Ah, amigos, el síndrome de la mujer con éxito.
Es como una mula con un yo-yo, nadie sabe de dónde lo ha sacado y que me aspen si sabe usarlo.
Me sorprende que no hayáis comentado esto, quizá por lo obvio que resulta, supongo:
Aunque ha tenido muchas relaciones, la maniquí y presentadora también tiene un ideal de hombre. El amor de su vida es alguien al que "pueda ver un poco desde abajo" y que sea "un ejemplo a seguir, alguien por el que sienta admiración", asegura.
Esta señorita, por llamarla de alguna forma, tiene éxito en la vida, disfruta de una serie de lujos y comodidades, solamente por el hecho de ser bella. Nada más. Y como lo es un rato, disfruta más que el resto de mortales.
Como toda mujer, jamás aspirará a algo de su nivel socioeconómico y sólo se conformaría con alguien que escupa en su éxito de mujer moderna todas las mañanas, con desprecio y condescendencia.
Esta no es una meta fácil. Observando el historial que ella misma comenta, hay que tener pasta a capazos y luego paciencia para aguantar las tonterías de una niña enmadrada a sus 28 años, que se sabe divina porque ella lo vale y que seguramente pueda aportar entre nada y menos a un hombre que ha tenido que TRABAJAR para llegar a poder darle las buenas tardes a esta PUTA.
Dice la verdad en la entrevista, no encuentra hombres. Porque aquellos que no tienen dinero suficiente ni son hombres ni son nada, son perdedores. E incluso siendo millonario, hay que serlo mucho, porque ella busca
ADMIRAR a su pareja, no basta con ganar lo mismo que ella, porque ella LO GANA CON EL PODER DE SU COÑO y eso jamás estará a nuestro alcance. Incluso un Briatore de la vida tiene que levantarse alguna mañana para ir a una reunión o atender el teléfono desde el yate y
tomar pesambre por los disgustos que conlleva estar cubierto de dinero. Bar, que no se pierde un detalle, ve ese sacrificio como una muestra de debilidad, pierde interés y sólo puede escuchar la voz de su madre diciendo "te mereces
MÁS".
Cuando tu único mérito es ser una de las mujeres más bellas del mundo, estás en problemas. Porque el hombre que puede permitirse a UNA, puede permitirse al resto de mujeres más bellas del mundo sin que le tiemble el pulso. Por eso no te quiere nadie, Bar, porque eres una furcia. Una de las bonitas, pero una sucia y vil RAMERA.