Vale, voy a intentar dar primero un pelín de contexto y empezar por lo que creo es lo más importante y lo que tiene que quedar claro, cristalino y pristino desde el principio.
Un arco NO ES UN JUGUETE.
Los orígenes del tiro con arco se pierden en el paleolítico y en la noche de los tiempos. Por lo que sé, los orígenes de la flecha como tal preceden a los del arco, y os preguntaréis; ¿Para qué cojones quieres flechas si no tienes un arco? Porque al arco lo precede el propulsor como medio para hacer volar proyectiles, y que recordaréis de la simpática película en la que Ron Pearlman se pone en modo Ahuja viendo nalgas de putas prehistóricas a la orilla del río.
Una pequeña reflexión antes de pasar al gore; probablemente el arco es una de las herramientas o podríamos llamarlo también descubrimiento, porque a fin de cuentas es el hallazgo por parte de uno de los mayores genios anónimos de la humanidad de como liberar la energía elástica de un material, que más han definido nuestra historia y devenir como especie. A la altura en importancia del dominio del fuego y del de la rueda. Pensad un momento como ha determinado nuestra capacidad de lanzar proyectiles una ventaja abrumadora a la hora de procurarnos alimentos frente a otras especies de depredadores, a la hora de defendernos de ellos, o en el campo de la resolución de conflictos humanos.
El arco es un viejo amigo que nos acompaña desde hace mucho, mucho tiempo, y que nos ha prestado un servicio inconmensurable. Pero también es un cabronazo que al que si tratas como una puta y sin el debido respeto te va a acabar jodiendo vivo por subnormal, porque
un arco NO ES UN JUGUETE.
Ahí tenéis una pequeña colección de a lo que me refiero cuando os digo
un arco NO ES UN JUGUETE, que aunque os vendan en el Decartón arcos y flechas de iniciación, y veamos al tiro con arco desde una perspectiva deportiva y lúdica en la actualidad, el torrente de cacaceite que podemos desatar en un instante y sin darnos cuenta puede ser horrible.
Ahí podéis ver lo que pasa cuando la realidad nos pone en nuestro puto sitio. Lo que pasa cuando utilizamos material en mal estado, lo que pasa con material inadecuado, como por ejemplo flechas que no se correspondan a la potencia de nuestro arco, cuando tenemos una técnica pobre, o cuando hacemos el capullo pensando que tenemos la situación bajo control cuando manejamos un arma.
No voy a poder hacer el suficiente hincapié en esto, y creo que es lo primero y fundamental a la hora de aproximarse a cualquier cacharro de disparar, la seguridad.
Pequeña anécdota; esto es lo que me puso en la mano mi viejo con siete años antes de dejarme acercarme a una triste chimbera, y aunque un arco no es un arma de fuego, la mayoría de los puntos aplican. Y la mayoría de los puntos que aplican deberías interiorizarlos como el puto padrenuestro y tener en cuenta cada vez que manejéis un arco o cualquier otra arma que tenéis que tener una serie de precauciones en su manejo y anteponer la seguridad a cualquier otra variable en él.
Ok, suficiente sermón, pero necesario, para la primera entrega. Intentaré seguir con algo un poco más ilustrativo como la presentación de un arco, de las flechas y de sus partes si os parece bien.
Y podría ser mucho peor si al cable le dá por joderte un ojo, pegarte un tajo o si las palas colapsan como en este otro video, que aunque en él lo que se vé es un fallo mecánico, podría pasarte exactamente lo mismo si haces el capullo como el señor del primer video que dispara en vacio. También hay que decir que el señor del segundo video es un perfecto candidato a salir en las fotos de ahí arriba por como pasa el dedito por delante de la flecha.
A su debido tiempo, voy tomando nota de todas formas.