Muyeres, todas cortadas por el mismo patrón

Ya estamos con el tema de siempre, si invitar o no invitar.

Esto es muy sencillo: si en el contrato social que firmamos en la cita, yo soy el hombre y me corresponde a mí invitar (por inercia, educación, convenciones sociales, etc), a ella como mujer le corresponde comportarse como tal, y hacerme mínimo una mamada al final de la cita.

Si NO es una cita y simplemente son dos desconocidos conociéndose, no veo yo una razón coherente para pagar uno de los dos la cuenta completa, salvo en que en la siguiente cita sea la otra parte la que pague, desinteresadamente, el total de la factura.
 
Es que no entiendo esta historia de tener que en la primera cita invitar a una tía que acabo de conocer "porque es lo que toca", "es caballeroso", "si no lo haces eres un tieso", "pagar a escote es de retrasados" o "porque proveer es lo que se espera de un hombre". Menuda puta mentalidad de mierda.

Otra cosa es que un día se me ocurra invitar a unos amigos o a una amiga que conozco de hace años, entonces ahí sí que no me importa en absoluto, es más, lo hago encantado porque me apetece o porque mis amigos lo merecen, ¿pero invitar por cojones a una puta del POF o del Tinder o tía de discoteca que acabas de conocer y que no has visto en tu puta vida? ¿Qué mierda os pasa en la cabeza?

¿Y qué encima eso vaya a depender de que haya una segunda cita o no, porque la gran mayoría de mamarrachos tiran de cartera para no perder "oportunidad"? Vamos hombre, tócate los cojones.

Si es que no me extraña la cantidad de aprovechadas que hay, porque existen a patadas y debajo de las piedras pusilánimes y retrasados que le consienten todo a una pava que no vale ni el aire que respira. Hay que joderse.
 
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