La verdad es que no entiendo esa obsesión rara que tienes con la belleza física de un hombre.
Y me preocupa bastante porque, siendo portero, probablemente estés cachas. A lo mejor una tía prefiere a un tío feo cachas que a un tío con la cara de Brad Pitt pero gordo.
Tal vez seas más feo que Yoda de viejo, pero macho, si no te quieren no es por feo, o tal vez sea un factor, pero desde luego no es el más importante.
Tú te refieres a las apps de ligue y tal, que me acuerdo hiciste el experimento con fotos falsas.
Pues claro, ahí si, lo único que importa son las fotos, o más que nada, aunque lo que pongas debajo también cuenta.
Te voy a sugerir otro experimento.
Cuando estés por ahí, en otra ciudad de España, hablando con una tía que no conoces, dile que eres barrendero o algo de ese estilo. Toma nota de su cara.
La siguiente vez que te pongas a hablar con una tía, que tampoco te conoce, dile que eres dueño de tres locales (hazte pasar diciendo lo que diría el jefe del lugar donde trabajas, así si te pregunta algo del negocio tendrás respuestas que ya conoces y no te pillan). Toma nota de su cara.
Compara las reacciones.
Este es un debate estúpido y me preocupa bastante que hombres con pelos en los huevos (se supone) todavía estén en desacuerdo en algo tan elemental de la ciencia rapiñológica.
Yo no tengo ninguna obsesión por la belleza de nadie.
Yo lo que tengo obsesión es por la verdad y por la realidad.
No soy portero de discoteca. No soy cachas. He trabajado de vigilante en una discoteca rodeado de porteros cachas.
Ni siquiera estar cachas importa o al menos no es lo primordial. El rostro es primeramente en lo que se fijan.
Por eso un calvo feo que se rapa el pelo y consigue un cuerpo escultural acaba encontrando unas mejoras mínimas respecto al tremendo sacrificio que comporta conseguir ese cuerpo.
En la España de hoy le pegas una patada a una piedra y te salen 50 tios que tienen buen cuerpo a base de matarse en dietas y hierros.
El sometimiento masculino llega a cotas inimaginables y eso fomenta la hipergamia femenina.
Cuanto más das más por sentado consideran que ellas lo merecen todo. Cuanto más peor y cuanto menos mejor.
Los pájaros en la cabeza no son obra del Espíritu Santo. Son obra de hechos y actitudes generalizadas en los tios.
En ningún momento hablo de mi, ni de lo que ligo o dejo de ligar ni de lo feo o no feo que me considere.
Hablo de una situación global.
Quitaos el papel de psicólogo de pacotilla de vuestra mente. Que yo diga que son superficiales hasta la médula y solo sueñan con un tío bueno no significa que me sienta feo. Podría ser el más guapo del mundo que seguiría diciendo lo mismo porque esa es la realidad.
Las app de ligar son lo mismo que cualquier otra cosa. Lo mismo pretenden allí que fuera de allí.
Lo que en realidad han hecho ese tipo de tecnología es elevarles al infinito el ego y confundirlas aún más. Porque a entrarles por Badoo se atreve cualquiera como cualquiera se atrevería a llamar subnormal a Mike Tyson por un foro de internet. Allí sienten cientos de tios admitiendo que quieren algo con ellas y eso les hace sentir que su valor se multiplica. Su reflejo es si todos me babosean significa que puedo obtener al mejor.
Todo en esta vida radica en el esquema que uno tiene en la mente. Para todo.
Si a ellas en su mente les han instaurado con hechos ese rol ese rol adquieren. Y si les instauran el rol del velo y a callarse la boca ese rol adquieren.
Y ese rol en donde ellas merecen más que lo más mejor es un arma de doble filo. Lo único que consiguen es inconscientemente dejar pasar los trenes seleccionando y aspirando a tios inalcanzables para ellas e ignorando al hombre común que está disponible para ellas.
Las mujeres además necesitan conocer a un tío de la forma tradicional (en persona) y a fuego lento para llegar a algún sitio.
Una app es una cosa fría, en donde se miente y se vende, en donde no hay contacto alguno que delate como te expresas o hablas. Es todo un espejismo y todos esos detalles suman para atraer a una tía.
En un trabajo, en un aula, en un grupo de amigos...ahí es donde ellas pueden a través de la confianza y el conocer y el roce poder acabar emparejadas.