Sir Ano de Bergerac
La becaria de Aramís Fuster.
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Iba a responder un tochazo a @Uncle Meat en el hilo del covid, pero veo que me estaba saliendo un poco del asunto y sería interesante que desarrolláramos en otro lugar nuestras hipótesis magufadas sobre cómo se estructura el poder.
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Ese es uno de los mayores logros sobre los que se sustenta el poder: que pienses que son tontos y no se ponen de acuerdo.
Estamos acostumbrados a ver a la clase política a la que han puesto ahí para que descarguemos sobre ellos nuestra frustración, proyectemos sobre ellos nuestro inofensivo capital ideológico y nos quedemos con la idea de que el mundo es una pugna entre unos y otros cuando es un teatrillo de lo más cutre. Y me dirás ¿pero cómo se van a poner de acuerdo tantos políticos y agentes del sistema en una conspiración tan grande? Y yo te diré que no hace falta que todos estén compinchados, aquí hay varios niveles y sólo se acercan a la verdad los que están más arriba y los políticos son, todos ellos, de los escalones de abajo. Hay suficientes motivaos y psicópatas ambiciosos en el mundo como para cubrir la mayoría de puestos políticos haciendo exactamente lo que tienen que hacer sin que nadie les tenga que dar instrucciones. Se trata de elegir a la gente adecuada. Y esto de elegir es una simplificación, más bien lo que se ha hecho es diseñar un sistema de promoción en el que asciende quien posee determinadas características y no prospera quien posee otras.
Lo que deberías analizar es que si las estructuras de poder siempre tienden a la acumulación, el control y la jerarquía, cómo puede ser que el mundo está gobernado por este caos aparente y estos equilibrios precarios entre poderes. En qué cabeza cabe que la gente que tiene intereses que van más allá de lo ideológico va a permitir que cada cuatro años llegue alguien nuevo y les cambie el rumbo de sus proyectos en las democracias occidentales. Y estamos hablando solamente de los puestos más bajos de la pirámide, de, por ejemplo, quien posee una multinacional que supera el PIB de varios estados; dejemos para otro día a quien le suda tres cojones el enriquecimiento económico porque lo ha trascendido y lo que hace es diseñar el tipo de sociedad que quiere para 10, 20 o 30 años vista.
Todo esto que digo puede corroborarse con mucha más perspectiva si se lee historia con un poco de perspicacia. Lo que habría que preguntarse es, si siempre ha funcionado de la misma manera, por qué ahora nos creemos con pasmosa credulidad esta pantalla sobre la que descargamos toda nuestra capacidad crítica.
Es contralógico desde cualquier punto de vista. Sólo hay que ver cómo funciona el poder, qué lógicas implica su despliegue para darse cuenta de que las democracias liberales de chichinabo que nos han plantado son algo que no tiene ningún tipo de sentido. Que no puede ser que con los intereses que existen más allá del circo mediático, quien tenga verdadero poder se resigne a que tomen decisiones sobre su futuro millones de borregos en base a ideologías fabricadas industrialmente. Esa arbitrariedad no concuerda con ninguna de las formas naturales bajo las que se manifiesta el poder.
Lo que sí le interesa y mucho al poder es ocultar su influencia, esconder las huellas de su autoritarismo feroz, de sus verdaderos intereses, hacer creer que los de abajo lo comparten con ellos y tienen oportunidad de conquistar su porción, que se han ganado este derecho a base de conquistas heroicas con sangre, sudor y lágrimas.
Gustavo Bueno decía que el motor del mundo era la dialéctica de estados y no la lucha de clases como decía Marx. Eso es cierto en un nivel: hay miles de agentes que están comprometidos en ese nivel y luchan desde ahí como si les fuera la vida en ello, pero hay niveles por encima de éste en los que los bloques ideológicos, los intereses estatales e incluso económicos son sólo aparentes.
La ciencia está haciendo exactamente lo que tiene que hacer porque no es más que otro brazo de este sistema como son también los mass media que legitiman y asientan su poder. La falacia de que no estamos capacitados a opinar porque somos unos ignorantes es una de las capas defensivas de la ciencia que tiende a la hiperespecialización y se hace invulnerable desde ahí porque muy poca gente está capacitada para opinar sobre nada así que hay que fiarse de lo que digan los expertos. Una cosa son los detalles técnicos y otra los fallos lógicos que podemos y debemos identificar como bien se lleva haciendo en este hilo. Los vas a encontrar a patadas.
Si tú y muchos otros supiérais realmente como funciona una universidad por dentro y cuán corrompida está por los poderes no tendrías una imagen tan idealizada de cómo se investiga y se forma el conocimiento en entornos académicos. Pero ya sé que para la mayoría es otro mito de carácter cuasireligioso.
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Tu post tiene un único acierto: reconocer que existen poderes suprapolíticos que se benefician del caos aparente y eso ya te sitúa, al menos, un escalón por encima de todos estos terneros que compran con credulidad la película disney que les vende antena 3.
Ese es uno de los mayores logros sobre los que se sustenta el poder: que pienses que son tontos y no se ponen de acuerdo.
Estamos acostumbrados a ver a la clase política a la que han puesto ahí para que descarguemos sobre ellos nuestra frustración, proyectemos sobre ellos nuestro inofensivo capital ideológico y nos quedemos con la idea de que el mundo es una pugna entre unos y otros cuando es un teatrillo de lo más cutre. Y me dirás ¿pero cómo se van a poner de acuerdo tantos políticos y agentes del sistema en una conspiración tan grande? Y yo te diré que no hace falta que todos estén compinchados, aquí hay varios niveles y sólo se acercan a la verdad los que están más arriba y los políticos son, todos ellos, de los escalones de abajo. Hay suficientes motivaos y psicópatas ambiciosos en el mundo como para cubrir la mayoría de puestos políticos haciendo exactamente lo que tienen que hacer sin que nadie les tenga que dar instrucciones. Se trata de elegir a la gente adecuada. Y esto de elegir es una simplificación, más bien lo que se ha hecho es diseñar un sistema de promoción en el que asciende quien posee determinadas características y no prospera quien posee otras.
Lo que deberías analizar es que si las estructuras de poder siempre tienden a la acumulación, el control y la jerarquía, cómo puede ser que el mundo está gobernado por este caos aparente y estos equilibrios precarios entre poderes. En qué cabeza cabe que la gente que tiene intereses que van más allá de lo ideológico va a permitir que cada cuatro años llegue alguien nuevo y les cambie el rumbo de sus proyectos en las democracias occidentales. Y estamos hablando solamente de los puestos más bajos de la pirámide, de, por ejemplo, quien posee una multinacional que supera el PIB de varios estados; dejemos para otro día a quien le suda tres cojones el enriquecimiento económico porque lo ha trascendido y lo que hace es diseñar el tipo de sociedad que quiere para 10, 20 o 30 años vista.
Todo esto que digo puede corroborarse con mucha más perspectiva si se lee historia con un poco de perspicacia. Lo que habría que preguntarse es, si siempre ha funcionado de la misma manera, por qué ahora nos creemos con pasmosa credulidad esta pantalla sobre la que descargamos toda nuestra capacidad crítica.
Es contralógico desde cualquier punto de vista. Sólo hay que ver cómo funciona el poder, qué lógicas implica su despliegue para darse cuenta de que las democracias liberales de chichinabo que nos han plantado son algo que no tiene ningún tipo de sentido. Que no puede ser que con los intereses que existen más allá del circo mediático, quien tenga verdadero poder se resigne a que tomen decisiones sobre su futuro millones de borregos en base a ideologías fabricadas industrialmente. Esa arbitrariedad no concuerda con ninguna de las formas naturales bajo las que se manifiesta el poder.
Lo que sí le interesa y mucho al poder es ocultar su influencia, esconder las huellas de su autoritarismo feroz, de sus verdaderos intereses, hacer creer que los de abajo lo comparten con ellos y tienen oportunidad de conquistar su porción, que se han ganado este derecho a base de conquistas heroicas con sangre, sudor y lágrimas.
Gustavo Bueno decía que el motor del mundo era la dialéctica de estados y no la lucha de clases como decía Marx. Eso es cierto en un nivel: hay miles de agentes que están comprometidos en ese nivel y luchan desde ahí como si les fuera la vida en ello, pero hay niveles por encima de éste en los que los bloques ideológicos, los intereses estatales e incluso económicos son sólo aparentes.
La ciencia está haciendo exactamente lo que tiene que hacer porque no es más que otro brazo de este sistema como son también los mass media que legitiman y asientan su poder. La falacia de que no estamos capacitados a opinar porque somos unos ignorantes es una de las capas defensivas de la ciencia que tiende a la hiperespecialización y se hace invulnerable desde ahí porque muy poca gente está capacitada para opinar sobre nada así que hay que fiarse de lo que digan los expertos. Una cosa son los detalles técnicos y otra los fallos lógicos que podemos y debemos identificar como bien se lleva haciendo en este hilo. Los vas a encontrar a patadas.
Si tú y muchos otros supiérais realmente como funciona una universidad por dentro y cuán corrompida está por los poderes no tendrías una imagen tan idealizada de cómo se investiga y se forma el conocimiento en entornos académicos. Pero ya sé que para la mayoría es otro mito de carácter cuasireligioso.
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