LeChuck
Freak total
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¿Sois maniáticos y culofinos? Yo si.
Cuando me como una manzana, por ahí por donde se empieza a poner marrón ya no la toco.
Un cubierto que ha sido usado por otra persona digamos para revolver una ensalada, y es dejado en una superficie cualquiera durante un rato, ese ya no me vale, tengo que usar uno nuevo. Los trozos de ajo o cebolla visibles en la comida los aparto siempre, si bien en un restaurante se vuelven perfectamente comestibles. SI debo posarme en un retrete de confianza procedo a limpiar la superficie con papel higienico húmedo cuidadosamente, alguna vez uso alcohol. Si es retretre ajeno despues de esto coloco la clásica distribución de trozos de papel (3 cuadros para los laterales y 2 para delante y detrás). No puedo oir cagar a nadie, si dicho sonido llega a mis oidos me tapo las orejas con todas mis fuerzas, con las mujeres es peor ya que si las oigo mear me siento terriblemente incomodo y si es jiñando tal vez no las vuelva a mirar a la cara en dias, lo mismo para oler el resultado de sus deposiciones. Sin embargo lo de oir a un hombre mear lo tolero mas o menos. Mis libros y mis discos se pueden tocar siempre que se devuelvan impolutos, pobre del que no lo haga asi. La música en vasco me hace enloquecer. Hay que evitarla en la arradio. No concibo hacer las cosas mal o chapuceras. Recientemente haciendo un pequeño muro en la huerta de mi padre con piedras de rio y cemento mi padre echaba paletadas de cemento a lo bestia y yo iba quitando lo sobrante milimetricamente a manos llenas para que las piedras quedasen vistas, lo que provocó no pocas broncas, en ese momento y cada vez que hay que hacer alguna chapucilla aunque sea colgar un cuadro. Si estoy comiendo y he dejado mis morros marcados en el vaso por ahi ya no vuelvo a beber, no digamos ya si es la marca de otro.
Bueno, cosas que me vienen a la cabeza ahora. No me tengais en cuenta las faltas de ortografía que estoy con el móvil y es una tortura el corregirlas.
Cuando me como una manzana, por ahí por donde se empieza a poner marrón ya no la toco.
Un cubierto que ha sido usado por otra persona digamos para revolver una ensalada, y es dejado en una superficie cualquiera durante un rato, ese ya no me vale, tengo que usar uno nuevo. Los trozos de ajo o cebolla visibles en la comida los aparto siempre, si bien en un restaurante se vuelven perfectamente comestibles. SI debo posarme en un retrete de confianza procedo a limpiar la superficie con papel higienico húmedo cuidadosamente, alguna vez uso alcohol. Si es retretre ajeno despues de esto coloco la clásica distribución de trozos de papel (3 cuadros para los laterales y 2 para delante y detrás). No puedo oir cagar a nadie, si dicho sonido llega a mis oidos me tapo las orejas con todas mis fuerzas, con las mujeres es peor ya que si las oigo mear me siento terriblemente incomodo y si es jiñando tal vez no las vuelva a mirar a la cara en dias, lo mismo para oler el resultado de sus deposiciones. Sin embargo lo de oir a un hombre mear lo tolero mas o menos. Mis libros y mis discos se pueden tocar siempre que se devuelvan impolutos, pobre del que no lo haga asi. La música en vasco me hace enloquecer. Hay que evitarla en la arradio. No concibo hacer las cosas mal o chapuceras. Recientemente haciendo un pequeño muro en la huerta de mi padre con piedras de rio y cemento mi padre echaba paletadas de cemento a lo bestia y yo iba quitando lo sobrante milimetricamente a manos llenas para que las piedras quedasen vistas, lo que provocó no pocas broncas, en ese momento y cada vez que hay que hacer alguna chapucilla aunque sea colgar un cuadro. Si estoy comiendo y he dejado mis morros marcados en el vaso por ahi ya no vuelvo a beber, no digamos ya si es la marca de otro.
Bueno, cosas que me vienen a la cabeza ahora. No me tengais en cuenta las faltas de ortografía que estoy con el móvil y es una tortura el corregirlas.