Curro culero anofloj tiene toda la ración.
Comer coño y taladrar ojete a una tordac es el gran tabú... les da vergu, es feo, huele mal, apesta, ni de coña... blao blao, pero se quitan las bragas pensándolo y se podría cultivar arroz en ellas, de esos del himalaya sin almidón...
Una vez has roto el himen de la conversación banal y, al notar que son multiorgásmicas tras lengua en toto o buraco se desmadejan del mismo modo que haría un pelele y se convierten en trozos de carne temblorosos que aceptan todo, Todo y TODO. Como los Seguros de Cataluflo Occidente.
Porsupues hay que entrenar apnéa, músculos linguares, negación de los sabores/olores (están en tu selebro) y hamar lentejas en todas sus formas de predigestión...
Pero vuestro TitoRoque os asegura que si llegáis a cinturón marrón, ninguna tordac (desde callo pelomorado a pivón de despelegable) querrá dejaros nunca jamás... tendréis que pasar noches de calabozo y mierdas de esas del si/no quiero...
No me creéis, videad vídeos de un calvo enano, seboso y con micropicha llamado Pierre Woodman... ni en mil vidas pilláis más.