nikilauda
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¿Qué tal amigos? Acabo de ver en la prensa que ha desaparecido un avión de Air Asia, la mejor compañía low cost con la que he volado, sin duda, así que he recordado que tenía pendiente un hilo sobre el viaje a Tailandia y Birmania de este veranoski.
Cuando le he dicho a la parienta que me diese su móvil y su cámara que iba a juntar las fotos con las mías, casi llora de emoción (lleva diciéndome que lo haga desde que llegamos).
PINCELADAS SOBRE EL VIAJE
El viaje nos lo montamos a nuestra bola. Pillamos los billetes en Enero por unos 700€ cada uno, ida y vuelta desde Bangkok, con escala en Amsterdam. En diciembre valían algo menos, pero hay que recordar que volamos en Agosto (del 10 al 29, creo recordar).
No teníamos nada reservado, salvo el hotel de la primera noche en Bangkok (bueno, lo reservamos el día 9 desde Madrid ya) y, eso sí, casi todos los vuelos intermedios.
AL LÍO. MADRID - BANGKOK
Bueno, pues tras pasar noche en Madrid como buenos provincianos, el 10 de Agosto antes de que saliese el sol pillábamos el bus cibeles-aeropuerto.
De ahí un avión de Air Europa y a Amsterdam. Tres horas de espera y a la última puerta en el coño del mundo a pillar un avión de Air China.
Montamos por la mañana y, tras once horas de vuelo, llegábamos por la mañana también a Bangkok. Los chinos tenían un plan perfecto para que no nos afectase el jet lag: El alcohol.
A mi un chino la mar de majete me puso hasta el ohio de vino tinto. Un no parar. Veía que me vaciaba el vaso y me servía otro. Por cortés, no le dije que no, así que la siesta fue soberana.
Vuelo sin incidencias y llegamos a Bangkok.
Es temprano, pero el calor ya aprieta. Vamos al hotel en Silom. Silom es una zona que hay al sur de los centros comerciales de Siam y cerca de Patpong. No nos habríamos quedado allí de llevar la Lonely Planet, pero viajamos con una mierda de guía de El País que no explicaba un carajo. Una y no más, amigos, no salgan de casa sin su Lonely Planet. Hubo gente que nos dijo que era peligroso, pero como casi siempre eran taxistas, no les hicimos ni puto caso. Además, yo soy un señor de anchas espaldas y rápidos reflejos para la patada en los cojones.
Nos hospedamos en el i-Silom hotel. Un hotel normalillo, con muebles algo trotados pero al lado de una parada de skytrain (no de la de Silom, sino de la de Chong Nongsi). Hacia el sur-oeste, a los embarcaderos turísticos, hacia el norte, a Patpong y Siam.
La piscina de esas sin final en la azotea mola.
Es una zona muy de negocios y tal, algo alejada del meollo, aunque cerca de Patpong. Bueno, es que no sé muy bien dónde está el meollo en esta ciudad, está todo como muy diseminado.
La cuestión es que bajamos a la zona comercial y nos hicimos un masaje de pies por un par de pavos que nos dió gusto hasta en el ojete.
Comimos deliciosas viandas tailandesas (me encanta esa mierda) y les hicimos fotos como una quinceañera cualquiera. La señora es celíaca de las de verdad, así que con cuidado, aunque al final vimos que usaban poco trigo y, con no pillar nada con salsa de soja (que fermentan con trigo o no sé qué hostias) pues todo de lujo.
Luego vuelta por el barrio chino (nada de especial aparte de pagodas y comercios curiosos) y paseando llegamos a un embarcadero bastante al norte.
En Bangkok, los transportes públicos más usados en la zona antigua son el tuc tuc y los barcos, que hacen un montón de rutas con paradas a lo largo del Chao Praya. Esto es así porque metro y Skytrain se mueven más bien por zonas más modernas y menos angostas.
Aquí un mapa de embarcaderos, muy útil:
El caso es que usamos un barco que sólo se dedica a cruzar de un lado a otro para llegar a Thon Buri, que es la Bangkok original, al oeste del río. Éramos los únicos payos allí. Había un mercado en el que podías comprar de tod (DE TODO) y puestos de comida que te enseñaban ahí lo que te iban a cocinar y tú te sentabas donde podías (las sillas y mesas las compartían varios puestos) y te lo zampabas. Todo muy rico. Eso fue la merienda (me puse gordísimo ese puto viaje).
Luego nos pillamos un tuc tuc y para la zona del hotel. No es por joderles, pero negociad el precio u os exprimirán. Esta gente nos ve como billetes con patas. Luego comentaré lo de Birmania.
Nos metimos en PATPONG, lo cual es muy lol. Aquí hay de todo. Mercadillos, bares, restaurantes, putas... y sobre todo putas.
Un montón de garitos con muchachas en las puertas que harían babear a Cachondo y, sin duda, la mayor oferta de espectáculos de ping pong con el coño que he visto en mi vida. Uno tras otro.
Cenamos en un garito llamado JOE's, bastante bien y razonable, lleno de turistas jóvenes. La mamasan no nos quita ojo, a ningún cliente, en realidad. A un turista que va directo a ella le vende la viagra tailandesa (no la probé, aún bombeo bien).
Hay una calle sólo para gayers, lo digo ahora que Verruga ha salido del armario, en la que lo único que cambia es que el abuelete occidental, en lugar de llevar una joven del brazo, lleva un muchacho.
Cuando le he dicho a la parienta que me diese su móvil y su cámara que iba a juntar las fotos con las mías, casi llora de emoción (lleva diciéndome que lo haga desde que llegamos).
PINCELADAS SOBRE EL VIAJE
El viaje nos lo montamos a nuestra bola. Pillamos los billetes en Enero por unos 700€ cada uno, ida y vuelta desde Bangkok, con escala en Amsterdam. En diciembre valían algo menos, pero hay que recordar que volamos en Agosto (del 10 al 29, creo recordar).
No teníamos nada reservado, salvo el hotel de la primera noche en Bangkok (bueno, lo reservamos el día 9 desde Madrid ya) y, eso sí, casi todos los vuelos intermedios.
AL LÍO. MADRID - BANGKOK
Bueno, pues tras pasar noche en Madrid como buenos provincianos, el 10 de Agosto antes de que saliese el sol pillábamos el bus cibeles-aeropuerto.
De ahí un avión de Air Europa y a Amsterdam. Tres horas de espera y a la última puerta en el coño del mundo a pillar un avión de Air China.
Montamos por la mañana y, tras once horas de vuelo, llegábamos por la mañana también a Bangkok. Los chinos tenían un plan perfecto para que no nos afectase el jet lag: El alcohol.
A mi un chino la mar de majete me puso hasta el ohio de vino tinto. Un no parar. Veía que me vaciaba el vaso y me servía otro. Por cortés, no le dije que no, así que la siesta fue soberana.
Vuelo sin incidencias y llegamos a Bangkok.
Es temprano, pero el calor ya aprieta. Vamos al hotel en Silom. Silom es una zona que hay al sur de los centros comerciales de Siam y cerca de Patpong. No nos habríamos quedado allí de llevar la Lonely Planet, pero viajamos con una mierda de guía de El País que no explicaba un carajo. Una y no más, amigos, no salgan de casa sin su Lonely Planet. Hubo gente que nos dijo que era peligroso, pero como casi siempre eran taxistas, no les hicimos ni puto caso. Además, yo soy un señor de anchas espaldas y rápidos reflejos para la patada en los cojones.
Nos hospedamos en el i-Silom hotel. Un hotel normalillo, con muebles algo trotados pero al lado de una parada de skytrain (no de la de Silom, sino de la de Chong Nongsi). Hacia el sur-oeste, a los embarcaderos turísticos, hacia el norte, a Patpong y Siam.
La piscina de esas sin final en la azotea mola.
Es una zona muy de negocios y tal, algo alejada del meollo, aunque cerca de Patpong. Bueno, es que no sé muy bien dónde está el meollo en esta ciudad, está todo como muy diseminado.
La cuestión es que bajamos a la zona comercial y nos hicimos un masaje de pies por un par de pavos que nos dió gusto hasta en el ojete.
Comimos deliciosas viandas tailandesas (me encanta esa mierda) y les hicimos fotos como una quinceañera cualquiera. La señora es celíaca de las de verdad, así que con cuidado, aunque al final vimos que usaban poco trigo y, con no pillar nada con salsa de soja (que fermentan con trigo o no sé qué hostias) pues todo de lujo.
Luego vuelta por el barrio chino (nada de especial aparte de pagodas y comercios curiosos) y paseando llegamos a un embarcadero bastante al norte.
En Bangkok, los transportes públicos más usados en la zona antigua son el tuc tuc y los barcos, que hacen un montón de rutas con paradas a lo largo del Chao Praya. Esto es así porque metro y Skytrain se mueven más bien por zonas más modernas y menos angostas.
Aquí un mapa de embarcaderos, muy útil:
El caso es que usamos un barco que sólo se dedica a cruzar de un lado a otro para llegar a Thon Buri, que es la Bangkok original, al oeste del río. Éramos los únicos payos allí. Había un mercado en el que podías comprar de tod (DE TODO) y puestos de comida que te enseñaban ahí lo que te iban a cocinar y tú te sentabas donde podías (las sillas y mesas las compartían varios puestos) y te lo zampabas. Todo muy rico. Eso fue la merienda (me puse gordísimo ese puto viaje).
Luego nos pillamos un tuc tuc y para la zona del hotel. No es por joderles, pero negociad el precio u os exprimirán. Esta gente nos ve como billetes con patas. Luego comentaré lo de Birmania.
Nos metimos en PATPONG, lo cual es muy lol. Aquí hay de todo. Mercadillos, bares, restaurantes, putas... y sobre todo putas.
Un montón de garitos con muchachas en las puertas que harían babear a Cachondo y, sin duda, la mayor oferta de espectáculos de ping pong con el coño que he visto en mi vida. Uno tras otro.
Cenamos en un garito llamado JOE's, bastante bien y razonable, lleno de turistas jóvenes. La mamasan no nos quita ojo, a ningún cliente, en realidad. A un turista que va directo a ella le vende la viagra tailandesa (no la probé, aún bombeo bien).
Hay una calle sólo para gayers, lo digo ahora que Verruga ha salido del armario, en la que lo único que cambia es que el abuelete occidental, en lugar de llevar una joven del brazo, lleva un muchacho.