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- 28 Jul 2003
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Proveniente del hilo Capturas de Televisión... PECULIARES, creado por un servidor...
Exactamente compañero, es un programa ideal para ver en compañía de los amiguetes, a ser posible antes de la juerga o como aderezo ideal a la tajada previa a la noche efectuada en casa de algún santificable anfitrión.
Para los que no conozcan el pograma y sientan curiosidad, resumiré "brevemente" un caso tipo de los allí tratados, hablo del innoble programa de tilivisión del madrileño Canal7, una frecuencia de bajo presupuesto de carácter local, Mentiras Peligrosas, acompañándolo de las pertinentes capturas televisivas de las cuales era objeto el anterior hilo...
Bien. De buenas a primeras, aparece en escena, ante la presencia imponentemente grande de Loreto Valverde, una extraña pareja conformada por un chaval de unos 25-26 años, algo sarasa en el trato y tal (cabe destacarlo), y su pareja actual, sorprendentemente una señora madura de unas 50 primaveras, sin el más mínimo atractivo de eso que a los listorros de hoy día les da por llamar MILF, o MQMPPLE, Madre Que Me Pasaría Por La Entrepienna y tal. No señor. Una maruja malencarada en la noble tradición ancestro-ibérica.
La hija de la señora es la tercera en discordia, que insiste en que el chaval es un listo que va por las pelas de su señora vieja, y que ésta es retrasada mental por abandonar a su marido, que en buena lógica y si hasta el momento no se me pierden ustedes, es su padre, por semejante energúmeno.
En fin, que de ahí, mientras el de los 25 tacos se empeña por activa y por pasiva en hablar de amor verdadero y describrir con pelos y señales la excitación que le provocan las arrugadas pieles de la vieja y el placer que siente alojando en tal avejentada almeja pasada de fecha su señor cimbrel, la hija de la señora, que está abochornada, saca a colación la existencia de un tercer miembro oculto e integrante de ese círculo amoroso: una segunda chica joven, ésta al menos de buen ver, a la que afirma haber visto enrollándose con el pleinboy éste del complejo de Edipo que no se lo salta un gitano.
Él jura por San Saturnino de la Fuencisla que no, que no conoce a esa supuesta chavala, que eso es mentira, que como puede ser tan puerca, que si le canta el pozo y no precisamente óperas de Rossini, pero el caso es que, inesperadamente, la chica con la que le acusan de estar liado, ¡tachán…! aparece en el platón.
Y él la saluda como a una amiga de toda la vida, momento en que la vieja cincuentona, por si se hubiesen perdido en todo este berenjenal recordaré que es su actual y supuesta novia, saca la manopla y empieza a sacudirle collejas al amado entre oreja y oreja, mientras él explica sollozando que entre ellos sólo existe amistad.
Pero, ¡aaaamigo…! la hija de la señora, que dicho sea de paso tiene una cara de bruja que inspiran ganas de darle caña sodomita en cama hasta el próximo año Xacobeo, ¡¡tatachán…!! saca de la estética riñonera de Desguaces San Fransico que porta en la barriga, como por arte de magia, unas bragas del Todo a Veinte Duros que dice haber encontrado en el coche de su madre, que solo utilizan la vieja de la almeja caducada y, cómo no, su novio el de los 25 tacos.
Si las bragas a la vieja no le entran en las caderas ni estirando dos jacos percherones a cada lado de la gomilla como en el dibujo de las etiquetas de los tejanos de Levi’s, ¿qué ocurre…? que las bragas son de una "amigüita" del novio de la cincuentona.
Tras esta deducción sherlockiana, la señora engañada vuelve a hacer uso de sus manoplas repartiendo sopapos a tutiplén, totalmente indignada.
La chica tercera en discordia reconoce entonces las bragas como suyas y las hiperactivas y citadas manoplas de la vieja comienzan a dar viajes por todo el plantón tilivisivo, momento en el que se ve obligado a intervenir el vigilante jurado, un Mister España venido a menos vestido a la última moda metrosexual con pantalones de cuero, que se pasa la inmensa parte del programa cruzado de bíceps en clara trasposición de Mister Proper, quien en vez de separar a los contendientes, deja que caigan las collejas y despues acompaña de buen rollete a la agresora a su asiento.
El público entra en acción: las señoras ríen, una gorda horripilante agarra el micrófono con el mismo ansia con el que debe de ordeñar el ciruelo de su desafortunado compañero sentimental y regala insultos de vedulera gitana a diestro y siniestro. Que si tú eres unhijodeputacabron, que si ellaesunaguarraunaguarraunapedazodeguarra, que si todos son unos bastardos y se caga en las madres de todos los presentes, regidor y cámaras incluidos.
Una vieja del público, recién sacada de una pinícula de Fesser trata de cumplir con su papel de abuela centenaria indignada, pero no logra controlar la mandíbula y se parte el ojaldre en cuanto le acercan el micro.
Los tertulianos de la familia aprovechan el desconcierto causado para cascarse de nuevo y ésta vez el vigilante de seguridad se ve obligado a actuar amenazando al chaval de los 25 tacos, dedo en ristre, y obsequiarle con un rodillazo en salva sea la parte, a cámara lenta eso sí, que produce una sensación de falsedad que ni los mamporros de Bat Espencer en las pinículas de "Joe Banana".
Cuando ya todo el lío parece imposible de ser mayor, la realidad da una nueva vuelta de tuerca a toda ficción, y entra en acción el último de los invitados: el ex-marido de la vieja, padre de la chica, que a su vez acusa al novio de su progenitora de quererla solo por los eurillos, quien también está liado con la otra jovencita de las bragas, las cuales son realmente horribles y hasta la muy puerca las muestra a la cámara tintadas con un color que preferiría no describirles, total, un guiriguay que te cagas por la pata pabajo pero que si se ponen ustedes a encajar las piezas, finalmente cobra cierto sentido.
Aunque, eso sí, como guionistas de estos follones han debido de contratar a los mismos de "Abujetas de color de rosa", dopándolos a base de cafés con terrones de anfetaminas caducadas para darle gustillo.
Bueno, a lo que iba: que el padre, el marido separado de la señora de los 50 y pico tacos, la de la almeja caducada, entra en el plancton habiendo sido presentado previamente como un tipo elegante, un gentleman de comprotamiento y porte, y no en vano aparece en escena con un jersey Pulligan y pantalones de pinzas, aderezado, eso sí, con el detalle de un par de zapatillas de deporte Paredes blancas que ciertamente le restan atractivo.
El señor gentleman comenta la poca desfachatez de su mujer abandonándole por un mindundi (por supuesto se levanta y le calza un par de mantecados que el chaval trata de repeler, y con la brusquedad del movimiento van a parar en la jeta de la vieja cornuda, que lloriquea con tal mal estilo interpretativo –la señora desde luego no conoce las bondades del método Stanislavsky- que da la impresión de estar entonando temas flamencos de Camela Dans), se hace la víctima y asegura sentirse hundido y tal y cual.
La Loreto Valverde, hasta entonces poco participativa, en vez de compadecerse de las penas de él, parece regocijarse en ellas como toda una Marquesa de Sade y le hace preguntas del todo puntillosas al más puro estilo de los banderilleros de La Maestranza, con una sonrisilla mal disimulada.
Y ustedes dirán, ¿de qué se reirá esta mala puta de tamaño desproporcionado que apenas diez minutos antes ha cortado en seco la discusión para ponerse a comentar las bondades del Sillón Vibratorio de los cojones Taurus-3000, patrocinador del pograma…?
Pues muy sencillo, damas y caballeros, sonríe (y gracias a Dios no ríe en su estilo de cacatúa habitual) la pérfida presentadora orgullosa de sacar adelante tan ejemplar magazine, porque se ha reservado la gran sorpresa final para todo este embrollo para este mágico momento: nada más y nada menos, que un video de cámara oculta.
Un video de cámara "oculta", probablemente grabado en Cinemascope con cámara de 70x40 cms, lente de 8 milímetros y portada al hombro con luz y micrófono externo, y a unos tres metros del objetivo a filmar, que atención a lo que incluye… la escena audiovisual del viejo marido separado de la cincuentona, el gentleman de las Paredes blancas, dándose el lote con la amante secreta del chaval de los 25 tacos, la chavala de las bragas sucias, comiéndole la boca con una desesperación que ni los niños del Sudán cuando les lanzan el envoltorio vacío de un Tokke.
Ya no quiero ni contarles lo que ocurre a continuación: vuelan las bofetadas, manotazos, insultos, arañazos, patadas, el público se parte la caja a más no poder, al vigilante de seguridad le llueven los capones como en el monzón vietnamita, algunos de los espectadores "fichados" se meten en la pelea y se lían a mamporros con el mismo estilo de combate, lo juro por mis ancestros, del añejo Pressing Catch, doblando el codo y dándose un cachetito antes de caer con él en pompa sobre el pobre hombre de los 25 tacos, y la Loreto no puede por menos que dar por finalizado el programa emplazándonos a una nueva entrega al día siguiente, y deseando que los problemas de esta familia tan týpicalmente espanich se solucionen a raíz de esta efectiva terapia de grupo.
Un chou. Que harán mal en perderse, amigos, lo que se contempla en ese programa no volverán a verlo en el resto de sus días, será una experiencia que le contarán a sus nietos, y éstos a su vez a sus nietos, transmitiéndolo entre generaciones a modo de leyenda familiar tradicional.
¿Que tú has escalado el Everest en bolas y haciendo el pino puente cada cuatro zancadas...? ¿que has bebido winsky DYC en condiciones de gravedad nula a bordo de un trasbordador especial andorrano...? eso no es nada amigo, YO vi una vez Mentiras Peligrosas. Yo he estado ahí para contarlo, amigo, YO, querido compañero, YO, he vivido.
¿Has vivido tú?
Y así, exhausto, sobreexcitado –no sepsualmente-, absolutamente desquiciado tras haber caído en el error fatal de tratar de describir tal locura pensando que sería capaz de sentirme ajeno, no contagiado, de su frenesí, me retiro a mis aposentos estando seguro de que la mayoría de ustedes, a mitad de lectura, me habrá abandonado o, en caso contrario, se estarán realmente preguntando por mi estado mental de enajenación, esperemos que transitoria.
Maldito Benito de las pelotas, esto ha sido todo culpa tuya.
Proveniente del hilo Capturas de Televisión... PECULIARES, creado por un servidor...
Benito rebuznó:![]()
Este programa, es lo mas grande de penoso que es.
A mi me mata de la risa cuando se tiene ke meter el supuesto segurata, que es como una especie de digi-evolucion a base de esteroides del primo de zumosol, que el tio separa a la peña, pero atencion: lo hace matao de la risa...
Amos y los tios se vuelven a levantar a meterse leña...
Que risas nos echamos mis colegas y yo viendo eso y el secador ese con neones que llaman la maquina de la verdad.
Canal 7 no tiene limites, si hasta ponen el Tombola!
Exactamente compañero, es un programa ideal para ver en compañía de los amiguetes, a ser posible antes de la juerga o como aderezo ideal a la tajada previa a la noche efectuada en casa de algún santificable anfitrión.
Para los que no conozcan el pograma y sientan curiosidad, resumiré "brevemente" un caso tipo de los allí tratados, hablo del innoble programa de tilivisión del madrileño Canal7, una frecuencia de bajo presupuesto de carácter local, Mentiras Peligrosas, acompañándolo de las pertinentes capturas televisivas de las cuales era objeto el anterior hilo...
Bien. De buenas a primeras, aparece en escena, ante la presencia imponentemente grande de Loreto Valverde, una extraña pareja conformada por un chaval de unos 25-26 años, algo sarasa en el trato y tal (cabe destacarlo), y su pareja actual, sorprendentemente una señora madura de unas 50 primaveras, sin el más mínimo atractivo de eso que a los listorros de hoy día les da por llamar MILF, o MQMPPLE, Madre Que Me Pasaría Por La Entrepienna y tal. No señor. Una maruja malencarada en la noble tradición ancestro-ibérica.
La hija de la señora es la tercera en discordia, que insiste en que el chaval es un listo que va por las pelas de su señora vieja, y que ésta es retrasada mental por abandonar a su marido, que en buena lógica y si hasta el momento no se me pierden ustedes, es su padre, por semejante energúmeno.
En fin, que de ahí, mientras el de los 25 tacos se empeña por activa y por pasiva en hablar de amor verdadero y describrir con pelos y señales la excitación que le provocan las arrugadas pieles de la vieja y el placer que siente alojando en tal avejentada almeja pasada de fecha su señor cimbrel, la hija de la señora, que está abochornada, saca a colación la existencia de un tercer miembro oculto e integrante de ese círculo amoroso: una segunda chica joven, ésta al menos de buen ver, a la que afirma haber visto enrollándose con el pleinboy éste del complejo de Edipo que no se lo salta un gitano.

Él jura por San Saturnino de la Fuencisla que no, que no conoce a esa supuesta chavala, que eso es mentira, que como puede ser tan puerca, que si le canta el pozo y no precisamente óperas de Rossini, pero el caso es que, inesperadamente, la chica con la que le acusan de estar liado, ¡tachán…! aparece en el platón.
Y él la saluda como a una amiga de toda la vida, momento en que la vieja cincuentona, por si se hubiesen perdido en todo este berenjenal recordaré que es su actual y supuesta novia, saca la manopla y empieza a sacudirle collejas al amado entre oreja y oreja, mientras él explica sollozando que entre ellos sólo existe amistad.
Pero, ¡aaaamigo…! la hija de la señora, que dicho sea de paso tiene una cara de bruja que inspiran ganas de darle caña sodomita en cama hasta el próximo año Xacobeo, ¡¡tatachán…!! saca de la estética riñonera de Desguaces San Fransico que porta en la barriga, como por arte de magia, unas bragas del Todo a Veinte Duros que dice haber encontrado en el coche de su madre, que solo utilizan la vieja de la almeja caducada y, cómo no, su novio el de los 25 tacos.
Si las bragas a la vieja no le entran en las caderas ni estirando dos jacos percherones a cada lado de la gomilla como en el dibujo de las etiquetas de los tejanos de Levi’s, ¿qué ocurre…? que las bragas son de una "amigüita" del novio de la cincuentona.

Tras esta deducción sherlockiana, la señora engañada vuelve a hacer uso de sus manoplas repartiendo sopapos a tutiplén, totalmente indignada.
La chica tercera en discordia reconoce entonces las bragas como suyas y las hiperactivas y citadas manoplas de la vieja comienzan a dar viajes por todo el plantón tilivisivo, momento en el que se ve obligado a intervenir el vigilante jurado, un Mister España venido a menos vestido a la última moda metrosexual con pantalones de cuero, que se pasa la inmensa parte del programa cruzado de bíceps en clara trasposición de Mister Proper, quien en vez de separar a los contendientes, deja que caigan las collejas y despues acompaña de buen rollete a la agresora a su asiento.
El público entra en acción: las señoras ríen, una gorda horripilante agarra el micrófono con el mismo ansia con el que debe de ordeñar el ciruelo de su desafortunado compañero sentimental y regala insultos de vedulera gitana a diestro y siniestro. Que si tú eres unhijodeputacabron, que si ellaesunaguarraunaguarraunapedazodeguarra, que si todos son unos bastardos y se caga en las madres de todos los presentes, regidor y cámaras incluidos.
Una vieja del público, recién sacada de una pinícula de Fesser trata de cumplir con su papel de abuela centenaria indignada, pero no logra controlar la mandíbula y se parte el ojaldre en cuanto le acercan el micro.
Los tertulianos de la familia aprovechan el desconcierto causado para cascarse de nuevo y ésta vez el vigilante de seguridad se ve obligado a actuar amenazando al chaval de los 25 tacos, dedo en ristre, y obsequiarle con un rodillazo en salva sea la parte, a cámara lenta eso sí, que produce una sensación de falsedad que ni los mamporros de Bat Espencer en las pinículas de "Joe Banana".

Cuando ya todo el lío parece imposible de ser mayor, la realidad da una nueva vuelta de tuerca a toda ficción, y entra en acción el último de los invitados: el ex-marido de la vieja, padre de la chica, que a su vez acusa al novio de su progenitora de quererla solo por los eurillos, quien también está liado con la otra jovencita de las bragas, las cuales son realmente horribles y hasta la muy puerca las muestra a la cámara tintadas con un color que preferiría no describirles, total, un guiriguay que te cagas por la pata pabajo pero que si se ponen ustedes a encajar las piezas, finalmente cobra cierto sentido.
Aunque, eso sí, como guionistas de estos follones han debido de contratar a los mismos de "Abujetas de color de rosa", dopándolos a base de cafés con terrones de anfetaminas caducadas para darle gustillo.
Bueno, a lo que iba: que el padre, el marido separado de la señora de los 50 y pico tacos, la de la almeja caducada, entra en el plancton habiendo sido presentado previamente como un tipo elegante, un gentleman de comprotamiento y porte, y no en vano aparece en escena con un jersey Pulligan y pantalones de pinzas, aderezado, eso sí, con el detalle de un par de zapatillas de deporte Paredes blancas que ciertamente le restan atractivo.
El señor gentleman comenta la poca desfachatez de su mujer abandonándole por un mindundi (por supuesto se levanta y le calza un par de mantecados que el chaval trata de repeler, y con la brusquedad del movimiento van a parar en la jeta de la vieja cornuda, que lloriquea con tal mal estilo interpretativo –la señora desde luego no conoce las bondades del método Stanislavsky- que da la impresión de estar entonando temas flamencos de Camela Dans), se hace la víctima y asegura sentirse hundido y tal y cual.
La Loreto Valverde, hasta entonces poco participativa, en vez de compadecerse de las penas de él, parece regocijarse en ellas como toda una Marquesa de Sade y le hace preguntas del todo puntillosas al más puro estilo de los banderilleros de La Maestranza, con una sonrisilla mal disimulada.

Y ustedes dirán, ¿de qué se reirá esta mala puta de tamaño desproporcionado que apenas diez minutos antes ha cortado en seco la discusión para ponerse a comentar las bondades del Sillón Vibratorio de los cojones Taurus-3000, patrocinador del pograma…?
Pues muy sencillo, damas y caballeros, sonríe (y gracias a Dios no ríe en su estilo de cacatúa habitual) la pérfida presentadora orgullosa de sacar adelante tan ejemplar magazine, porque se ha reservado la gran sorpresa final para todo este embrollo para este mágico momento: nada más y nada menos, que un video de cámara oculta.
Un video de cámara "oculta", probablemente grabado en Cinemascope con cámara de 70x40 cms, lente de 8 milímetros y portada al hombro con luz y micrófono externo, y a unos tres metros del objetivo a filmar, que atención a lo que incluye… la escena audiovisual del viejo marido separado de la cincuentona, el gentleman de las Paredes blancas, dándose el lote con la amante secreta del chaval de los 25 tacos, la chavala de las bragas sucias, comiéndole la boca con una desesperación que ni los niños del Sudán cuando les lanzan el envoltorio vacío de un Tokke.
Ya no quiero ni contarles lo que ocurre a continuación: vuelan las bofetadas, manotazos, insultos, arañazos, patadas, el público se parte la caja a más no poder, al vigilante de seguridad le llueven los capones como en el monzón vietnamita, algunos de los espectadores "fichados" se meten en la pelea y se lían a mamporros con el mismo estilo de combate, lo juro por mis ancestros, del añejo Pressing Catch, doblando el codo y dándose un cachetito antes de caer con él en pompa sobre el pobre hombre de los 25 tacos, y la Loreto no puede por menos que dar por finalizado el programa emplazándonos a una nueva entrega al día siguiente, y deseando que los problemas de esta familia tan týpicalmente espanich se solucionen a raíz de esta efectiva terapia de grupo.
Un chou. Que harán mal en perderse, amigos, lo que se contempla en ese programa no volverán a verlo en el resto de sus días, será una experiencia que le contarán a sus nietos, y éstos a su vez a sus nietos, transmitiéndolo entre generaciones a modo de leyenda familiar tradicional.
¿Que tú has escalado el Everest en bolas y haciendo el pino puente cada cuatro zancadas...? ¿que has bebido winsky DYC en condiciones de gravedad nula a bordo de un trasbordador especial andorrano...? eso no es nada amigo, YO vi una vez Mentiras Peligrosas. Yo he estado ahí para contarlo, amigo, YO, querido compañero, YO, he vivido.
¿Has vivido tú?
Y así, exhausto, sobreexcitado –no sepsualmente-, absolutamente desquiciado tras haber caído en el error fatal de tratar de describir tal locura pensando que sería capaz de sentirme ajeno, no contagiado, de su frenesí, me retiro a mis aposentos estando seguro de que la mayoría de ustedes, a mitad de lectura, me habrá abandonado o, en caso contrario, se estarán realmente preguntando por mi estado mental de enajenación, esperemos que transitoria.
Maldito Benito de las pelotas, esto ha sido todo culpa tuya.