La previa del As
Esta madrugada (00:00, Canal +) en Jacksonville, disputarán la Super Bowl los dos mejores equipos de la temporada. Por primera vez después de muchos años no se ha colado ningún equipo sorpresa.
Ambos son bloques rocosos, muy duros tanto en ataque como en defensa, capaces de anotar cincuenta puntos o de ganar por la mínima, pero todos los analistas están desconcertados. Nadie sabe interpretar el partido.
El motivo es que ambos equipos son camaleónicos. Les gusta jugar en función del rival y sacar partido de los defectos del contrario. Parece que nunca llevan la iniciativa pero, realmente, provocan que sus rivales hagan, justamente, lo que ellos quieren. Por eso, el partido puede ser un festival de puntos... o un cerrojazo defensivo; una sucesión de pases en todas direcciones... o de carreras y golpes; una ruleta rusa de jugadas arriesgadas... o un martilleo constante de acciones de seguridad. Durante toda la temporada ambos equipos han demostrado que son capaces de ganar, con holgura, jugando de todas las maneras posibles.
Los segundones
La otra curiosidad está en la composición de las plantillas de ambos equipos. Los Patriots son un bloque formado por restos de almacén. Sólo han metido a dos jugadores de ataque y defensa en la Pro Bowl (el partido de las estrellas) y uno de ellos, el defensa Richard Seymour, podría no jugar por lesión. Hace cuatro años todo el mundo les auguraba un largo viaje por el fondo de la clasificación, las grandes estrellas no querían fichar por New England, y la maldición que parecía perseguir a Boston en las grandes ligas profesionales se había cebado con ellos. Completaron la plantilla con jugadores de segundo nivel y se dispusieron a aguantar el chaparrón.
Si las cosas iban mal, se torcieron aún más cuando Drew Bledsoe, su quarterback y su única verdadera estrella, se lesionaba. El equipo de apestados sería dirigido por un novato llamado Tom Brady y que nadie conocía. En los últimos cuatro años ese equipo de segundones ha ganado dos Super Bowls y se dispone a jugar la tercera. Si la gana igualará el récord de los Cowboys de Troy Aikman que ganaron tres finales en cuatro años. Tal vez haya otro récord que llame más la atención a los profanos: Tom Brady puede igualar los tres MVPs del mito Joe Montana en Super Bowls:"Joe knows Super Bowls". "Joe sí que sabe de Super Bowls".
Los galácticos
Enfrente están los Eagles, el equipo de los galácticos. Sólo han disputado una Super Bowl, en 1981. Desde entonces han fichado a los mejores jugadores año tras año. En las últimas tres temporadas han caído derrotados en la Final de Conferencia, la antesala del gran partido, pero hoy tienen el anillo más cerca que nunca.
En su plantilla hay más jugadores elegidos para la Pro Bowl que en ningún otro, se han paseado durante la temporada regular y han llegado a la final casi sin despeinarse. Lo desconcertante es que los Patriots, el equipo de los segundones, son favoritos en las apuestas, y nada menos que por siete puntos, sobre los galácticos Eagles.
Con todos estos ingredientes, el gran protagonista del partido será Terrell Owens, el mejor receptor de la NFL fichado este años por los Eagles a los 49ers, en un último intento desesperado por ganar la Super Bowl. Owens, un jugador polémico y que siempre busca humillar a sus rivales, se lesionó hace algo más de un mes. Fue operado de urgencia y va a disputar el gran partido aunque los médicos le han advertido de que un golpe podría retirarle para siempre. Eso no le importa. Le encanta ser el centro de atención y sabe que si los Eagles ganan será el gran héroe americano.
Terrell Owens no quiere perderse la fiesta pero los Patriots, perros viejos, buscaran sacarle a golpes del partido. No sé quien ganará la Super Bowl, pero seguro que habrá sangre.
Eagles
Quarterback. Donovan McNabb es terrible en movimiento. Si sale mucho del pocket los Patriots van a sufrir para frenarle.
Corredores. Brian Westbrook el alma tapada del equipo. Corre muy bien, recibe mejor. Una pesadilla para las defensas.
Receptores. Terrell Owens los hace galácticos. Pinkston se crece cuando juega junto a él.
Línea de ataque. Dura e intimidatoria. Enormes en el juego terrestre, no tanto en el juego de pase. Jon Runyan es el mejor.
Defensa. Brian Dawkins lidera a la mejor secundaria de la liga. Jevon Kearse ha mejorado la agresividad del grupo. Es muy difícil anotarles.
Equipos especiales. David Akers es el kicker más seguro de las últimas cuatro campañas. El resto es más que aceptable.
Entrenador. Andy Reid es un gran estratega. Sólo necesita un título para estar entre los grandes.
Patriots
Quarterback. Tom Brady es el líder del equipo. El hombre impasible. Seguro y rápido, siempre elige la mejor jugada posible.
Corredores. Corey Dillon ha transformado el ataque de los Patriots. Provocando que los receptores jueguen menos marcados.
Receptores. Son un gran grupo en el que nadie sobresale. Givens da la fortaleza, Branch la velocidad, Patten la rapidez.
Línea de ataque. Matt Light es el mejor. No son muy pesados, pero sí muy inteligentes y técnicos.
Defensa. Teddy Bruschi es su alma. Plagados de lesiones han encontrado los sustitutos necesarios para mantener un gran nivel. Usan una 3-4 muy técnica.
Equipos especiales. El kicker Adam Vinatieri, ha sido el héroe en dos finales. Está mejor que nunca. El resto cumple de sobra.
Entrenador. Bill Bellichick ya es para muchos el mejor entrenador de la historia de la NFL.
En el estadio hay auténticos festines
En las gradas se vive otra guerra. Por algo será que el día siguiente es el de más absentismo laboral del año y el de mayor consumo de digestivos.
Cada aficionado tiene en su asiento un menú como el de cualquier restaurante.
Se puede comenzar con carne de bufalo con una salsa de queso azúl y alcachofas con patatas fritas y salsa de vegetales.
Las variedades de pizzas son interminables: de tacos, de pollo con barbacoa, de cebollas asadas y nectarinas, de Hawaii a la piña, italiana clásica, tejano-mejicana y la Chicago con espinacas y queso.
El chili es otro de los favoritos. Hay chili blanco, estilo tejas, con carne a lo Idaho, chili de Hawaii y el peor de todos: el chili con especias y judías negras. Acompañados, por supuesto, de los nachos para la salsa y con tres variedades diferentes de pimientos picantes.
Todo ello bañado de cervezas y mucha cola negra.
Y para terminar una tarta de chocolate negro. También son populares las galletas "rubia"con mucho azúcar para poner el toque dulzón al partido. -J. M. MORENO. NUEVA YORK