Momentos de ridiculez y escarnio (tema serio)

Cuando de niño me invente que una niña me dijo un montón de desgracias, pero era mentira, no me dijo nada, se enteró toda la clase de que fui un mentiroso, se lo conté a uno por contar que vergüenza de adulto no mucho.
 
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No es una cosa que celebre con vítores, pero si no lo permitiera me habría divorciado antes siquiera de casarme. He visto a mi marido volando por el pasillo como un globo cuando le sueltas el pitorro más de una vez.

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¡¡¡Y ahora lo friegas, puta!!!

No te jode la tiquis-miquis de los pedos ¿Cuántas bufas pestilentes, añejas de días de estreñimiento, bajo manta se habrá tragado su pobre marido en noches de invierno con un "Jijiji. Sorry, cari"?

Y por cierto: las mujeres siempre son las primeras en abrir fuego en este tema. Así que a partir de ahí, barra libre y viva la pedomanía.

Fin del offtoppic, sigamos con el hilo.
 
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Yendo a jugar a baloncesto, pasa una furgoneta de panchitos y me gritan "CALVOOOO". Sigo la furgoneta con mi mirada más amenazadora y me meto una hostia con un árbol, metiéndome además en el típico hoyo que tienen. Los jajajajajajaja alejándonse de esos amerindios podrían enseñar el Efecto Doppler a generaciones de estudiantes.
 
en el curro, me cuesque en ascensor subiendo del garaje, y en la planta 0 se subió un compañero. "Jooder" dijo nada mas entrar y yo "si, no se que habrá desayunado el cabrón"
 
Escribo sin leer nada después de mi mensaje o misiva de amor y amistad, que no está mal, poruqe estar mal es Joder a la gente y ver cosas paranorMAL.

Voy a leer, y luego contestaré a lo que me salga de los cojones. Allá que voy.
 
Sigo sin leer nada, pero cuento otra mía, todas son verdades.

Estaba en un piso de buen renombre y grande, pero por mis liadas ya los vecinos estaban hasta la marrana, yo dije, que pasa aquí, me guta la coca y el festín. Procidí a darle a la coca, la molly y alguna birra que anduviere por ahí, salí en calzones y no podía parar de reir, a eso que el vecino de arriba que ya estaba mosqueado, como un maricón cuando no folla en el mes de mayo, y dijo esto qué es y yo dije, hago deporte en calzones como que es. Salió su hija tenía 15 años, calculando como un buen travesaño, dije que me metía en casa, y el calzones iba, era un escarnio que porquería. Entré, paja caía, era todo una burlería. Al final el casero me llamó y dijo que aquello se había salido de control. Lo entendía, pero la paja seguía, dijoe que adios, que el amor siempre gana, y que en este foro las gafas ganan.

Fin de mi poema real. Lo he realizado, borracho y drogado, creo que a veces lo tengo todo controlado pero no es así, el final no puede venir. Que sea lo que el destino quiera, yo siempre amaré no estar en la trena.


GoogleTM.-
 
Una vez, hace años, había una tía de unos treinta años, que estaba muy delgada, pero tenía una barriga de embarazada. Como hombre educado, le di la enhorabuena, a lo que la tía puso una horrible cara y me espetó que no estaba embarazada. Sentí bastante ridículo, pero ya até cabos y entendí porqué llevaba siempre cosas con vuelo.
Otra que me pasó, fue mi primer año dando clases. Había una niña que siempre me decía que le tenía manía. A final de curso la saqué a la pizarra y le dije que escribiera con mejor letra, regañando. Entonces observé que su mano era una especie de muñón y que apenas podía coger la tiza, me quedé pasmado y no supe reaccionar. Simplemente le dije que se sentara y mandé ejercicios.
 
Una vez, hace años, había una tía de unos treinta años, que estaba muy delgada, pero tenía una barriga de embarazada. Como hombre educado, le di la enhorabuena, a lo que la tía puso una horrible cara y me espetó que no estaba embarazada. Sentí bastante ridículo, pero ya até cabos y entendí porqué llevaba siempre cosas con vuelo.
Otra que me pasó, fue mi primer año dando clases. Había una niña que siempre me decía que le tenía manía. A final de curso la saqué a la pizarra y le dije que escribiera con mejor letra, regañando.
¿Y no te vino la charo de la madre a avisar de que te iba a denunciar por traumatizarla y denigrarla delante de todos?
 
Una vez en el instituto estaba hablando con uno muy pijo y le dije en tono despectivo:

- Seguro que en tu casa tienes alguna esclava que te limpie la mierda para que tu madre esté tocándose el higo.

El tío frunció el ceño y no dijo nada. Luego me comentó que la que le limpiaba en casa era la madre de mi compañera de pupitre, que estaba presente en la conversación.

Aún se me cae la cara de vergüenza cuando me la cruzo, aunque fuimos buenos amigos posteriormente.
 
A uno del barrio una compañera de viaje de estudios lo pillo en el balcon de su habitacion haciendose una paja mientras gritaba el nombre de su musa, lo que hizo la situacion mas comica.

Se entero todo el colegio, incluidos padres y el resto del curso fue un infierno tanto para la musa (alumna de otra clase) como para el pajero.
 
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Estábamos de viaje de estudios del instituto en el Museo del Louvre un grupo de gente viendo La Gioconda cuando me vino un retortijón tremendo, no me quedó otro remedio que dar rienda suelta a la naturaleza y un pedo tremebundo salió de mí.

¡¡¡ PRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAM !!!

Mi compañero me espetó, mientras la peña se miraba escandalizada:

- Hala, guarro.

- Total, aquí no nos conoce nadie.
Contesté cuando, entre el gentío, una vocecilla dulce y aterciopelada dijo:

-Nosotros sí.

Era una niña de mi colegio del pueblo
, estaban de excursión en París.
 
Hace cosa de 10 años, después de estar haciendo el tonto en el gimnasio, donde no iba a ver cipotes como vosotros, y pasarme con el press banca, cargué demasiado la espalda y me vino un dolor fuerte, fruto de las contracturas. Entonces decidí ir al médico de la privada, un tipo achaparrado, calvo y escuálido, de unos 50 años en aquella época y muy serio, no se reía en la puta vida. Pues bien, durante la visita, cuando le estaba explicando mi problema, me salta el teléfono sin saber por qué y empiezan a sonar una serie de audios absurdos en un grupo de hamijos donde estaba imitando al Juanca, al Borbón, con una frase que decía algo así: "Sofía, Sofía, pásame el papel higiénico, que me estoy cascando una paja". No podía parar esa mierda, no había manera, el móvil ya andaba algo jodido, y el médico se me quedó muy serio enfrente, mirándome, sin reírse ni nada, como petrificado, y yo aporreando el móvil, que estaba bloqueado y no había manera de parar aquella mierda. Audios de imitaciones absurdas y grotescas, del borbón, y otras gilipolleces indescriptibles que me dejaban como un chiflado a la vista de terceros, y especialmente de aquel puto médico, que tenía pinta de no haberse reído en su puta vida.

Finalmente, y en medio de mi desesperación, pude apagar el puto teléfono, pero el ridículo ya estaba consumado, y si el médico ya tenía una visión negativa de mi, por lo que sea, a partir de ese momento me catalogaría de ser ridículo e ignominioso, de ser una risión. Afortunadamente, al cabo de poco tiempo, el jambo estaba haciendo ciclismo y le dio un pepazo que se lo llevó a la tumba, y con él la experiencia grotesca que había vivido con un servidor en la consulta, que ya no podría contar a nadie. Por cierto, cuando conseguí apagar el móvil el tipo siguió como si nada hubiera pasado, y me prescribió las sesiones de masaje que yo esperaba.

La sensación de ridículo y desesperación fue gordísima, y me dieron ganas de aporrear el móvil y reventarlo hasta pulverizarlo.
 
Yo soy el que respondió que evidentemente el kilo de hierro pesaba más que el de paja. Se rieron de mí.
 
Otra que me pasó, fue mi primer año dando clases. Había una niña que siempre me decía que le tenía manía. A final de curso la saqué a la pizarra y le dije que escribiera con mejor letra, regañando. Entonces observé que su mano era una especie de muñón y que apenas podía coger la tiza, me quedé pasmado y no supe reaccionar. Simplemente le dije que se sentara y mandé ejercicios.

Algo parecido me pasó a mí.

Trabajé varios inviernos en una estación de esquí pastoreando chavales de colegios e institutos que pasaban allí su semana blanca. Un día observé como un chaval se caía constantemente al intentar subir en el telesquí de debutantes, y para allí que me fui a echarle una mano. Pues no había manera, no se agarraba bien a la percha con la mano cubierta por el guante y terminaba en el suelo de todas todas. Después de muchos intentos me fui calentando y en una de ésas le dije ya casi de malas maneras que se agarrara fuerte, qué a ver por qué hostias no cogía la percha con fuerza.

Él me gritó más fuerte aún que yo: "¡Que no tengo dedos, joder! "
 
Hace años, en una visita a un cliente (discoteca Jowke, garito de moda para la chavaleria postureta del sur y del oeste de Madrid) conincidió mi visita con las entrevistas para camarera, y estaba aquello hasta arriba de buenorras/chonis. Yo me disponía a arrancar mi moto e irme a lo Halcón Callejero (referencia viejuner), pero doblé demasiado la dirección y mi flamante maxitrail de 1000cc se fue al suelo a 1km/h mientras todos miraban.

Curiosamente no se cumplieron las leyes de paridad y solo vinieron tíos a ayudarme. Supongo que hacen falta más millones para el ministerio de igualdad.
un clásico de los moteros, no me ha pasado pero toco madera
 
Hace cosa de 10 años, después de estar haciendo el tonto en el gimnasio, donde no iba a ver cipotes como vosotros, y pasarme con el press banca, cargué demasiado la espalda y me vino un dolor fuerte, fruto de las contracturas. Entonces decidí ir al médico de la privada, un tipo achaparrado, calvo y escuálido, de unos 50 años en aquella época y muy serio, no se reía en la puta vida. Pues bien, durante la visita, cuando le estaba explicando mi problema, me salta el teléfono sin saber por qué y empiezan a sonar una serie de audios absurdos en un grupo de hamijos donde estaba imitando al Juanca, al Borbón, con una frase que decía algo así: "Sofía, Sofía, pásame el papel higiénico, que me estoy cascando una paja". No podía parar esa mierda, no había manera, el móvil ya andaba algo jodido, y el médico se me quedó muy serio enfrente, mirándome, sin reírse ni nada, como petrificado, y yo aporreando el móvil, que estaba bloqueado y no había manera de parar aquella mierda. Audios de imitaciones absurdas y grotescas, del borbón, y otras gilipolleces indescriptibles que me dejaban como un chiflado a la vista de terceros, y especialmente de aquel puto médico, que tenía pinta de no haberse reído en su puta vida.

Finalmente, y en medio de mi desesperación, pude apagar el puto teléfono, pero el ridículo ya estaba consumado, y si el médico ya tenía una visión negativa de mi, por lo que sea, a partir de ese momento me catalogaría de ser ridículo e ignominioso, de ser una risión. Afortunadamente, al cabo de poco tiempo, el jambo estaba haciendo ciclismo y le dio un pepazo que se lo llevó a la tumba, y con él la experiencia grotesca que había vivido con un servidor en la consulta, que ya no podría contar a nadie. Por cierto, cuando conseguí apagar el móvil el tipo siguió como si nada hubiera pasado, y me prescribió las sesiones de masaje que yo esperaba.

La sensación de ridículo y desesperación fue gordísima, y me dieron ganas de aporrear el móvil y reventarlo hasta pulverizarlo.
Menos mal que se murió el muy hijo de puta, así aprenderá a no escuchar cosas que te ponían en ridículo y de las que él no tenía culpa alguna, así como no tenía culpa de que tu movil estuviera algo jodido, ni te obligó a poner esas paridas de tono de llamada en un alarde de falta de previsión que ni el psoe.
Como digo, se lo tenía todo merecido, y tú has hecho gala de la mayor de las empatías.
LOLOLOLO.
 
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Es que la gente que ponéis esas paridas de tono de móvil en un momento de inspiración, pero luego os cagáis en todo lo cagable cuando os suena en un momento comprometido, delante de alguien, en una reunión, en misa, etc etc me dan la risa.
Parecía buena idea, eh???? qUÉ PODía Salir mal, ehh???
 
Es que la gente que ponéis esas paridas de tono de móvil en un momento de inspiración, pero luego os cagáis en todo lo cagable cuando os suena en un momento comprometido, delante de alguien, en una reunión, en misa, etc etc me dan la risa.
Parecía buena idea, eh???? qUÉ PODía Salir mal, ehh???
toda la razon. A mi en el funeral de la madre de un colega me empezo a sonar "Vivo con tu madre en un castillo" a toda ostia, porque es el tono que le tengo puesto a mi madre.

de esto que normalmente sabes manejar el volumen de un movil pero en ese momento, haces pantalla azul y derrepente "Michael J. Fox" manejando el movil.
 
Menos mal que se murió el muy hijo de puta, así aprenderá a no escuchar cosas que te ponían en ridículo y de las que él no tenía culpa alguna, así como no tenía culpa de que tu movil estuviera algo jodido, ni te obligó a poner esas paridas de tono de llamada en un alarde de falta de previsión que ni el psoe.
Como digo, se lo tenía todo merecido, y tú has hecho gala de la mayor de las empatías.
LOLOLOLO.

Un pequeño matiz, lo de las "paridas" y demás no eran el tono de llamada, sino que eran parte de los audios de un grupo exiguo de hamijos, donde decíamos todo tipo de gilipolleces y barbaridades, compartíamos vídeos porno, de mutilaciones, torturas, asesinatos o los típicos vídeos virales de gilipolleces, además de audios absurdos y otras mierdas. No sé el motivo por el cual se activó en ese momento, y precisamente con todas esas gilipolleces, con mi voz perfectamente reconocible además.

La suerte, eso sí, que el médico entregó la cuchara poco después, y se llevó a la tumba el secreto de mi vergonzante visita a su consulta. Dicho esto, me caía como el culo, era un tipo desagradable, enano, calvo y gilipollas. Que pazuzu lo soporte en las profundidades del averno.
 
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