Mi canción omariana es GOLIATH.
El Universo del Rock, año 2008. Lejos quedan las gestas épicas del rock, de grupos dejándose los huevos, la juventud y la vida en el escenario, de componer endrogao obras maestras que superaban todo lo antes grabado, de PARTIR LA PANA, en definitiva. Es una etapa de grupos blandos, anodinos. De ir a festivales de presunto rock para mover los hombros. Los que van de ruidosos sólo saben dar el coñazo. Hemos llegado a un punto de pilas desgastadas que hasta Nirvana nos parece que estaban llenos de energía (los cojones). El rock progresivo ha quedado en paranoias infumables para los amigos de las matemáticas, o si no fijaos en Tool. Pero el oyente audaz cuyo espíritu de juventud se resiste a que esta sea una época de coñazos, encuentra esto y inmediatamente lo flipa:
Dos tíos con el pelo a lo afro volviéndose locos, un negrazo con rastas aporreando la batería y demás sudacas haciendo ROCK. ¿De dónde han salido estos? Pues se llaman The Mars Volta, son de El Paso, Texas y están al mando de Omar Rodríguez-Lopez, el genio que nos ocupa. The Mars Volta son un puto volcán en estudio y en directo, y esta canción es un temazo de rock progresivo de libro.
La primera mitad de Goliath es un tema que ya había salido en un disco anterior de Omar Rodríguez “Se dice bisonte, no búfalo”, mucho más lenta, llamada Rapid Fire Tollbooth.
Pero empezó a tocarla con The Mars Volta en directo y a base de improvisaciones acabó cobrando una nueva dimensión. La parte que es similar, pues solazos de guitarra, baterías enérgicas, Cedric dándolo todo con esa voz aguda-nasal... cojonudo. Pero la locura empieza en la segunda mitad, que la cosa se convierte un rock progresivo aceleradísimo. Brutal, brutal, brutal. El momento en que Cedric grita destorsionado casi al final resume lo que debería el rock. El exceso, la música pasada de vueltas, las drogas BIEN usadas, la puta caña, llevar los instrumentos al límite y currarse discazos en vez de deprimir a la peña y rascar acordes en la guitarra.
Este single salió en formato USB de madera, con sus buenas caras B, entre ellas mi favorita es una versión de un grupo de punk, Circle Jerks, donde podéis ver que Omar ni siquiera necesita del prog rock para sobrevivir a base de trallazos.
La portada auténtica de esta frikada de formato single-usb corre a cargo del Jeff Jordan, que es su artista habitual para las portadas y el arte en general desde el tercer album de The Mars Volta. Prog rock y surrealismo de la mano.