Aquí en mañolandia tenemos a las feminazis revueltas.
Un caballero, después de estar toda la tarde llamando por teléfono a su mujer, la cual había desatendido sus obligaciones, no había hecho la comida, el WC sin fregar y los platos sucios; descubre que su mujer, abogada ella, tenía un querido desde hace años (que antes había matado a su esposa con 11 tiros de carabina y ella le defendió en el juicio porque era su abogada).
La abogada no cogía el teléfono porque estaba degollada.
Se cumplen varias premisas:
1.- A la abogada le mojaba la braga el asesino.
2.- A la abogada le mojaba la braga poner cuernos.
3.- A la abogada le mojaba la braga tener al marido abandonado entre inmundicias.
Por supuesto, las feminazis mañas han montando un circo (donde ellas son las payasas) y han ocultado que la abogada estaba casada, al igual que varias cadenas de TV nacionales.
<p>La delegada del Gobierno, Carmen Sánchez, ha confirmado que existía una relación sentimental entre ambos y que por eso se considera un delito de violencia de género.</p>
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Ahora el marido debe pagar el ataúd, la lápida y las florecillas.
Las feminazis lógicamente no han dedicado ni una palabra de ánimo al corneado.