paquirring
A mí la Guardia Civil
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- 7 Feb 2007
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Amiguitos, después de regresar del baneo de un día por decir que la cerveza es una puta mierda, he tenido tiempo de pensar en lo que he hecho. Ahora, mi vocación es hacer el bien y ayudar al necesitado, enseñar al que no sabe.
La mayoría de vosotros, al ser gordos granosos y jugadores empedernidos del Warhammer, tuvísteis el último contacto con un coño en el momento del nacimiento. Frecuentemente os preguntáis cómo huelen, cuál es su textura, mataríais por acceder a las bragas de vuestras primas y darles un buen repaso nasal.
Pues bien, os voy a dar una guía de fáciles pasos para que vosotros, despojos del géneros másculino, descubráis por fin a qué huele exactamente un coño sin tener uno cerca. No es un olor parecido, ni evocador: es el olor real y auténtico de un coño femenino.
MATERIAL NECESARIO
- Uña del dedo índice propio (no es preciso separarla del cuerpo)
- Dientes propios (ídem que arriba)
METODOLOGÍA
- Paso 1: no lavarse los dientes en al menos tres días.
- Paso 2: comprobar que los dientes han acumulado una cantidad considerable de sarro.
Pero sin llegar a este límite, hijos del Colgate.
- Paso 3: ayudándonos de nuestra uña del dedo índice a modo de pala o rasqueta, ir recabando todo el sarro acumulado en las partes inferiores de nuestras piezas dentales, en la zona de la comisura con la encía. Notar que el sarro válido es el púramente blanco, si tu sarro ya ha alcanzado una tonalidad amarillenta o anaranjada, lavarse los dientes y repetir el proceso desde el principio.
Tener cuidado al rascar con la uña en los dientes, las encías son zonas muy sensibles a las rascadas o punzadas y si no medimos bien la fuerza y trayectoria de nuestra uña podemos comenzar a sangrar como cochinos, lo cual contaminaría el precioso sarro y nos obligaría a lavarnos los dientes y volver a empezar.
En la foto se observa una cantidad modesta de sarro. Lo suyo para que el proceso sea del todo satisfactorio es que el sarro llegue a cubrir la mayor parte de uña posible.
- Paso 4: depositar todo el cúmulo en la yema del dedo pulgar, y a continuación frotar las yemas del dedo índice y del pulgar, tal y como si estuviérais haciendo una pelotilla de mocos, pero esta vez con el sarro.
- Paso 5: al final de la frotación, debe resultar una pequeña pelotilla semisólida y negruzca. Esto indica que el proceso ya ha acabado. Desechar la bola.
- Paso 6: establecer los dedos índice y pulgar (los que han realizado la pelotilla) tapando las fosas nasales. Dejar un breve resquicio por donde pueda pasar el aire, y esnifar con toda la intensidad posible.
Disfruten, caballeros. De nada.
La mayoría de vosotros, al ser gordos granosos y jugadores empedernidos del Warhammer, tuvísteis el último contacto con un coño en el momento del nacimiento. Frecuentemente os preguntáis cómo huelen, cuál es su textura, mataríais por acceder a las bragas de vuestras primas y darles un buen repaso nasal.
Pues bien, os voy a dar una guía de fáciles pasos para que vosotros, despojos del géneros másculino, descubráis por fin a qué huele exactamente un coño sin tener uno cerca. No es un olor parecido, ni evocador: es el olor real y auténtico de un coño femenino.
MATERIAL NECESARIO
- Uña del dedo índice propio (no es preciso separarla del cuerpo)
- Dientes propios (ídem que arriba)
METODOLOGÍA
- Paso 1: no lavarse los dientes en al menos tres días.
- Paso 2: comprobar que los dientes han acumulado una cantidad considerable de sarro.
Pero sin llegar a este límite, hijos del Colgate.
- Paso 3: ayudándonos de nuestra uña del dedo índice a modo de pala o rasqueta, ir recabando todo el sarro acumulado en las partes inferiores de nuestras piezas dentales, en la zona de la comisura con la encía. Notar que el sarro válido es el púramente blanco, si tu sarro ya ha alcanzado una tonalidad amarillenta o anaranjada, lavarse los dientes y repetir el proceso desde el principio.
Tener cuidado al rascar con la uña en los dientes, las encías son zonas muy sensibles a las rascadas o punzadas y si no medimos bien la fuerza y trayectoria de nuestra uña podemos comenzar a sangrar como cochinos, lo cual contaminaría el precioso sarro y nos obligaría a lavarnos los dientes y volver a empezar.
En la foto se observa una cantidad modesta de sarro. Lo suyo para que el proceso sea del todo satisfactorio es que el sarro llegue a cubrir la mayor parte de uña posible.
- Paso 4: depositar todo el cúmulo en la yema del dedo pulgar, y a continuación frotar las yemas del dedo índice y del pulgar, tal y como si estuviérais haciendo una pelotilla de mocos, pero esta vez con el sarro.
- Paso 5: al final de la frotación, debe resultar una pequeña pelotilla semisólida y negruzca. Esto indica que el proceso ya ha acabado. Desechar la bola.
- Paso 6: establecer los dedos índice y pulgar (los que han realizado la pelotilla) tapando las fosas nasales. Dejar un breve resquicio por donde pueda pasar el aire, y esnifar con toda la intensidad posible.
Disfruten, caballeros. De nada.