La relación entre dos personas ha de funcionar per se. Ha de ser viable per se. Al cabo del tiempo, suelen venir los niños, como fruto de esa relación. Una cosa (la pareja) da lugar a la otra (el niño), no al revés. Estás poniendo el carro delante de los bueyes: quieres tener un hijo para justificar una relación. Tu hijo no vendrá al mundo como fruto de una relación, sino para sostenerla porque por sí sola se cae.
Lo demencial, lo absolutamente loco, es que la relación se está justificando a día de hoy por hijos que ni siquiera son tuyos. Y erróneamente crees que arrojar un niño propio a ese montón de críos equilibra, contrarresta o transforma esto, cuando la realidad es que lo deja igual: lo que tienes no es una relación, ella tiene a un tío -tú- que le ayuda a lidiar con sus niños, y tener uno contigo es simplemente atar más fuerte esta relación en la que no eres compañero ni eres padre, sino el niñero.
Lo tuyo es como meter a la chacha interna en los papeles de la hipoteca y que la pague para que así no se vaya a otra casa, y, claro, ya que es su casa pues coño, que la limpie gratis.
Es perfectamente lógico querer ser padre. Conoces a una chica, te enamoras, vivís juntos, funcionáis como pareja, queréis prolongar la familia en un hijo. Así, sí.
Conoces a una chica, ella te endiña sus hijos previos, te tiene de niñero, te convence de que tienes que aportar el tuyo para que así no te escapes. Así, no.