Que no. Somos cuerpo y mente. La parte del coco bien, Cenobita es inteligente, incluso clarividente a la hora de analizarse a sí mismo con objetividad. Es reparable.
La parte física, mal. Pesa 160 kilos y no, adelgazar no es equiparable a haber sido tirillas y luego ponerse torete. Si bajara a un peso normal para su estatura su cuerpo no será nada estético. Tanta piel sobrante posiblemente no es disimulable ni siquiera con mucho gimnasio. Desconozco cómo está el asunto de las operaciones estéticas para eliminar tejido sobrante (cómo de bien te dejan, las cicatrices, el precio, etc.) pero, como poco, supondría muchísimo esfuerzo y dinero para unos resultados probablemente bastante reguleros.
Así pues, el cerebro de Cenobita es capaz de ir en la dirección que él desea, pero su cuerpo no puede acompañarle. Falta una mitad para ser quién querría ser: una persona normal, con un nivel normal de autoestima, con unas relaciones sociales normales y una vida sentimental y sexual normal. Repito: gustar, sentirse deseado.
A eso se une que está en una edad en la que ya ha comenzado el declive físico, la cuesta abajo. Se le han escapado los mejores años en ese sentido y ni siquiera está en condiciones de ir a por una segunda juventud, como el clásico cuarentón que se divorcia y se compra una moto, por los motivos ya expuestos.
Vosotros le decís que se conforme y él, lógicamente, no quiere. Porque es una puta mierda conformarse, porque es una puta mierda esforzarse diez veces más para conseguir unas migajas (con suerte) de lo que la gente normal tiene con poco o ningún esfuerzo. Sí, podría luchar por un buen trabajo, por bajar hasta un tonelaje más saludable, por una casa cómoda, por hacer algunas amistades, sus aficiones, sus viajes y sus historias. Podría conformarse como ha hecho Darkiano, e incluso intentar convencerse de que es la mejor vida que podría tener, tal y cómo hace nuestro camionero tarado favorito, pero no, es demasiado inteligente para eso.
Lo que quiere Cenobita es que una mujer lo coja de las caderas y que tire de él hacia ella mientras le dice "métemela hasta el fondo" y lo mira a lo ojos con lujuria, y no las gilipolleces de autoautosuperación chupis que os empeñais en reperirle (hablo en general, no va específicamente por los quoteados).
A esto le sumais el absurdo de la propia existencia y que la vida es fundamentalmente una concatenación de miserias y normal que al chaval le de la risa cuando alguien sale con "tú lo que tienes que hacer es empezar por salir a caminar media hora todos los días".