Si hay algún país por el que tengo predilección es por el pequeño Estado judío. Es un país interesantísimo desde cualquier prisma, histórico, social, político, religioso..., cualquiera, vamos. Si a eso le sumamos que uno es un nostálgico de las cruzadas y sociólogo-teólogo en ratos libres, no os digo más.
Todo el mundo ha oído hablar de Israel, pero no todos disponen de información veraz, por motivos que desconozco hay un extraño velo mediático sobre todo lo que tiene que ver con este país y también un inexplicable desprecio hacia los hebreos (que no son la única etnia del país, aunque sí la dominante).
Su territorio no llega viene a ser poco más grande que las provincias de Alicante y Valencia juntas, su población es de unos 7 millones y medio y tiene un nivel de vida similar al de España. Lejos de lo que pueden pensar muchos, no es un país desértico, sólo de Ashcalon (50 km de Tel Aviv hacia el Sur) para abajo uno se encuentra con el desierto, el Neguev (las zonas de Cisjordania no israelíes también son algo desérticas). La mitad Norte del país es generalmente verde (tampoco creáis que es como Galicia).
El que sepa inglés no tendrá problemas de comunicación, aunque sorprende ver la cantidad de gente que habla español.
Ni que decir tiene la sensación de contemplar las murallas de la Ciudad Dorada desde los montes que la circundan, aunque no llores sientes en tus mejillas la lágrimas de Godofredo de Bouillon, de Tancredo, de todos los cruzados y todas las lágrimas que se han vertido allí en la historia. O lo muy palote que se pone uno al ver el lugar donde estuvieron enterrados los reyes cristianos de Jerusalén. O visitar Tel Meggido, Cafarnaún, ver los Cuernos de Hattin, el lago Tiberíades...
Si lo visitáis no dudéis en alquilar un coche, así podréis recorrer el país entero. Evidentemente, no es un viaje turístico al uso, ni siquiera es un país bonito, lo ideal es ir a mezclarse con la gente y conocer de primera mano qué es lo que se cuece allí.
Todo el mundo ha oído hablar de Israel, pero no todos disponen de información veraz, por motivos que desconozco hay un extraño velo mediático sobre todo lo que tiene que ver con este país y también un inexplicable desprecio hacia los hebreos (que no son la única etnia del país, aunque sí la dominante).
Su territorio no llega viene a ser poco más grande que las provincias de Alicante y Valencia juntas, su población es de unos 7 millones y medio y tiene un nivel de vida similar al de España. Lejos de lo que pueden pensar muchos, no es un país desértico, sólo de Ashcalon (50 km de Tel Aviv hacia el Sur) para abajo uno se encuentra con el desierto, el Neguev (las zonas de Cisjordania no israelíes también son algo desérticas). La mitad Norte del país es generalmente verde (tampoco creáis que es como Galicia).
El que sepa inglés no tendrá problemas de comunicación, aunque sorprende ver la cantidad de gente que habla español.
Ni que decir tiene la sensación de contemplar las murallas de la Ciudad Dorada desde los montes que la circundan, aunque no llores sientes en tus mejillas la lágrimas de Godofredo de Bouillon, de Tancredo, de todos los cruzados y todas las lágrimas que se han vertido allí en la historia. O lo muy palote que se pone uno al ver el lugar donde estuvieron enterrados los reyes cristianos de Jerusalén. O visitar Tel Meggido, Cafarnaún, ver los Cuernos de Hattin, el lago Tiberíades...
Si lo visitáis no dudéis en alquilar un coche, así podréis recorrer el país entero. Evidentemente, no es un viaje turístico al uso, ni siquiera es un país bonito, lo ideal es ir a mezclarse con la gente y conocer de primera mano qué es lo que se cuece allí.