wolframita
Novato de mierda
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- 31 Ene 2013
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Estaba echando la vista atrás y he recordado aquellos lejanos tiempos, mucho antes del porno y las pajas a la crema, mucho antes de la pérdida de la inocencia y la felicidad. Debía tener 7 u 8 años cuando el instinto me llamó a doblar la almohada por la mitad y restregarme a horcajadas sobre ella como un perro con un cojín. Por aquel entonces sólo disparaba fogueo, lógicamente, pero el gustirrinín estaba ahí y aquel pequeño placer se convirtió en una rutina a pesar de no saber muy bien qué era lo que hacía. Lo más lol de todo es que recuerdo haber hecho lo mismo en clase (3º o 4º de EGB) sustituyendo la almohada por la barra de hierro en diagonal que separaba los asientos de un pupitre doble. Y no un sólo día. Sin recordarlo demasiado bien sé que tenía una de esas mesas para mí solo (forever molón) y que de vez cuando me daba un homenaje pasando la pierna por encima de la barra y disfrutando de una disimulada fricción matutina. Pues eso, que me la cascaba en clase. ¿Algún problema?