Victor I
Freak
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- 24 Ene 2006
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Cuando falta brío siempre podemos utilizar un catalizador infalible, nacionalismo y exilio interior. El Foro necesita algo de polémica y más participación y hay un tema que nos puede dar la gasolina que nos falta. A los clásicos refugiados vascos que llegaban hasta la Capital del Imperio huyendo de la escoria etarra y sus siervos batasunos, se han unido en los últimos años una comunidad de catalanes que liderados por Boadella y Loquillo buscan oxígeno, verbo castellano y libertad en la Villa y Corte. Yo estoy de su parte y el séctor nacionalista del Foro llegará en breve para llamarles apesebrados, españolazos y demás lindezas. El debate, ya lo anticipo, transitará por estos caminos que por ser ya conocidos no dejarán sin embargo de ser de obligada atención.
Por razones económicas, políticas o por simple resistencia vital, el hecho es este, hemos llegado a la segunda década del siglo XXI con algo parecido a lo que ha ocurrido en Miami con los anticastristas, un éxodo interior que parece seducir con cada vez mayor fuerza a varios de nuestros compañeros foreros. Son clásicas las diatribas de Main Man contra una Barcelona en la que detecta con espanto unos síntomas de provincianismo y exclusión cada vez más acusado. Bajo la fachada turística de ciudad cosmo y cool hay, manifiesta nuestro moderador, una ciudad decadente, agresiva, en pleno naufragio. Reincidente es también el horror que siente MCS por una Cataluña multicultural, vendida a la inmigración más pernciosa, alimentando el cáncer de su propia destrucción.
Debido a mi trabajo, he constatado personalmente la cantidad de catalanes, charnegazos en su mayor parte, que prestan su servicios como funcionarios de la Comunidad de Madrid. Vienen con sus títulos universitarios, con sus apellidos repletos de zetas, con esos padres y madres de orígenes mesetarios y sureños. Los hijos de la inmigración, los inadaptados del sistema, en previsión de una cada cada vez más próxima independencia de Cataluña, parecen buscar acomodo en otras tierras más afines. Será su culpa, por no amar a Cataluña, será culpa de la Nació, por no amarles a ellos. Da igual, el resultado es que el titula mi hilo, la capital del estado convertida en un campamento de refugiados políticos.
Previsiones, razones, causas y consecuencias. Su turno, caballeros.
Por razones económicas, políticas o por simple resistencia vital, el hecho es este, hemos llegado a la segunda década del siglo XXI con algo parecido a lo que ha ocurrido en Miami con los anticastristas, un éxodo interior que parece seducir con cada vez mayor fuerza a varios de nuestros compañeros foreros. Son clásicas las diatribas de Main Man contra una Barcelona en la que detecta con espanto unos síntomas de provincianismo y exclusión cada vez más acusado. Bajo la fachada turística de ciudad cosmo y cool hay, manifiesta nuestro moderador, una ciudad decadente, agresiva, en pleno naufragio. Reincidente es también el horror que siente MCS por una Cataluña multicultural, vendida a la inmigración más pernciosa, alimentando el cáncer de su propia destrucción.
Debido a mi trabajo, he constatado personalmente la cantidad de catalanes, charnegazos en su mayor parte, que prestan su servicios como funcionarios de la Comunidad de Madrid. Vienen con sus títulos universitarios, con sus apellidos repletos de zetas, con esos padres y madres de orígenes mesetarios y sureños. Los hijos de la inmigración, los inadaptados del sistema, en previsión de una cada cada vez más próxima independencia de Cataluña, parecen buscar acomodo en otras tierras más afines. Será su culpa, por no amar a Cataluña, será culpa de la Nació, por no amarles a ellos. Da igual, el resultado es que el titula mi hilo, la capital del estado convertida en un campamento de refugiados políticos.
Previsiones, razones, causas y consecuencias. Su turno, caballeros.