Nota para Rhodium o en su defecto quién lleve el tema: lo lamento pero no puedo entrar con la cuenta Darkiano original. No sirve fusionar el usuario para que postee con ella si no me vale la contraseña ni me envía confirmación al correo.
Cuando ésta cuenta tenga 25 mensajes enviaré privado para poder solicitar una nueva contraseña y una vez consiga loguearme, poder establecer un nuevo correo.
Quizá el objetivo es que deje de postear, en cuyo caso pido disculpas por volver a crear una cuenta diferente y de ahora en adelante no volveré a molestar al foro con nuevos registros. Obrigado y espero una satisfactoria solución a este embrollo.
Al tema del hilo...
Estoy un poco sorprendido. Creí que no podríais entender mi deseo de aislamiento social, pero veo que a más de uno le pasa o ha pasado algo similar.
Puedo entender perfectamente lo de comer en el coche, pues ya lo hice a los 24 años, cuando tuve vehículo propio e iba a Córdoba capital a ver cine.
Pedía un bocadillo y refresco, para llevar, y tras haber aparcado el coche en el lugar más aislado y oculto posible, comía en el coche.
Hoy por hoy ya no tengo ese tipo de fobia social, pero la puedo entender perfectamente.
Nunca he comido en un servicio, pero a veces si me he aislado en uno, en la universidad o en algunos trabajos, cuando había tiempo libre y la alternativa era socializar.
A día de hoy ni siquiera contemplo este comportamiento como un problema, muy al contrario, lo veo completamente lógico si nos paramos a comprender la naturaleza humana. Es muy comprensible no querer estar cerca de otros seres humanos, ni querer interactuar con ellos de persona a persona fuera de lo estrictamente necesario.
Yo ya no tengo problema alguno en socializar, desde hace años puedo pasar por uno más del rebaño sin problema alguno, pero prefiero no hacerlo si me dan a elegir.
Supongo, quizá, que podréis entender un poco mejor porqué me gusta el trabajo que realizó, aunque algunos lo consideren horrible.
Para empezar no tengo que relacionarme con los jefes más que para tema de direcciones y horarios de cargas y descargas, o alguna otra cosa puntual. Casi siempre mediante un mensaje de wassap.
A los compañeros de trabajo apenas conozco al 10% de la plantilla pese a llevar en esta empresa más de tres años, y a los pocos que conozco no he hablado con ellos más de unos pocos minutos, y no recuerdo el nombre de la mayoría.
Estoy lejos de todos, también lejos de España, que a veces resulta casi liberador. De hecho cuando paso por Cataluña me siento bastante incómodo, y hago lo posible por abandonarla cuanto antes. El País Vasco lo considero un país extranjero, pero no un país enemigo como Cataluña. Curiosamente los catalanes que conozco me caen muy bien, pero una cosa no quita la otra.
Una vez paro para hacer los descansos (donde yo considero oportuno y procurando no coincidir con otros de la misma empresa que también estén en ruta), echo las cortinas del camión y ahí, completamente aislado de la sociedad y de cualquiera que pueda molestar, me siento en paz.
Exceptuando a oficinistas y almacenistas, y algún que otro dependiente de comercio, puedo pasar (y paso) varios meses sin hablar con nadie, ni siquiera por internet, ya que aparte de este y otros par de foroso, no tengo red social alguna.
Joder, si hasta en Star Citizen juego en solitario.
Lejos de verme como un bicho raro, ya digo que considero mi comportamiento completamente lógico y razonable. Es más, creo que lanza un mensaje muy claro: los humanos sois tan horribles en general, que prefiero aislarme a tener que tratar con vosotros.
El colofón final es cuando veo que más de uno se mete en problemas graves sin hacer nada, sólo por formar parte del tejido social: gente denunciada falsamente por exparejas, trepas que ponen palos en las ruedas en el puesto de trabajo, o incluso ser el cabeza de turco de un grupo social (o de todo el país) por tener sexo con la persona equivocada, o por dejarse ver en público paseando sin ser consciente de ello cerca de donde se ha cometido algún asesinato o violación. La víctima perfecta para pagar por ese crimen, da igual que nada tenga que ver con él.
Es también por eso que prefiero el transporte de mercancías al de personas, como puede ser el conductor de un autobús o un taxi.
En fin, que si, que soy muy raro, pero me pregunto si la culpa de mi rareza y mi aversión hacia la gente es realmente culpa mía. Sinceramente, no lo creo.