Lo primero, el pitoniso no tiene lipodistrofia, está tísico, delgado, chupado , llámale como quieras, si tuviese lipodistrofia con esa masa de grasa paúper en en el cuerpo se le notaría un huevo.
Antonio Vega y su sidrazo son un claro ejemplo.
Y lo segundo, yo no me posiciono en en lado de ninguna conspiraonia ni en ningún momento he dicho que hay que dejar de banda los cócteles, pasa que no os enteráis de la película y tropezáis.
Los retrovirales aparecieron en la primera mitad de los 90 y han sido el maná para que esta gente puede vivir un promedio de más de 20 años con el bicho encima, eso no quita que sea una medicacíon ciertamente agresiva y exenta de una larga lista de efectos secundarios, pero aún así funciona y mucho.
Ahora bien, la historia del bichito data desde los 80 y hasta que apareció esta medicación el único que se les administró a los contagiados como lo que se pensaba que podría ser el único remedio era el AZT , y aquí si que hay mierda para todos, porque aquello más que combatir el virus enviaba a los contagiados a la caja de pino en pocos meses, ni siquiera era un retroviral sinó lo más cercano a una quimioterapia en pastillas ¿quimioterapia-virus?, no hase falta desir nada más, y cualquier médico de la seguridad social hoy en día sólo de recordar que lo administraba se lleva las manos a la cabeza y prefiere cambiar de asunto.
Pasa que a toro pasado todo se ve de otra manera, pero hay que situarse en los 80 y ver que la perspectiva de la medicina era la de estar en completas pelotas ante el nuevo fenómeno.
Por cierto, Magic Johnson dicho de su propia boca jamás tomó AZT con continuidad, le bastaron dos o tres semanas a base de ese mataratas para desistir del tratamiento, y acertó, en cambio al pobre Freddie Mercury lo atiborraron desde el primer día.
La historia de la medicina está llena de pifias del momento , que tarde o temprano se admiten, lo del AZT ya está admitido hoy en día en cualquier universidad como tratamiento que mejor olvidar para la memoria pero como ya digo cuando saltó de repente la epidemia no había nada para combatirla, nada es nada.