De la Sorna
Forero del todo a cien
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- 11 Nov 2009
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Amigo, usted no es profesor. Usted es un vendido.
Antes era un vehículo para el saber, un romántico que prefirió renunciar a la gloria de la empresa privada en pos del goce de saberse útil, de enseñar.
Puedo verle, disfrutando viendo cómo los alumnos se interesaban por la entalpía, sufriendo con ellos al mandarles aprenderse la tabla periódica, dejando que siglos de progreso le atravesaran y llegaran a esos oídos jóvenes que los recibían aún con la novedad de quién acaba de descubrir algo.
Ha cambiado todo eso por un trabajo administrativo, de roboc. Cierto, mantiene algunas clases, pero sabe que ya no son su prioridad. Antes se sentiría orgulloso cuando un alumno le contara que había decidido seguir sus pasos y hacerse químico (bien! -pensarías- ojalá encuentre algún puesto en la investigación y no tenga que recurrir a la docencia). ¿Ahora qué?
¿Ahora estás orgulloso de que los pasillos no huelan (mucho) a meado?
¿De que os dén folios nuevos con membrete cada mes?
¿De verdad te quieres dedicar a oír quejas y súplicas de tristes que quieren un pellizquito del mermado presupuesto para comprar la nueva Gramática, o, lo que es peor, balones para educación física?
¿Compensan 300 o 400 euros más al mes haber perdido la sonrisa de esa alumna torpe que por fin formula?
En cuanto a edades y sexo, creo que la figura del hombre enamorado de una niña, no existe. Que quiera tener sexo con ella si tiene, pongamos, 16 años, es lógico, pero dudo que pueda llegar a respetarla, a tratarla de igual a igual o, siquiera, a pasárselo bien con ella fuera de la cama.
Antes era un vehículo para el saber, un romántico que prefirió renunciar a la gloria de la empresa privada en pos del goce de saberse útil, de enseñar.
Puedo verle, disfrutando viendo cómo los alumnos se interesaban por la entalpía, sufriendo con ellos al mandarles aprenderse la tabla periódica, dejando que siglos de progreso le atravesaran y llegaran a esos oídos jóvenes que los recibían aún con la novedad de quién acaba de descubrir algo.
Ha cambiado todo eso por un trabajo administrativo, de roboc. Cierto, mantiene algunas clases, pero sabe que ya no son su prioridad. Antes se sentiría orgulloso cuando un alumno le contara que había decidido seguir sus pasos y hacerse químico (bien! -pensarías- ojalá encuentre algún puesto en la investigación y no tenga que recurrir a la docencia). ¿Ahora qué?
¿Ahora estás orgulloso de que los pasillos no huelan (mucho) a meado?
¿De que os dén folios nuevos con membrete cada mes?
¿De verdad te quieres dedicar a oír quejas y súplicas de tristes que quieren un pellizquito del mermado presupuesto para comprar la nueva Gramática, o, lo que es peor, balones para educación física?
¿Compensan 300 o 400 euros más al mes haber perdido la sonrisa de esa alumna torpe que por fin formula?
En cuanto a edades y sexo, creo que la figura del hombre enamorado de una niña, no existe. Que quiera tener sexo con ella si tiene, pongamos, 16 años, es lógico, pero dudo que pueda llegar a respetarla, a tratarla de igual a igual o, siquiera, a pasárselo bien con ella fuera de la cama.