Meterle mano a alguien en el metro o en una algomeración es algo reprobable, se sea hombre o se sea mujer, y tanto si le metes mano a un hombre o a una mujer. Curiosamente, resulta que esa es también una de las fantasías sexuales de las mujeres, junto con la violación, el abuso o el estar sometida.
Acerca del "guapo" o el "guapa", es completamente inapropiado en situaciones laborales o de falta de confianza. Sin embargo, el uso de vocativos de carácter cordial es algo normal en entornos informales, y lo hacen tanto hombres como mujeres. Confundir un vocativo que se dice a modo de coletilla como "majo" "guapa" "guapo" con un hostigamiento de carácter sexual es propio de subnormales con el cerebro frito por leer demasiada propaganda feminazi en tuiter.
Sobre lo que dices de los camareros diciendo "¿Qué te apetece de postre, guapísima?", se escucha, es cierto, y en una mayoría de ocasiones estos camareros son abierta y ostentosamente maricas, quienes por lo que se ve sí tienen bula para decirle obscenidades a cualquier tío, tocar a cualquier tío en cualquier entorno y situación y llamar guapa y hasta magrear a cualquier tía sin que nadie pueda decirles una palabra más alta que otra. Diríase que el que los maricas hagan esta cosa supone en ellos una característica pintoresca, divertida y hasta consustancial a su naturaleza con la que hay que tragar y sonreír, mientras que si lo hace un heterosexual es algo abominable, y si lo hace una mujer, bueno, es que es una chica, ¿sabes? tiene razón en hacerlo y si no te gusta te jodes.
Al respecto del tema del consentimiento expreso, hace falta ser muy anormal, tener el cerebro muy frito por la propaganda o no saber una palabra de la vida para entender que las relaciones sexuales se realizan verbalizando explícitamente el deseo de que la otra parte haga algo. Nunca que he besado a una chica he avisado de que lo iba a hacer, no he preguntado si podía hacerlo y no me han dado autorización previa a hacerlo. Simplemente me he inclinado y me he dirigido a besarla. En algunas ocasiones me han hecho la cobra y en la grandísima mayoría han correspondido. De todas esas ocasiones en las que me han correspondido, unas han acabado ese mismo día u otro en sexo completo, y en ninguna de ellas he pedido permiso ni me lo han solicitado. El consentimiento se ha dado de manera implícita mediante actos, y de la misma manera tampoco he pedido permiso para ver si podía chuparle el pezón izquierdo, el derecho, magrearle la nalga derecha, la izquierda o meterle un dedo por el coño o tres, simplemente lo he hecho, y no me han dado el ok a ello con síes. Es total y absolutamente ridículo lo del "si no es sí es no", porque eso nos convertiría en violadores al 100% de los hombres, ya que la mujer sólo te da el sí como parte del juego, porque le excita decir "fóllame", NUNCA usando ese sí a modo de consentimiento formal ante una solicitud, algo que queda muy alejado de sexualidad humana. Esta mierda de intentar convertir el sexo en algo que requiere un trámite de permisos y burocracias regulado por estrictas leyes es absolutamente aberrante.