Ejemplifico.
Si te digo que me gusta el fútbol, hablar de coches y que el nuevo disco del Canto del Loco mola mogollón... probablemente pienses que soy un tío vulgar que si estuviera contigo te haría llevar una vida no menos vulgar.
Sin embargo, si te digo que soy alcohólico, me gusta pelearme sin motivo cuando salgo de fiesta, suelo irme de putas y que ni estudio ni trabajo porque a mi en esta vida todo me suda el rabo... ahora mismo esté despertando interés en ti, que se manifestará en deseo de saber más sobre mi, pues chicos como yo verás que o pocos o ninguno. E inconscientemente, pensarás... para bien o para mal, como tú nadie me hará sentir igual, pues nadie es igual que tú.