Navidades de antaño Vs navidades actuales

curro jimenez

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10 Jul 2009
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Que tal hijos de puta.

Vengo con un nuevo hilo remember, pero esta vez el debate versara como bien indica el titulo del hilo, sobre las navidades. Cuales eran mejoras, las de antes o las de ahora???

Oficialmente la navidad comenzaba cuando nos daban las vacaciones de navidad en la escuela. Aunque en mi casa había un momento que se podía considerar como el inicio de la navidad, que era cuando mi madre montaba en la entrada la mesa con los licores y los polvorones. No se si esto sucede en toda España, pero por aquí es normal tener en la entrada o el comedor dulces y licores para agasajar a las visitas o si te tropiezas a alguien en la calle decirle que pase y se convide.

Realmente para mi la navidad empezaba cuando asomaba mi padre con la cesta del trabajo. A mi me encantaba ese momento. Cada uno tiraba de lo que le gustaba. Mi padre a por la botella del whisky o del coñac, yo a por los barquillos, mi hermano agarraba la del paté, por que la cesta no llevaba foagras.... mi hermana las pasas. Luego llegaba mi madre y lo recogia todo. Lo recuerdo todo muy familiar, y siempre con la lumbre al fondo.

Hace unos años, cuando llevabamos mi parienta y yo viviendo un par de años juntos fui a un cash y compre dos cestas, una para ella y otra para mi. Tenía antojo de cesta por que la administración como es normal, no da. Mi parienta se quedó un poco pillada por que no entendia aquello. Cagoendios, en Alemania no dan cesta, y me cortó el rollo. Hace cuatro años asomo ella con dos cestas por que ya ve que eso es típico de por aquí y no lo sabía y pensaba que me gustaría. Pero mierda, ya no es la misma ilusión.

Tambien recuerdo que esperaba ansioso las navidades, por las vacaciones, por el jolgorio y por supuesto por los reyes, papa noel aun no se había instalado en nuestra cultura, por lo menos en mi pueblo. Ahora me suda la navidad entera, es molesta, son unas fechas que me tocan los cojones, y los reyes me la traen floja. Se que me va a regalar mi parienta siempre.

En fin, vayan cagando sus historias aquí. Espero polla en mano algún disparate de la madre de @Torquemada2.0 y las miserias de @Verruga
 
Por supuesto, para navidades las de la infancia, cuando se hacían en casa de algún abuelo, no teníamos que colaborar en nada y todo era ilusión, la madre con un jersey de brillantina con las zapatillas de estar por casa y la bata si refrescaba encima, cuando algún mayor nos pelaba el marisco y los tragos al alcohol eran furtivos a cargo de algún familiar enrollado.

Que ganas de llorar me están entrando, así os lo digo. Todos los abuelos muertos, los padres mayores que ya ni atinan a dejarnos los gambones bien pelados... y esperad, que dentro de unos años seré yo el patriarca y le tendré que pelar las gambas a la chiquillada, que años más tarde se me presentará con una putarraca en la mesa y no podré evitar odiarla por la posibilidad de que deje a mis hijos en la ruina.

Bueno, al menos este año las paso tranquilo con mi mujer e hijos. A veces la distancia duele, y a veces relaja.
 
Me pasa un poco como al @Señor del 5º, es mejor casi ni pensarlo.

La ilusión de un niño, con todos los primos y tíos y, sobre todo, los abuelos. Personas henchidas de felicidad por la familia que habían creado, todos juntos en torno a la mesa.

Hoy en día, la nada. Hermanas que ni siquiera se hablan, abuelos que ya no están, menos mal, y muchos reproches enquistados. Por no haber, en el pueblo de mis abuelos paternos no queda nadie...
 
La alegría que las Navidades la aportan los niños, aunque suene cursi. La ilusión de los regalos, de las campanadas, de los cohetes. Si no hay niños en la casa estos días provocan asco, tristeza y resignación en casi todo el mundo.

Por suerte existe un refugio virtual. El mítico fracachat navideño post nochebuena y nochevieja en el que comentar los manjares que vas a jiñar, lo gilipollas que es tu mujer, las sonrojantes actuaciones en playback de la gala post uvas, o el vestido de zorra mayor del reino que lleve Cristina Pedroche.
 
En casa de mis progenitores nunca hubo Belén, ni bebidas, ni arbolito de Navidad ni nada de nada. Yo sabía que era Navidad y se hacían esas cosas porque las veía en la tele más que nada.

Nochebuena era una mierda porque siempre había broncas y discusiones entre mis progenitores y todo acababa en un silencio incómodo y alienante.

Nochevieja no había uvas excepto las pocas veces que había reunión de más familiares.

Y en Reyes pues normalmente abuelos y tíos me daban mil pesetas en lugar de un regalo.

Llegar a mi casa le faltaba tiempo a mí progenitor para recoger la recaudación.

Me compraban juguetes de reyes, eso sí. Pero lo que ellos creían que debían comprar, no lo que yo eligiera.

Los mejores reyes fue cuando compraron "Don Simon" el juego de memoria de los cuatro colores.

Ahora tampoco hay árbol ni Belén ni nada, los reyes me los compro yo, y mis progenitores no existen.

Así que obviamente prefiero las Navidades de ahora.
 
Última edición por un moderador:
En mi casa nunca hubo belen. Aunque suene raro, en mi pueblo, el belen era cosa de ricos. Nosotros eramos y somos, de arbol.

El día señalado, mi padre traía la rama de un pino y arreando. Mi madre la clavaba en una maceta y entre ella y mi hermana lo vestian. Eso era cosa de mujeres
 
Última edición:
Para mi las navidades empezaban cuando mi madre hacía rollitos de nuez, que algunos conocen como dedos de novia o baklava. Una tina entera días antes y los dejaba remojando en almíbar. Con los días cogía un ligero regusto envinado, pero para ese entonces ya habíamos ventilado una buena parte.
 
la navidad se basaba en dos cosas.
playmobiles para mi
juegos de MB para mi hermano. mientras yo era de la puta granja de playmobil ,el jugaba a las versiones bastardas de warhammer 4000(cruzada estelar) y del wharhammer...a secas(battle master) tb al incognito...pero ese fue una cagada,pq era para tres jugadores y solo eramos dos. ese año salvo la navidad el operacion y el juegos reunidos.
 
Por ir poniéndole música al hilo.
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Hilo nostálgico.

En mi casa empezaba cuando mi madre decía de montar el belén y el árbol, las dos cosas, que normalmente hacíamos el primer día de vacaciones. Yo iba a una esquina del jardín de la casa donde vivíamos, que allí siempre salía musgo. Y allí iba yo todo feliz con el cuchillo de la mantequilla a arrancarlo para ponerlo en el belén. Odiaba ese musgo comprado que eran como hierbajos guarros. Yo era más auténtico.

Montábamos toda la historia mi hermana y yo. Y cuando terminábamos, a disfrutar de las vacaciones viendo programación en televisión navideña, comer turrón de xuculata y a esperar los regalos de Nochebuena. En mi casa siempre nos dieron la mayoría con Papá Noel. En Reyes nos daban algo pero más bien algún detalle y ya. Cosa buena esa, porque así te daban los regalos y tenías unos cuantos días para disfrutarlos tranquilamente, no como en Reyes que ya se empezaba el colegio al día siguiente.

Hoy en día como a la mayoría me importan una mierda las navidades. Las navidades gustan cuando eres pequeño que uno tiene esa ilusión o cuando se tienen crios supongo, de mayor pierden la gracia. Pero bueno, las tradiciones y eso.
 
Da igual el tema que sea:
_________________ Antes era mejor.

En el caso de las Navidades. Bueno. A mí me parece que todo el mundo se lo curraba más. Es decir, dejando el punto que todas las fiestas, y sobre todo las Navibanes son fiestas patrocinadas por empresas deseosas de vender su producto, es simple cuestión del target del consumidor.

Pertenecemos la mayoría al sector más grande población, por edad. Esto lo pudimos comprobar viendo la cantidad de peña que éramos en clase, en la Uni, o haciendo cola para cualquier mierda. Los que tenemos cuarenta y tantos, éramos mayoría en los primeros años 80's. Y había una industria nacional, el juguete, que era posiblemente de las más potentes del mundo en su sector, solo los USA eran más fuertes.

Y se juntó todo, millones de chavales (y la Navidad es para ellos) y jugueteros. Así que todo estaba presente. Era llegar los Reyes (Papá Noel no pegaba tan fuerte) y cientos de chavales bajando a la calle con sus juguetes, juegos, bicis, etc. Antes se jugaba más en la calle, los Spectrum todavía no pegaban fuerte, y las maquinillas de marcianos estaban en los bares. Uno se da cuenta, viendo que la proporción de anuncios de juguetes ya no es dominante como antes. Ahora andarán ahí ahí con los perfumes. Es decir, seguimos siendo el target mayoritario, y los anunciantes lo saben y tratan de seguir con nosotros vendiendo sus mierdas.

La prueba la tenéis en la cantidad de julays que pagamos sumas absurdas por juguetes en Todocolección, Ebay y demás portales. Hay todo un mercado de juguetes y juegos de los años 80's. Incluso se han reeditado La Ruta del Tesoro, Misterio, Imperio Cobra, o versiones de todo tipo de Cinexin, que a los chavales les interesa poco o nada.

Nos hemos quedado en esa época como la más feliz de nuestras vidas.

Menos a @Verruga, cuyos regalos consistían en azadas y rastrillos con el mango nuevecito para no sacar ampollas, y bien que lo agradecía...:lol:
 
Recuerdo que unas navidades, yo tendría nueve o diez años, me regalaron un muñeco de la pantera rosa. Tardé poco en hacerle un agujero en el chocho para meter mi pirolilla. Cada vez que lo hacía la sacaba con el glande lleno de bolitas de corcho.

Si estos últimos años he celebrado la navidad ha sido por mi hija porque si por mí fuera hace décadas que hubiera dejado de hacerlo. Son una mierda.
 
Mis navibanes empezaban el día 22. El sorteo navideño era el petardazo de salida de estas entrañables fechas. Mi madre iba poniendo el árbol y el plato de polvorones y turrón con los gitanos de San Hildephonsoc de fondo cantando los números.
Cesta no hubo nunca, que yo recuerde, porque mi padre no tenía trabajo y mi madre tampoco, dicho sea de paso, que parece que sólo debía ser mi padre el que tuviese curro.
Me hacían muchísima ilusión las navidades. Era todo bueno lo que pasaba en esa época: había vacaciones y como yo sacaba buenas notas no había reproches, me gustaban las luces, se organizaba un torneo de fútbol navideño en el barrio y veía a la familia paterna y materna que por aquel entonces me caían bien y recibía regalos.
El 24 íbamos a casa de mi abuela paterna, que era la única vez que la veía en todo el año y eso que vivíamos a 1 km de distancia. Allí me esperaban mis primos y nos lo pasábamos en grande tirando petardos y demás juegos infantiles.
El 31 íbamos a casa del abuelo materno y allí estaba yo esperando nervioso a las hubas y a martes y trece y a alguna peli de tías en tetas que echaban después.
Era un día especial, me quedaba hasta tardísimo despierto y veía a familiares borrachos hacerme bromas de borracho.
Años más tarde me aficioné a hacerme el último pajote del año 5 minutos antes de las uvas, encerrado en el servicio con las voces de mi familia de fondo y yo ahí dándole, oliendo el cepillo del pelo de mi prima cuando íbamos a casa de mis tíos y si había suerte hasta había por ahí unas bragas que me ponía en la cabeza.
La espera al día 6 se me hacia eterna. Buscábamos los regalos por casa y si no los encontrábamos una sombra de terror nos asomaba porque no significaba que los tenían por ahí bien escondidos sino que NO había regalos, aunque tengo que decir que todos los años, aunque fuese una puta mierda, algo caía.
La cabalgata me encantaba porque primero veíamos la puta mierda de cabalgata de coslada y luego venía mi tía la solterona a llevarnos a la de Madric.
Qué bien olía la calle a roscón de reyes. Colas en las pastelerías, niños rebosando de caramelos y yo, aunque hacía tiempo que sabía que no existían los kings e intuía que los regalos iban a ser una miseria, estaba nervioso por ver el árbol con algún regalo encima de mis zapatillas.

Mi madre de algún modo se las apañaba porque este periodo fuera de ilusión y lo conseguía, la verdad.
A eso de los 12 años o así hubo una serie de acontecimientos que dieron al traste con las reuniones de nochebuena con la familia paterna y parte de la navidad dejó de tener encanto pues ese día se convirtió, invariablemente, en el día que elegían mis padres para gritarse como locos y hacernos llorar de terror.

Ahora pues todo es diferente, claro. Un padre bajo tierra, la familia paterna perdida en la noche de los tiempos y la familia materna que no la aguanto aunque ellos creen que son una gran familia.
Sí tengo que decir que me gusta este periodo, aunque ya nada sea lo mismo. Algo de lo que sentía de pequeño se enciende en mi y siguen gustándome las luces etc.
Tengo mis propias tradiciones navideñas como la de hincharme a vino caliente, comerme las uvas cuando me sale de la polla y mirar fijamente a algún familiar cuando suenan las campanadas y sigue vigente la de pajearme antes de las uvas.
Nochebuena es una puta mierda que paso con los despojos de lo que un día fueron dos familias: la mía y la de la novía de mi hermano. Ya me diréis que pinto yo ahí. La alternativa es irme con la familia de mi novia, cosa que hice una vez y juré que nunca más y la mejor opción, que es la que llevo haciendo los dos últimos años, que es quedarme en casa solo viciandome y leyendo.
El cabrón del abuelo sigue en pie pero me da a mí que en cuanto entregue la cuchara las reuniones de la familia materna se van a acabar.
 
Última edición:
Yo a la navidad le he ido quitando capas (la de la ilusión de niño,la del desengaño de adolescente,la de la hostilidad de malote...) y se me ha quedado en un agradable comer como un rey y que mis borracheras pasen desapercibidas,not bad :lol:
 
Los guelos haciendo guirlache, garrapiñadas, saladillas..todo casero( en los pueblos no habia turron de suchar). Y la ilusion de un niño.

A dia de hoy no queda nadie, solo la hijadelagranputa de la diogenes de mi suegra y su señor.
Un cuñao al que le gomité una botella de wuiski en la pared y ya no vamos a su casa. A la mia tampoco. Asi que nos vamos a la playa este año a comernos las Uvas de la ira. A Oliva para más señas.
 
En Oliva me ahogué yo de pequeño.
O fue en Daimuz? En uno de los dos sitios.
 
De las ultimas navidades que yo recuerde que fueron distintas, fueron unas que me pilló en Madrid y no pude bajar a mi pueblo. Pero mi parienta apareció para la nochevieja desde Alemania. Joder, por un lado me hizo una ilusión de cojones y fue un detalle que nunca olvidare, realmente aun no eramos nada y ella sabia que yo estaba solo. Por otro lado me jodió por que había quedado con una badulera y su amiga para despues de la uvas en el piso que yo tenia alquilado y me cortó el rollo. Por la mañana tenia casi 50 llamadas y no se cuantos sms llamandome maricon y rajao

Esa nochevieja las doce campanadas fueron especiales. Yo estaba sentado en el sofá y ella encima cabalgandome como una posesa intentando que me corriera nada mas cambiar de año mientras yo intentaba no ahogarme con las uvas. Una nochevieja distinta, si. No creo que volvamos a repetir eso
 
intentando que me corriera

Ésta es una de las grandes diferencias entre hombres: los que su mujer tiene que hacer porque el chaval se corra y los que tenemos que pensar en nuestro abuelo cavando una zanja para no corrernos.
 
Yo tengo que pensar en travelos o cosas incluso mas turbias, y a veces ni asi por el miedo de dajarle el bombo feito. Asi que no te quejes
 
Difícil ser objetivo, las navidades de la infancia tienen el factor nostalgia. En lo personal me gustaban más aquellas porque se reunía toda la familia en peso, los mayores seguían vivos y hacían de nexo de unión. A medida que fueron palmando cada uno se fue haciendo la vida por su lado, con su familia política, etc..

Por lo demás, tampoco he notado unos cambios tan grandes. Más comercial, lógicamente, pero esencialmente lo mismo.
 
Yo tengo que pensar en travelos o cosas incluso mas turbias,
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Y luego está otra variable que es la de los que tenemos que calcular y dejar de pensar en cosas malas porque se acaba el tiempo. En realidad es una mezcla de lo que dice Apofis.
 
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