Ese viaje no hay por dónde cogerlo. O lo haces en un mes, o divídelo en dos o tres zonas y haces otros tantos viajes. Te voy a decir lo que pienso de las ciudades donde he estado. Por partes:
-París: Mínimo estaría dos días enteros. Hay demasiadas cosas que ver. Sólo en hacer la ruta de gañanes de lo robado a los egipcios, la Venus, La Última Cena, la Mona Lisa y demás heces no audiovisuales te pasas una mañana, ya no sólo por lo que tardes en recorrerlo, sino porque estará hasta el ojete de imbéciles y japoneses un poco más imbéciles colapsando todo.
Por otra parte, si no disfrutas de un paseo por el barrio latino después de cenar y escuchar un concierto en sus calles, no te das un garbeo por las tullerías, subes a la Torre Eiffel y ves L'Orsay o el Pompidou, no sé para qué cojones quieres ir a París. Y me quedo fuera muchas cosas interesantes.
-Bruselas: Con un día tienes de sobra. Lo atractivo del centro se ve en una hora. La Grand Place de noche me la sigue poniendo dura. Callejear por los alrededores (donde puedes comprobar que hay muchos establecimientos hosteleros de españoles) y comerte un gofre de la Era Espacial es el jodido éxtasis. El niño de mierda que mea lo puedes obviar, me parece de lo más patético de Europa.
Están un poco a tomar por culo el Palacio Real o el Atomium, pero hay muy buenas comunicaciones, así que ve a verlos.
Si visitas Bélgica, te puedes pasar una mañana por Brujas y otra por Gante. No te arrepentirás, gañán.
-Amsterdam: Sin ser todo lo que dicen de ella (cualquiera que viva en Amsterdam está hasta el cipote de los tópicos que rodean la ciudad), sin duda es de visita obligada. Yo no la conozco del todo, pues aunque he estado tres veces, me endrojé tanto que no me acuerdo mucho de casi nada. No obstante, yo estaría dos días: uno para mamarte (caro), fumarte (carísimo), ensetarte (caro) y dar una vuelta psicotrópica por los burdeles del Barrio Rojo; y otro para ver el Rijksmuseum, el Museo Van Gogh, el Voldenpark y alquilar un barco y hacer el mongo por los canales.
-Praga: Mi ciudad favorita de Europa. Una jodida maravilla, una perla a la que quiero volver una y otra vez (he estado tres veces y tengo planes de volver pronto). Monumentos, historia y cultura en cada rincón. Armónica y agradable para pasear, misteriosa y atractiva, yo no me canso de dar vueltas y vueltas por ella. Una pena que en los últimos años esté un poco tomada por los turistas, algo que hace unas décadas no pasaba.
En Praga te puedes meter medio litro de cerveza por 26-33 coronas (más o menos un euro) y puedes comer por 125. Alojarse es un poco más caro. Yo tengo un sitio que no os diría ni aunque me aspen, en el que por 15 euros por noche te sientes el jodido rey del mambo.
Los checos son de la gente más sociable y amable que me he encontrado. Alcohólicos y porreros hasta la saciedad, eso sí. En algún momento de su vida perdieron la vergüenza y si sales de noche te podrás encontrar de todo. Ellas, las checas, son bellezas absolutas. Irás por la calle y no podrás dejar de mirar su belleza angelical, sus turgentes senos y prietas caderas, así como de pensar que las españolas son unas gitanoides de mierda que merecen ser reportadas.
En este punto te recomiendo que te pases un día en Bratislava. Siempre que he ido a Praga me he acercado por allí y es una maravilla. Su casco histórico es pequeño y encantador, está lleno de terrazas para sentarte (si vas en verano, claro, ahora lo llevarás un poco más jodido) y conocer gente, música en directo y bellas hembras que te harán pensar que te has metido sin saberlo en un desfile de modelos.
Por la noche, te recomiendo que vayas a un barco-disco que hay cruzando el puente. Vaya fiestas más indecentes que se montan allí. Grandiosas.
Lo peor: está llena de guiris e italianos anormales (valga la redundancia).
-Munich: Otra ciudad que me encanta. Es bastante asequible de ver y su centro está plagado de monumentos. La gente es amable y podrás comer salchichas hasta hartarte, así como beber cerveza muy, muy barata. No te apresures tampoco para ver a los mongólicos monigotes de la Plaza Mayor (tampoco te mueras en Praga por los del reloj astronómico), tampoco merecen tanto la pena. Si me acordarse de dónde estaba, te diría un sitio para dormir absolutamente épico y lleno de zorronas de máximo rango.
A dos horas y media de Munich está Lietchestein. Es una jodida bazofia en la ladera de una montaña. Pero a nosotros nos resultó muy lol pasar allí una mañana comiendo quesitos, helados y contando las decenas de bancos que hay por allí. Estuvimos con un suizo que nos explicó que su país, durante unas maniobras militares, invadió esa mierda de principado. El primer ministro suizo llamó después para disculparse a la familia real de Lietchestein, pero estos ni se quejaron. Son patéticos, aunque atesoran bellos paisajes alpinos.
-Innsbruck: Mi segunda ciudad favorita de Europa. Es de ésas que te hacen sospechar de que allí está pasando algo y tú no te enteras, porque goza de una paz, una tranquilidad y un entorno acojonante. Levantarte, mirar por la ventana y ver los Alpes nevados sobre casas de colores que se reflejan en un río de aguas cristalinas es una de las cosas por las que lloro como un mongolo siempre que me acuerdo de ellas.
Eso sí, pasa como en otras muchas ciudades, y es que lo más famoso está sobrevalorado. El edificio dorado ése que está en la calle empedrada de los soportales no es, ni mucho menos, para tanto. Te recomiendo que sigas la ribera del río mientras ves el paisaje y las casas. Acabarás encantado.
Eso sí, me resultó muy, muy, muy jodido encontrar un sitio para dormir en el centro. Y por la gente que conoció la ciudad cuando la Eurocopa, te diré que la mayoría de los sitios para hacerlo están fuera del centro.
Yo en Suiza estuve en Zurich, Berna (se ve en una mañana y es cojonuda), Lausana y Ginebra (otra digna de ver, aunque es una jodida fortaleza) con un coche alquilado y no puse la pegatina. Sin embargo, en Austria sí lo hice. Creo que costaba 30 euracos. Yo te recomiendo que no te la juegues, pues la multa por no llevarla creo recodar que era de 80 euros mas, evidentemente, la pegatinita de los cojones. A nosotros, en el trayecto entre Innsbruck y Salzburgo nos pararon un par de veces.
Entre esta ciudad y Milán (que es una puta mierda, por cierto) te recomiendo que pares en algún pueblo del Valle de Aosta. Son una mezcla del carácter latino con los buenos modales de los tiroleses. Magníficos. De los lugares más agradables donde he estado en mi vida, con la gente más hospitalaria y transparente.
-Milán: Típica ciudad sobrevalorada por mariconetis y pijos. El Duomo es de lo único que merece la pena. Date una vuelta por las calles de alrededor, visita unas galerías que hay por allí, comprueba cómo hay retromongoles que pagan 10.000 euros por un bolsito de mierda, en una tienda custodiada por Blackhawks y con un vagabundo manejando marionetas fuera, y vete de esa puta mierda de sitio hacia Turín, por ejemplo, a hora y media por autopista y mucho más bonita.