Pistolas_Joe
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- 30 Jun 2005
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El sabado pasado estuve en el rastro, actividad habitual que dejo de practicar en verano por aquello de que no se te frian los sesos y tal.
Como ahora vuelve el buen tiempo (que nadie que no sea masoquista me diga que 40º es buen tiempo... todos los extremos son malos; los de la seleccion de futbol más) he retomado otra vez estos paseos por esa entrañable zona llena de, segun mi parienta, mantas tiradas en el suelo y llenas de basura y chatarra.
Estos puestos son muy interesantes para mi, puesto que siempre tenemos el tipico desinformado que pone a la venta un movil seminuevo por 4€ (por ejemplo) o una pieza de ordenador decente por 2 y tal y tal.
La compra en el rastro es arriesgada tambien, puesto que siempre está el peligro de que te timen y te vendan algo roto, como una vez que me colocaron un disdo duro por 100ptas y estaba frito.
Pero el peligro del rastro está en los amigos de lo ajeno.
Sip, esa gente que aprovecha la masificacion para meter mano y no a los culos de las chavalas, si no a las carteras, relojes, moviles y demas accesorios que la gente suele lucir alegremente por la calle sin ser muchas veces conscientes de su valor.
Alguno de esos accesorios son los sellos, u anillos grandes, como los que tenia un profesor mio de primaria, allá por los tempranos 80's.
El tipo te daba con el sello en mitad de la frente y muchas veces te dejaba marcada una moneda que llevaba en el.
Pues sucedió que, mientras caminaba y miraba puestos con deleite, un gitanaco ya entrado en años se me acerca cautelosamente. Yo echo mano al bolsillo delantero derecho del pantalon, donde llevo la cartera vamos. Pero no era intencion del calé robarme, directamente, si no venderme uno de esos anillacos ahora vistos en canis y demas especies.
El gitano se abrió la chaqueta y con mucho misterio me enseñó un sello de "oro" mas feo que pegar a los hermanitos de Madeleine con el peluche de su hermana.
Lo que me sorprendió no es el echo en sí, ya que de todos es sabido que los gitanos trapichean con todo, pero este me dijo directamente:
- Mira este sello güeno, recien robáo.
Le dije que no me interesaba y se fué.
Moraleja, encontré 2 cartuchos de gameboy bien baratitos.
Nota aclaratoria, las fotos son del rastro de Madrid.

Como ahora vuelve el buen tiempo (que nadie que no sea masoquista me diga que 40º es buen tiempo... todos los extremos son malos; los de la seleccion de futbol más) he retomado otra vez estos paseos por esa entrañable zona llena de, segun mi parienta, mantas tiradas en el suelo y llenas de basura y chatarra.

Estos puestos son muy interesantes para mi, puesto que siempre tenemos el tipico desinformado que pone a la venta un movil seminuevo por 4€ (por ejemplo) o una pieza de ordenador decente por 2 y tal y tal.
La compra en el rastro es arriesgada tambien, puesto que siempre está el peligro de que te timen y te vendan algo roto, como una vez que me colocaron un disdo duro por 100ptas y estaba frito.
Pero el peligro del rastro está en los amigos de lo ajeno.
Sip, esa gente que aprovecha la masificacion para meter mano y no a los culos de las chavalas, si no a las carteras, relojes, moviles y demas accesorios que la gente suele lucir alegremente por la calle sin ser muchas veces conscientes de su valor.
Alguno de esos accesorios son los sellos, u anillos grandes, como los que tenia un profesor mio de primaria, allá por los tempranos 80's.
El tipo te daba con el sello en mitad de la frente y muchas veces te dejaba marcada una moneda que llevaba en el.

Pues sucedió que, mientras caminaba y miraba puestos con deleite, un gitanaco ya entrado en años se me acerca cautelosamente. Yo echo mano al bolsillo delantero derecho del pantalon, donde llevo la cartera vamos. Pero no era intencion del calé robarme, directamente, si no venderme uno de esos anillacos ahora vistos en canis y demas especies.
El gitano se abrió la chaqueta y con mucho misterio me enseñó un sello de "oro" mas feo que pegar a los hermanitos de Madeleine con el peluche de su hermana.
Lo que me sorprendió no es el echo en sí, ya que de todos es sabido que los gitanos trapichean con todo, pero este me dijo directamente:
- Mira este sello güeno, recien robáo.
Le dije que no me interesaba y se fué.
Moraleja, encontré 2 cartuchos de gameboy bien baratitos.
Nota aclaratoria, las fotos son del rastro de Madrid.