Para Arcangel, y voy a entrar en terrenos un poco místicos: creo, y no soy el único, que pese a su prestigio el latín no puede expresar todos los entresijos del alma de nuestro pueblo ni del de ningún otro salvo los propios y extinguidos romanos. Los pueblos, pese a no ser homogeneos, tienen en el lenguaje la más genuina de sus construcciones, aquella que es la auténtica expresión de su ser, pues se elabora en base al devenir del pueblo y en su rico léxico, entonación, expresiones y demás rasgos guarda toda la herencia de aquello que ha sido. Por citar de forma burda un ejemplo, el entorno helado de los esquimales les ha dotado de un rico léxico referido a la nieve y el hielo. Es de esperar, pues, que la misma peculiaridad se de, aunque sea sutilmente, en cada pueblo, rincón y circunstancia de ese mismo pueblo. Al mismo tiempo, el lenguaje, al ser junto con la escala de valores el único rasgo de un pueblo que se expresa en cada segundo de la existencia de los individuos de ese pueblo, es, una vez más, genuina expresión del alma de ese pueblo.
Para Marxito: habría que preguntárselo. Tras su anexión por parte de Luís XIV se rebelaron varias veces en partidas, sin embargo la vil tarea de adormecimiento de su espíritu tal vez haya cambiado eso. Nada hay peor que ver hermanos esclavizados y adormecidos.
Para Marxito: habría que preguntárselo. Tras su anexión por parte de Luís XIV se rebelaron varias veces en partidas, sin embargo la vil tarea de adormecimiento de su espíritu tal vez haya cambiado eso. Nada hay peor que ver hermanos esclavizados y adormecidos.