Los moros siempre han sido así, cobardes y pendencieros, incluso entre ellos mismos, es su naturaleza putrefacta y eso no se puede cambiar. Cuando tienes a más de un millón de amantes de cabras dentro de tus fronteras te arriesgas a esto, a convertir barrios enteros en zonas sin ley, o "no go zones", donde toda esta morralla se dedica a imponer su ley a golpe de machete. Los de arriba, los que los han traído, en su espíritu de traición permanente, saben muy bien que metiendo a 10 millones de moroniggers en suelo patrio la verbena está servida, y solo es cuestión de tiempo que terminemos como en la Pérfida Albión, porque aquí las autoridades traidoras y enemigas del pueblo español proceden exactamente igual, justificando las tropelías moroniggers (violaciones, asesinatos y robos diarios) y dejándolas impunes al tiempo que estigmatizan a la población nativa y la culpan de todos los males, jodiéndola por todos lados y exprimiéndola para hacer frente a las paguitas moronegras, que no se pagan solas.
Lo del padre del Yamal no es más que una constatación de lo anterior, pueden tener dinero y medios para vivir mejor que cualquier español medio, pero su naturaleza está ligada a la cultura del machetazo y la bronca permanente, ya sea para robar, matar o violar, o simplemente como parte de una trifulca después de ponerse ciego de alcohol. Ahora bien, aquí los mass mierda tienen gran parte de la culpa, con sus furcias mediáticas, que se dedican a verter el relato de siempre, "ultraderecha, gñeee", "fachapobre, Franco gñee" y demás gilipolleces propias de anacéfalos con un cerebro-cacahuete con textura de uva pasa. Al final se va a liar gordísima en toda Europa occidental, a la que los liberales, esos de la OTAN que hablan de la defensa de libertades en Ucrania apoyando al habichuelo psicópata de Zelensky, han destruido por completo y así tendrán la excusa para declarar la ley marcial y cumplir con su amada Agenda esclavista del 2030, porque todo esto está perfectamente planificado. Estos hijos de la gran puta no dan puntada sin hilo.