Exacto, yo cuando fui a la pedanía en la que reside pude cerciorarme de que es rubia de bote porque tenía moreno desde el chocho hasta el cogote.
Me hizo el amor muy mal, le olía el aliento a estornudo de mongólico y me pareció que la cascarilla de varias judías blancas asomaba por su ano.
Se cabreó muchísimo, además, porque me quedé dormido después del acto y me hice un poco de pis en la cama.
El teléfono es el que te ha dado norteño.