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Subnormal fachilla de pastel
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Ahora que me he acordado, abro el hilo este aquí:
La victoria de la selección española de fútbol en la Eurocopa de Austria y Suiza ha desencadenado una ola de patriotismo. La gente por las calles ha ondeado banderas como nunca, o al menos, como nunca desde hace 20 ó 30 años, y el fenómeno se ha producido en todas las regiones, incluyendo las separatistas.
Pero yo no me fío nada de este aparente patriotismo. No me creo que sea sólido, real, sincero, por varios motivos:
Lo que yo creo es que estas manifestaciones de aparente patriotismo son una gran hipocresía, una vía de escape que sirve para que la gente se vea a sí misma como patriota y acallar su conciencia por su mezquino y pasivo comportamiento diario ante los problemas mencionados antes. Es un autoengaño más, como el que da una limosna a un pordiosero y se cree muy caritativo mientras que luego en su trabajo no duda en despedir a unos cuantos empleados para ganar más dinero. Al vulgo le encanta autoengañarse.
Y no sólo este patriotismo de Eurocopa es un autoengaño para mucha gente, es falso, sino que por eso mismo y por lo tanto peor, es contraproducente, pues habiendo tranquilizado las conciencias de la chusma, estando ya autoconvencidos de lo muy patriotas que son por haber celebrado una victoria en algo que en realidad no tiene ninguna importancia como es una competición de fútbol, no van a esforzarse lo más mínimo para enfrentar los problemas reales que el país tiene. Gente que muestra orgullo nacionalista sólo cuando las cosas van bien y además, en asuntos de importancia nula como es el fútbol, no me interesa y no la aprecio. ¿Desde cuándo es más importante el símbolo que el objeto real al cual el símbolo referencia?. Ganar en fútbol es ganar nada. Es como preferir salvar la bandera a la nación real a la que representa.
El fútbol y resto de acontecimientos deportivos forman parte del sistema hedonista de aborregamiento poblacional y es una manera de canalizar el patriotismo de una manera inocua e improductiva que no inquieta ni molesta. Veamos quiénes son los que estimulan ese patriotismo falso de Eurocopa:
Especialmente nauseabundo ha sido ver a esa gentuza pasiva, conformista e hipócrita sacar a relucir del recuerdo a personajes históricos (héroes y conquistadores), usándolos como talismán para dar suerte o para identificarse con ellos, que es como si se pretendiera equiparar o identificar una chabola con un palacio. Blasfemia.
“Yo soy español”, repetía la gente en la celebración tras ganar la Eurocopa. Sí, español de mierda, como escribí hace poco, añado yo. Ojalá me equivoque, y esto haya sido una demostración de que las cosas están cambiando, pero mientras no se me demuestre lo contrario, esta es la realidad y la verdad.
La victoria de la selección española de fútbol en la Eurocopa de Austria y Suiza ha desencadenado una ola de patriotismo. La gente por las calles ha ondeado banderas como nunca, o al menos, como nunca desde hace 20 ó 30 años, y el fenómeno se ha producido en todas las regiones, incluyendo las separatistas.
Pero yo no me fío nada de este aparente patriotismo. No me creo que sea sólido, real, sincero, por varios motivos:
- Es muy fácil apuntarse en el bando de los ganadores. Hablando de fútbol como es este caso, está también muy comprobado que hay más madridistas cuando el Real Madrid gana un título. Cuando no lo gana, hay mucha gente que dice que pasa del fútbol. O sea, son madridistas cuando se gana. Esto le sucede a todos los clubes de fútbol, y la selección nacional no iba a ser la excepción.
- Hasta la llegada de la Eurocopa, España tenía y sigue teniendo gravísimos problemas, estando inmersa en un proceso de destrucción moral (hedonismo, materialismo, individualismo egoísta), que es la base para las demás destrucciones: política (separatismos) y la más importante, poblacional (invasión inmigrante), por no hablar de asuntos como el precio de la vivienda, la delincuencia o el desempleo. Ante esos problemas, no se apreciaba un patriotismo generalizado en el país que los afrontara, sino todo lo contrario: esa falta de patriotismo es la causa por acción o al menos por omisión de que esos problemas se mantengan y/o aumenten.
- Anécdotas como gente manteando a negros inmigrantes durante la celebración, queriéndolos identificar con Marcos Senna, mostrándoles así su aceptación y no su rechazo.
Lo que yo creo es que estas manifestaciones de aparente patriotismo son una gran hipocresía, una vía de escape que sirve para que la gente se vea a sí misma como patriota y acallar su conciencia por su mezquino y pasivo comportamiento diario ante los problemas mencionados antes. Es un autoengaño más, como el que da una limosna a un pordiosero y se cree muy caritativo mientras que luego en su trabajo no duda en despedir a unos cuantos empleados para ganar más dinero. Al vulgo le encanta autoengañarse.
Y no sólo este patriotismo de Eurocopa es un autoengaño para mucha gente, es falso, sino que por eso mismo y por lo tanto peor, es contraproducente, pues habiendo tranquilizado las conciencias de la chusma, estando ya autoconvencidos de lo muy patriotas que son por haber celebrado una victoria en algo que en realidad no tiene ninguna importancia como es una competición de fútbol, no van a esforzarse lo más mínimo para enfrentar los problemas reales que el país tiene. Gente que muestra orgullo nacionalista sólo cuando las cosas van bien y además, en asuntos de importancia nula como es el fútbol, no me interesa y no la aprecio. ¿Desde cuándo es más importante el símbolo que el objeto real al cual el símbolo referencia?. Ganar en fútbol es ganar nada. Es como preferir salvar la bandera a la nación real a la que representa.
El fútbol y resto de acontecimientos deportivos forman parte del sistema hedonista de aborregamiento poblacional y es una manera de canalizar el patriotismo de una manera inocua e improductiva que no inquieta ni molesta. Veamos quiénes son los que estimulan ese patriotismo falso de Eurocopa:
- El canal de televisión Cuatro, de ideología progre y habitualmente antiespañolista (proinmigracionista, proseparatista, homosexualista, mundialista, etc.). Que esta gentuza haya ganado dinero con una cosa de todos, como es la selección española de fútbol, es un robo y se merece meter en la cárcel a unos cuantos.
- La UEFA, que aprovecha el acontecimiento deportivo para asociarlo con lo que llaman “antirracismo” que es racismo antiblanco, la criminalización de la población autóctona que se niega a dejarse exterminar y sustituir por invasores inmigrantes de otras razas.
- Parásitos siempre procurando salir en la foto: Familia Irreal y políticos, siempre deseosos de asociar su imagen con éxitos deportivos.
Especialmente nauseabundo ha sido ver a esa gentuza pasiva, conformista e hipócrita sacar a relucir del recuerdo a personajes históricos (héroes y conquistadores), usándolos como talismán para dar suerte o para identificarse con ellos, que es como si se pretendiera equiparar o identificar una chabola con un palacio. Blasfemia.
“Yo soy español”, repetía la gente en la celebración tras ganar la Eurocopa. Sí, español de mierda, como escribí hace poco, añado yo. Ojalá me equivoque, y esto haya sido una demostración de que las cosas están cambiando, pero mientras no se me demuestre lo contrario, esta es la realidad y la verdad.