La verdad es que no se muy bien cómo enfocar esto.
Estoy en un tren a Milán, de ahí al aeropuerto y a volar hasta Andalucía, donde me espera mi doncella, en los brazos de la cual pasaré una semana.
Es la primera vez que viajo ligero (una mochila), normalmente voy con maleta, el cacharro con su asiento extra en el avión y la mochila, siempre la misma.
En la fila de delante, al otro lado del pasillo, tengo a una negra que alterna el leer el manual de conducir con intentar dormir. Se acaba de levantar al baño (a unos 3 metros a mi espalda) y he podido apreciar que es alta y tiene un buen cuerpo.
No hay mucho movimiento en el tren, han pasado un par de negros civilizados (iban con un gran jolgorio mañanero pero olían de puta madre, en España solo los he encontrado con olor a cuero. Incluso en el ejercicio, en cada unidad hay un negro, olían así el par con el que me crucé incluso recién salidos de la ducha), una chica con unos leggins transparentes y braguita brasileña metida en el culo que estaba bastante bien y algún que otro pasajero anónimo.
Ahora, a las 6:18, tras una hora aquí metido, se ha llenado el vagón de gente.
Pues resulta que ayer, al acabar de hacer la mochila (ropa interior, camisetas, un pijama, pantuflas, jersey de recambio, cepillo de dientes y poco más), me dejé preparados un par de sándwiches y dos manzanas.
Estaba con los ojos cerrados y me venían pensamientos foriles, me planteaba si poner mierdas sueltas del viaje dispersas en mis escasos masunos, si hacerme un blog en el subforo viajes, si escribir y tal vez quedar con los floreros autóctonos (cosa que he desechado, que hago echando un té con @Cachondo Mental, ¿Le pregunto qué tal las putas? O con @TheSmokingMan... Estaría cojonudo... pero no me imagino a dos autistas hijosdelagranputa en un bar sin saber que decir. Robarle no lo contemplo... Y, aunque soy pobre como una rata, tampoco le voy ofrecer una mamada a cambio de unos euros. Por ahora).
Al final mi resolución fue no hacerlo, no escribo bien, no creo tener una visión lo suficientemente global como para estructurar nada de lo que escribo, soy medio retrasado, el cerebro me va a pedales, no soy capaz de responsabilizarme y dar continuidad a nada de lo que aquí haga, pasaba de hacer fotos,...
Y no volví a pensar en ello.
Minutos después me entró hambre y me puse a zampar. Me hizo mucha gracia darme cuenta que estaba arruinando la ducha mañanera, la cual no entraba en mis planes primigenios, con un par de sándwiches llenos de pestilentes anchoas (he nacido por y para el foro). Ir oliendo a jabón por tener aliento de troll de río.
El segundo emparedado me lo comí con las piernas cruzadas y en algún momento me quedé embobado mirando mi pie.
La historia se repetía. El bucle acababa de dar una vuelta completa.
Me dije ME CAGO EN MI PUTA VIDA.
Y LOL me obligó a venir aquí y mostraros lo que había visto.
Y he aquí la prueba de ello.
Me falta la maletilla esa de niño.
Estoy en un tren a Milán, de ahí al aeropuerto y a volar hasta Andalucía, donde me espera mi doncella, en los brazos de la cual pasaré una semana.
Es la primera vez que viajo ligero (una mochila), normalmente voy con maleta, el cacharro con su asiento extra en el avión y la mochila, siempre la misma.
En la fila de delante, al otro lado del pasillo, tengo a una negra que alterna el leer el manual de conducir con intentar dormir. Se acaba de levantar al baño (a unos 3 metros a mi espalda) y he podido apreciar que es alta y tiene un buen cuerpo.
No hay mucho movimiento en el tren, han pasado un par de negros civilizados (iban con un gran jolgorio mañanero pero olían de puta madre, en España solo los he encontrado con olor a cuero. Incluso en el ejercicio, en cada unidad hay un negro, olían así el par con el que me crucé incluso recién salidos de la ducha), una chica con unos leggins transparentes y braguita brasileña metida en el culo que estaba bastante bien y algún que otro pasajero anónimo.
Ahora, a las 6:18, tras una hora aquí metido, se ha llenado el vagón de gente.
Pues resulta que ayer, al acabar de hacer la mochila (ropa interior, camisetas, un pijama, pantuflas, jersey de recambio, cepillo de dientes y poco más), me dejé preparados un par de sándwiches y dos manzanas.
Estaba con los ojos cerrados y me venían pensamientos foriles, me planteaba si poner mierdas sueltas del viaje dispersas en mis escasos masunos, si hacerme un blog en el subforo viajes, si escribir y tal vez quedar con los floreros autóctonos (cosa que he desechado, que hago echando un té con @Cachondo Mental, ¿Le pregunto qué tal las putas? O con @TheSmokingMan... Estaría cojonudo... pero no me imagino a dos autistas hijosdelagranputa en un bar sin saber que decir. Robarle no lo contemplo... Y, aunque soy pobre como una rata, tampoco le voy ofrecer una mamada a cambio de unos euros. Por ahora).
Al final mi resolución fue no hacerlo, no escribo bien, no creo tener una visión lo suficientemente global como para estructurar nada de lo que escribo, soy medio retrasado, el cerebro me va a pedales, no soy capaz de responsabilizarme y dar continuidad a nada de lo que aquí haga, pasaba de hacer fotos,...
Y no volví a pensar en ello.
Minutos después me entró hambre y me puse a zampar. Me hizo mucha gracia darme cuenta que estaba arruinando la ducha mañanera, la cual no entraba en mis planes primigenios, con un par de sándwiches llenos de pestilentes anchoas (he nacido por y para el foro). Ir oliendo a jabón por tener aliento de troll de río.
El segundo emparedado me lo comí con las piernas cruzadas y en algún momento me quedé embobado mirando mi pie.
La historia se repetía. El bucle acababa de dar una vuelta completa.
Me dije ME CAGO EN MI PUTA VIDA.
Y LOL me obligó a venir aquí y mostraros lo que había visto.
Y he aquí la prueba de ello.
Me falta la maletilla esa de niño.