TovarichKomisar
Aborto de Forero
- Registro
- 9 Jun 2008
- Mensajes
- 20
- Reacciones
- 0
Rda. St. Pere 232 - BCN
No pensaba acabar apuntándome aquí, pero aquí estoy. Supongo que lees las experiencias de otros como tú y te apetece compartirlas. Solo soy un novato en esto, llevaré menos de seis meses, pero me gustaría compartir unas experiencias que puedan ser útiles.
Y empiezo con el Olimpia. De mis, hasta la fecha, “quinteto" de experiencias (3 en BCN, 2 en Praga), 2 han sido en el Olimpia. Buen sitio. Me gustaron las habitaciones con ducha propia y hasta te ofrecen una bebida (pido siempre cafeina, a sabiendas que se quemará a posteriori). Aquí hay un ying y un yang, empezaré con la primera vez:
Edad del cliente: veintialgunos
Nombre "artístico": “Cheri”
Nacionalidad: Chilena
Edad: veintipocos
Dirección: Ronda St. Pere 32, 3º 2ª (hay portero, y aparcar es complicado…)
Teléfono: NPI,
Web: clausurada
Fecha de la experiencia: enero 2007
Tarifas: 70€ media hora
Duración del servicio: unos cuarenta minutillos, nunca llevo reloj en las salidas.
Descripción física: morena, buen cuerpo, pelo largo. Sudamericana encantadora.
Fuma?: No lo noté.
Vestimenta: Vestido negro matador.
Ambientación:
Tatuajes No me fijé
Da besos/morreos?: te devora.
Francés: francés sin.
Griego: No se probó.
Implicación: No está mal, aunque me fastidiaron sus prisas.
Chica recomendable?: No repetiré (me jodieron sus prisas again…)
Resumen experiencia: la primera vez siempre duele.
Valoración final: lo mejor: si vas a correrte rápido, la chica te da caña y le pone ganas.
Lo peor: con las prisas que da, no es recomendable para una primera vez (había hablado ya de las prisas….).
Allí me encontraba, en el salón del Olimpia una tarde sobre las cinco. En la clase de sitio que pensé que nunca frecuentaría. Pero has vivido una experiencia difícil y necesitas dar una alegría al cuerpo. Los nervios te comen. Ves el paseíllo y, en principio, nada interesante. Hasta que aparece Cheri, vestida para matar con un vestido negro, con escote palabra de honor, y una sonrisa amplia y generosa como sus pechos. Mira que iba por alguna rusa o eslava, pero acabo decidiéndome por esta sudamericana.
Me lleva a una habitación, donde me ducho. Primer error de novato, me regalo en la ducha. Salgo fresco como una rosa, pero el tiempo se me tira encima. Me empieza haciéndome un francés sin. Yo, estirado en la cama, me siento un rey y, con real generosidad, voy metiéndole dos dedos. Eso nos deriva a un 69. Aunque el que baje de los testículos hacia más abajo me da mal rollo y me incomoda un poco.
Preparado para la acción, me pongo encima de ella y este misionero va mordiéndole los pechos mientras tira para adelante. Embisto una y otra vez un buen rato. Lo pasas bien, aunque eso no quita el nerviosismo. Como te cuesta, es ella la que se pone encima de ti, y ella sigue tirando del carro a lo Messi.
Yo sigo y sigo, pero no llego. Y ella empieza a darme prisas diciendo de que no me aguante, que me corra ya. No puedo más que encogerme los hombros. Al final voy por lo práctico. Me saco un condón opresor de mi sistema sexual y acabo el trabajo a mano, corriéndome en sus pechos.
La charla posterior, en la que hablamos de trabajo y de nuestra procedencia, no estuvo mal. Pero pienso que fueron unos minutos que hubieran marcado la diferencia entre un polvazo y una primera vez mejorable. Aún me pregunto si he hecho lo correcto, y el margen de satisfacción de la experiencia es muy amplio.
Supongo que el mal rollo no me deja ser objetivo. La chica sabe y es/está buena, pero me jode el mal cuerpo que me dejó. Seguro que me la cepillaba ahora y salgo satisfecho, pero ya tuvo su chance y la desaprovechó. Toca ver nuevos mundos.
Y tras el yang, toca el buen ying.
Edad del cliente: veintialgunos
Nombre "artístico": “Estefanía”
Nacionalidad: argentina
Edad: veintipocos
Dirección: Ronda St. Pere 32, 3º 2ª (hay portero, y aparcar es complicado… yo iría en metro)
Teléfono: NPI,
Web: clausurada
Fecha de la experiencia: abril 2007
Tarifas: 70€ media hora
Duración del servicio: unos cuarenta minutillos, nunca llevo reloj en acción.
Descripción física: rubia, cuerpo de actriz porno.
Fuma?: No lo noté.
Vestimenta: Vestido negro matador, con escote con transparencias. Me puso solo verla
Ambientación:
Tatuajes No me fijé
Da besos/morreos?: da alguno bien dado.
Francés: francés sin.
Griego: casi me lo exige.
Implicación: sales de allí sintiéndote el amo. Te hace sentir bien.
Chica recomendable?: Sin duda. Si no fuera por que quiero tener otras experiencias, repetiría.
Resumen experiencia: Épica porteña.
Valoración final: lo mejor: Dulce, simpática y una fiera. No las tenía todas conmigo pero me hizo disfrutar muuucho.
Lo peor: ¿quizá ceceaba? ¿O era el acento argentino? Bueno, que me metiera treinta y pocos. Tonterías al fin y al cabo.
Pues allí estaba yo. Con el cuerpo cansado, pero pidiendo guerra tras el Red Bull que te has tomado. Tenía razones buenas para darme un alegrón al cuerpo, y quería volver a probar el sitio a ver si me quitaba la espinita.
El paseíllo de ese día es bastante mejor que el de la primera vez. No es festivo y hay menos gente, supongo. Me cruzo con Cheri y nos saludamos. Es curioso que me recuerde, no sé si debe ser habitual que te tengan calado y si es buena señal. Pero no pienso. Veo chicas realmente monas. Aunque cuando aparece Estefanía, con ese vestido negro con transparencias en el pecho, lo tengo claro. Hoy tampoco toca rusas, camarada comisario.
La madame me invita a la habitación. Me quito la corbata y ella llega para hacer la cama. Me desvisto y me pregunta al edad. Como siempre, pregunto cuantos piensa que tengo, y me pone 35. Le digo que baje, pero no se la ve muy convencida. Y necesita un buen rato para llegar a la respuesta correcta. Me dice que es argentina y que le gusta mi acento y nos reímos con algunas bromas.
No consigo que se duche conmigo al principio, quizá más tarde tenga más suerte. Ella de mientras se lava. Con ese pedazo de pecho, y esos mugrones insinuándose bajo las transparencias, salgo de la ducha rápida presto para la acción.
Nos besamos, y empieza el magreo. Me sienta en la cama, adulando a mi pene con un “me encanta tu polla”. Le pediría que me diera razones, pero estoy demasiado preocupado disfrutando de su francés sin.
Me pongo encima suyo y empiezo a bombearla, y pongo en una pierna encima de su hombro como he visto en los videos de entrenamiento. Así nos tiramos un rato hasta que ella se pone de cuatro patas. La penetro vaginalmente, agarrándola de los pechos y poniendo mis dedos en su boca. Hasta que ella me pide que le folle el culo.
Alarm!!!! Novedades en la zona. Siempre da morbo lo nuevo, pero algo de miedo. Prefiero que sea ella quien me oriente hacia el agujero correcto. Ella me pone y me dice que empuje. Al principio duele, aprietas y nada. Hasta que entras dentro.
Y te dejas llevar. Bombeas y ella grita en una interpretación digna del Oscar, pues no soy ningún fenómeno en acción. Bombeo un buen rato, y suerte que estaba cansado. Hasta que ella opta por sacarla y me hace estirarme para posarse encima mío. De coña, magreo los pezones mientras ella sube y baja.
Yo no las tenía todas conmigo. Pensaba que estaba demasiado cansado y que quizá no cumplía, pero el pequeño camarada quería mandar y opté por meterme en este baño de placer. Y noté que esta vez no debería ir a mano como con Cheri. Así que le dije que estaba a punto, y ella empezó a hacerme una mamada. Le dije que quería correrme en su boca, y ella accedió. Me hizo un francés sín de vertigo, y descargué. 10 puntos de 10. Así como al otra vez te quedaba la satisfacción de “mira, al menos te has follado una chica tremenda”, sales con un “chaval, que polvazo has pegado con ese pibón”.
Acabo muerto de agotamiento, pero valió la pena. Me quedo un rato en la cama. Ella me mesa el pelo y yo jugueteo con esos pechos grandes. Me dice que es de cerca de Buenos Aires y que lleva poco aquí. Me pregunta si tengo novia y hace algunas bromas. Ella es un poco mayor que yo y se sorprende. Se rie cuando le digo qu es la primera vez que se lo hago a una chica por detrás. En fin… me siento tan bien que al final pago todo feliz. La madame esta vez no es la que me lleva a la puerta. Nos despedimos con un beso y yo vuelvo a casa con una sonrisa en la boca.
Me gustó. Implicación, algo nuevo. Muy satisfactoria. Repetiría, aunque quiero probar otros sitios y otras chicas. Ars longa, vita brevis… y toca disfrutar y leer este foro para ver las recomendaciones, que son muy útiles para un lobo solitario como yo.
¡Saludos!
No pensaba acabar apuntándome aquí, pero aquí estoy. Supongo que lees las experiencias de otros como tú y te apetece compartirlas. Solo soy un novato en esto, llevaré menos de seis meses, pero me gustaría compartir unas experiencias que puedan ser útiles.
Y empiezo con el Olimpia. De mis, hasta la fecha, “quinteto" de experiencias (3 en BCN, 2 en Praga), 2 han sido en el Olimpia. Buen sitio. Me gustaron las habitaciones con ducha propia y hasta te ofrecen una bebida (pido siempre cafeina, a sabiendas que se quemará a posteriori). Aquí hay un ying y un yang, empezaré con la primera vez:
Edad del cliente: veintialgunos
Nombre "artístico": “Cheri”
Nacionalidad: Chilena
Edad: veintipocos
Dirección: Ronda St. Pere 32, 3º 2ª (hay portero, y aparcar es complicado…)
Teléfono: NPI,
Web: clausurada
Fecha de la experiencia: enero 2007
Tarifas: 70€ media hora
Duración del servicio: unos cuarenta minutillos, nunca llevo reloj en las salidas.
Descripción física: morena, buen cuerpo, pelo largo. Sudamericana encantadora.
Fuma?: No lo noté.
Vestimenta: Vestido negro matador.
Ambientación:
Tatuajes No me fijé
Da besos/morreos?: te devora.
Francés: francés sin.
Griego: No se probó.
Implicación: No está mal, aunque me fastidiaron sus prisas.
Chica recomendable?: No repetiré (me jodieron sus prisas again…)
Resumen experiencia: la primera vez siempre duele.
Valoración final: lo mejor: si vas a correrte rápido, la chica te da caña y le pone ganas.
Lo peor: con las prisas que da, no es recomendable para una primera vez (había hablado ya de las prisas….).
Allí me encontraba, en el salón del Olimpia una tarde sobre las cinco. En la clase de sitio que pensé que nunca frecuentaría. Pero has vivido una experiencia difícil y necesitas dar una alegría al cuerpo. Los nervios te comen. Ves el paseíllo y, en principio, nada interesante. Hasta que aparece Cheri, vestida para matar con un vestido negro, con escote palabra de honor, y una sonrisa amplia y generosa como sus pechos. Mira que iba por alguna rusa o eslava, pero acabo decidiéndome por esta sudamericana.
Me lleva a una habitación, donde me ducho. Primer error de novato, me regalo en la ducha. Salgo fresco como una rosa, pero el tiempo se me tira encima. Me empieza haciéndome un francés sin. Yo, estirado en la cama, me siento un rey y, con real generosidad, voy metiéndole dos dedos. Eso nos deriva a un 69. Aunque el que baje de los testículos hacia más abajo me da mal rollo y me incomoda un poco.
Preparado para la acción, me pongo encima de ella y este misionero va mordiéndole los pechos mientras tira para adelante. Embisto una y otra vez un buen rato. Lo pasas bien, aunque eso no quita el nerviosismo. Como te cuesta, es ella la que se pone encima de ti, y ella sigue tirando del carro a lo Messi.
Yo sigo y sigo, pero no llego. Y ella empieza a darme prisas diciendo de que no me aguante, que me corra ya. No puedo más que encogerme los hombros. Al final voy por lo práctico. Me saco un condón opresor de mi sistema sexual y acabo el trabajo a mano, corriéndome en sus pechos.
La charla posterior, en la que hablamos de trabajo y de nuestra procedencia, no estuvo mal. Pero pienso que fueron unos minutos que hubieran marcado la diferencia entre un polvazo y una primera vez mejorable. Aún me pregunto si he hecho lo correcto, y el margen de satisfacción de la experiencia es muy amplio.
Supongo que el mal rollo no me deja ser objetivo. La chica sabe y es/está buena, pero me jode el mal cuerpo que me dejó. Seguro que me la cepillaba ahora y salgo satisfecho, pero ya tuvo su chance y la desaprovechó. Toca ver nuevos mundos.
Y tras el yang, toca el buen ying.
Edad del cliente: veintialgunos
Nombre "artístico": “Estefanía”
Nacionalidad: argentina
Edad: veintipocos
Dirección: Ronda St. Pere 32, 3º 2ª (hay portero, y aparcar es complicado… yo iría en metro)
Teléfono: NPI,
Web: clausurada
Fecha de la experiencia: abril 2007
Tarifas: 70€ media hora
Duración del servicio: unos cuarenta minutillos, nunca llevo reloj en acción.
Descripción física: rubia, cuerpo de actriz porno.
Fuma?: No lo noté.
Vestimenta: Vestido negro matador, con escote con transparencias. Me puso solo verla
Ambientación:
Tatuajes No me fijé
Da besos/morreos?: da alguno bien dado.
Francés: francés sin.
Griego: casi me lo exige.
Implicación: sales de allí sintiéndote el amo. Te hace sentir bien.
Chica recomendable?: Sin duda. Si no fuera por que quiero tener otras experiencias, repetiría.
Resumen experiencia: Épica porteña.
Valoración final: lo mejor: Dulce, simpática y una fiera. No las tenía todas conmigo pero me hizo disfrutar muuucho.
Lo peor: ¿quizá ceceaba? ¿O era el acento argentino? Bueno, que me metiera treinta y pocos. Tonterías al fin y al cabo.
Pues allí estaba yo. Con el cuerpo cansado, pero pidiendo guerra tras el Red Bull que te has tomado. Tenía razones buenas para darme un alegrón al cuerpo, y quería volver a probar el sitio a ver si me quitaba la espinita.
El paseíllo de ese día es bastante mejor que el de la primera vez. No es festivo y hay menos gente, supongo. Me cruzo con Cheri y nos saludamos. Es curioso que me recuerde, no sé si debe ser habitual que te tengan calado y si es buena señal. Pero no pienso. Veo chicas realmente monas. Aunque cuando aparece Estefanía, con ese vestido negro con transparencias en el pecho, lo tengo claro. Hoy tampoco toca rusas, camarada comisario.
La madame me invita a la habitación. Me quito la corbata y ella llega para hacer la cama. Me desvisto y me pregunta al edad. Como siempre, pregunto cuantos piensa que tengo, y me pone 35. Le digo que baje, pero no se la ve muy convencida. Y necesita un buen rato para llegar a la respuesta correcta. Me dice que es argentina y que le gusta mi acento y nos reímos con algunas bromas.
No consigo que se duche conmigo al principio, quizá más tarde tenga más suerte. Ella de mientras se lava. Con ese pedazo de pecho, y esos mugrones insinuándose bajo las transparencias, salgo de la ducha rápida presto para la acción.
Nos besamos, y empieza el magreo. Me sienta en la cama, adulando a mi pene con un “me encanta tu polla”. Le pediría que me diera razones, pero estoy demasiado preocupado disfrutando de su francés sin.
Me pongo encima suyo y empiezo a bombearla, y pongo en una pierna encima de su hombro como he visto en los videos de entrenamiento. Así nos tiramos un rato hasta que ella se pone de cuatro patas. La penetro vaginalmente, agarrándola de los pechos y poniendo mis dedos en su boca. Hasta que ella me pide que le folle el culo.
Alarm!!!! Novedades en la zona. Siempre da morbo lo nuevo, pero algo de miedo. Prefiero que sea ella quien me oriente hacia el agujero correcto. Ella me pone y me dice que empuje. Al principio duele, aprietas y nada. Hasta que entras dentro.
Y te dejas llevar. Bombeas y ella grita en una interpretación digna del Oscar, pues no soy ningún fenómeno en acción. Bombeo un buen rato, y suerte que estaba cansado. Hasta que ella opta por sacarla y me hace estirarme para posarse encima mío. De coña, magreo los pezones mientras ella sube y baja.
Yo no las tenía todas conmigo. Pensaba que estaba demasiado cansado y que quizá no cumplía, pero el pequeño camarada quería mandar y opté por meterme en este baño de placer. Y noté que esta vez no debería ir a mano como con Cheri. Así que le dije que estaba a punto, y ella empezó a hacerme una mamada. Le dije que quería correrme en su boca, y ella accedió. Me hizo un francés sín de vertigo, y descargué. 10 puntos de 10. Así como al otra vez te quedaba la satisfacción de “mira, al menos te has follado una chica tremenda”, sales con un “chaval, que polvazo has pegado con ese pibón”.
Acabo muerto de agotamiento, pero valió la pena. Me quedo un rato en la cama. Ella me mesa el pelo y yo jugueteo con esos pechos grandes. Me dice que es de cerca de Buenos Aires y que lleva poco aquí. Me pregunta si tengo novia y hace algunas bromas. Ella es un poco mayor que yo y se sorprende. Se rie cuando le digo qu es la primera vez que se lo hago a una chica por detrás. En fin… me siento tan bien que al final pago todo feliz. La madame esta vez no es la que me lleva a la puerta. Nos despedimos con un beso y yo vuelvo a casa con una sonrisa en la boca.
Me gustó. Implicación, algo nuevo. Muy satisfactoria. Repetiría, aunque quiero probar otros sitios y otras chicas. Ars longa, vita brevis… y toca disfrutar y leer este foro para ver las recomendaciones, que son muy útiles para un lobo solitario como yo.
¡Saludos!