Creo que hay algo peor que un tío turras, y es el pesado insistente que va detrás de una tía meses, e incluso años, cuando ella le ha dicho por activa y por pasiva, y en 27 idiomas diferentes, que no quiere nada con él, pero nada de nada, y el tío sigue dando la brasa constantemente y cuando pasa el tiempo, viendo que el resultado es el mismo, lo suele hacer menos, pero cuando reaparece (una amiga mía les llama "los resucitados"), suelen hacerlo como un elefante entrando en una cacharrería, es decir, no otean la situación en la que ella puede estar (sola, ya con pareja, conociendo a alguien...) sino que exigen en ese momento, aunque hayan pasado dos o tres meses, que ella les haga casito, les preste atención y, por supuesto, que les chupe la polla, que para eso reaparecen, porque les pica lo de abajo.
Son esa clase de tíos miserables que machacaría sin piedad.