cualquier que no la asuma libremente o se vea incapaz de ello. Para elegir libremente, una mínima madurez intelectual es condición sine qua non, por lo que no veo necesario insistir en que la elección debe ser posterior a las etapas formativas de la personalidad, las habilidades sociales, cognitivas, del lenguaje y todo lo que se quiera incluir.

Inclito rebuznó:
Incluso yo, convecido misántropo asocial, reconozco la necesidad de no encerrarse en nuestra casita de caracol y salir a relacionarnos un poco, aunque sólo sea para follar más, coño, que no veas lo bien que se queda uno

saca-al-tarado rebuznó:
A título personal le diré que buena parte de la liberación de mis conflictos personales vino dada por la eliminación de lo que el forero Norman Valdes tal vez denominaría "ruido de fondo". Una vez echado fuera el lastre o realizada la criba de relaciones y obligaciones sociales (puramente amistosas unas y vinculadas a la familia otras) innecesarias, escasamente fructíferas, en algunos casos absorbentes y en casi todos ellos con carácter de mero bulto, experimenté un indecible alivio personal, sin perjuicio además de haber ganado cantidades ingentes de tiempo para hacer lo que realmente apetece y de haber racionalizado mis energías para fines más gratos.

Sencillamente me siento muchísimo mejor conmigo mismo y con el mundo habiendo reducido mi contacto social a alrededor de un tercio en tiempo y número de individuos del que existía tiempo atrás

La diferencia entre lo que dice Ínclito y saca-al-tarado es que éste ha diferenciado muy bien la verdadera soledad de lo que es simplemente el aislamiento físico. Soledad implica independencia, libertad y fortaleza incluso para actuar en sociedad. Pero sin el lastre de una comunión intelectual o emocional con ese medio en el que actúas. Por eso el sexo no hace ni un rasguño en la capa más superficial de un solitario. Para mí es absolutamente habitual ir a un acto social cualquiera, una cena de empresa por ejemplo, interactuar con la gente, charlar amablemente, reírme como cualquiera pero dejar que sea mi máscara social, la "persona", la que haga todo eso, mientras mi verdadero yo se queda callado y concentrado en él mismo.

En cuanto a la misantropía, no la practico especialmente, aunque me parece algo más coherente que la misoginia que tanto se predica por aquí. La misoginia es algo así como una misantropía tuerta. Pero ser misántropo implica algo así como odiarse un poco a sí mismo y, aunque es tentador, me acaba por parecer poco sano. Cambie misantropía por jerarquía y me apunto. Uno sólo desea dejar de estar solo con sus iguales, pero eso, además de ser sumamente difícil de encontrar, no dura tampoco demasiado tiempo.
 
Vicentin rebuznó:
Hace tanto tanto tiempo que no participo en el foro (aunque lo lea a diario), y precisamente por ese deseo de soledad, de no entrar en dialogo. Pero es que decir que el avatar de Norman Valdés, claramente una foto de Heidegger, que más antisemita y no nace, es sionista, ha podido con mi mutismo. Felicidades.

Gracias por la aclaración. Efectivamente no tenía ni idea de quien era el apuesto caballero de la fotografía. He abierto la bocaza por si acaso, que siempre hay que estar alerta a las conspiraciones judeomasónicas...nunca descansan, cuidadin, terneros, que a la mínima te colocan un menorah en la mano y te hacen dar 7 vueltas al templo de Salomón.

En cuanto a lo de que la soledad es chachi y mola más que un Calipo de fresa, os recuerdo, hamijos ermitaños, fieles seguidores del Hermano Romaguera (el que haya visto Crónicas Marcianas no podrá olvidarle), los altísimos índices de demencia senil se dan entre aquellos mayores que viven sus últimos años sin la compañía de otros seres humanos(los perros también valen). Es quedarse sólo y empezar a acumular chatarra, trapos viejos y docenas de gatos...así que ya sabeis, ir organizando bien los espacios que a partir de los 70 vais a necesitarlo...miau
 
Norman Valdés rebuznó:
Claro. Bloquear un instinto natural sólo lleva a sublimarlo de maneras más o menos insanas: las clásicas son experiencias religiosas extremas, aunque hay muchas más. La Anita Ozores de "La Regenta" es un caso literario muy conocido. Ya sabe, semen retemtum venenum est. El error está en pensar que el sexo y la soledad son incompatibles y que es obligado practicar algún tipo de ascetismo antinatural. Una buena eyaculación es mucho mejor que ese olor a semen revenido de los forzosamente célibes. Schopenhauer, que se crea una filosofía sobre la renuncia y la extinción de la voluntad, era un putero de marca mayor. Nietzsche, "el solitario de Sils-Maria", palma de sífilis. Flaubert, el ermitaño autor de "Las tentaciones de San Antonio", era otro consumidor voraz de vixens, y alguna carta suya hay por ahí hablando de cómo obligó a tragar su "glande requesonero" (literal) a varias lumis. Es decir, la soledad y el sexo no se exluyen. Más bien se complementan. O en caso contrario se corre un gran riesgo de caer en algún tipo de histeria o neurosis, algo que ya descubrió Charcot antes de que Freud.

:115:115:115
 
Señor Valdés, ¿le he dicho ya que le amo y tal? ¿No? Ah, pues jódase.
 
Weiz rebuznó:
Señor Valdés, ¿le he dicho ya que le amo y tal? ¿No? Ah, pues jódase.

Estoy un poco harto de verla agitando las bragas en el aire cada vez que interviene el señor Valdés para ver si éste muerde el anzuelo y le manda un pm. Si yo fuera administrador, le banearía a perpetuidad por forochat libidinoso. Si quiere follarse a este nuevo macho alfa del foro, mándele un privado usted misma y deje de ensuciar los hilos con sus babas de hembra desesperada.
 
Primero, decir que estoy paranóico perdido, aun no estoy recuperado del veranito pasado y cada vez que llega uno nuevo escribiendo ladrillacos, creo que es PERCUTADOR.

Después, me cago en la puta madre de Benito. Que sepas, cabroncete, que me he hecho un señor pajote pensando en Gina, y haciéndole todo tipo de perversiones imaginables. :lol:


Y ya entrando en la temática del hilo, interesante por demás. No olvidemos que la vida de retiro, ascética, de monasterio si vamos al extremo, es buscada y deseada por miles y miles de personas (HAY lista de espera para entrar en monasterios durante un año sabático).

Desde que releí detenidamente por cuarta vez "Así habló Zarathustra", he llegado a la conclusión de que una vida "moderadamente solitaria" es beneficiosa. El extrovertido total se pierde en la muchedumbre, no tiene tiempo para ser él mismo. Igualmente, conocerse a uno mismo requiere de las dos cosas: de la relación con los demás, y de medir, posteriormente y en soledad, nuestras acciones y reacciones al resto del mundo.

Pero al margen de todo esto, si quieres ser tú mismo, estar tranquilo sin que nadie TE JODA, y además sobrevivir sin problemas en una sociedad cada vez más difícil, mas angustiosa y más enferma, lo mejor es estar sólo.

Eso si, un par de amigos siempre vienen bien. La soledad total no creo que sea saludable para nadie.
 
Neutral Malvado rebuznó:
Estoy un poco harto de verla agitando las bragas en el aire cada vez que interviene el señor Valdés para ver si éste muerde el anzuelo y le manda un pm. Si yo fuera administrador, le banearía a perpetuidad por forochat libidinoso. Si quiere follarse a este nuevo macho alfa del foro, mándele un privado usted misma y deje de ensuciar los hilos con sus babas de hembra desesperada.

Yo de lo que estoy harta es de los retrasados mentales que me quotean. ¿Sabe para qué está el scroll? Dele sin miedo en cuanto vea mi nik. No es nada difícil. De verdad.
 
Es muy posible que este hilo ya este repetido, si es asi podeis cerrarlo.

Andaba yo el otro dia con mis pajaras mentales y me preguntaba de los beneficios e inconvenientes de la soledad.

El infierno son los demás. - Jean Paul Sartre.

Sólo salgo para renovar la necesidad de estar solo. - Lord Byron.

¿Por qué, en general, se rehúye la soledad? Porque son muy pocos los que encuentran compañía consigo mismos. - Carlo Dossi.

Si te preocupa quedarte solo, no intentes tener razón. -Jean Renard.

Todos los hombres llegan a este mundo solos. Y lo abandonan solos. No hay ataúdes de dos plazas. - Thomas de Quincy.



No pueden estar todos equivocados.

Y mi favorita:

La peor soledad que hay es el darse cuenta de que la gente es idiota. -Gonzalo Torrente Ballester
 
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