Lo mío es mejor, cuando entré por primera vez en un gimnasio pesaba alrededor de 65kg, de eso hará unos 20 años, o quizás algo más, gastaba una L de camisa, y todavía me quedaba holgada. En tres o cuatro meses pasé a una XL pesando 70kg. Me puse fuertecito ensanchando la espalda cosa mala, pero aunque me lo tomé en serio y tal, al ir con mi mejor, peor y único amigo, la cosa degeneró en puro aburrimiento y constatación palpable de la estupidez de aquello, así que a los 6 meses más o menos, lo dejé. Diez años después, volví a retomar las pesas, también con mi amigo especial, pero esta vez ya pesaba yo unos saludables 85kg, así que estaba en ese momento de la vida en el que piensas, "una hija de puta sin alma acaba de dejarme, y me ha destrozado convirtiéndome en un despojo muerto por dentro ¿qué mejor terapia que volver al gimnasio con mi colega a ver forzudos sin cerebro y canis analfabetos hablando de lo shulo que es el nuevo Seat León FR?" Pues ahí que volví, y en otros tres meses volví a ensanchar la espalda a base de bien (a tomar por culo todas las camisas otra vez) . Pero en esta ocasión fuimos listos cual roboces, así que todos los días al salir del gimnasio, nos íbamos a un bar cercano a ponernos jinchos de jarras de cerveza y tapas grasientas. La mejor decisión posible, por supuesto, pero a los 4 meses más o menos, me di cuenta que la mitad de los que iban al gimnasio, iban para hablar con los amigos, sentándose en las máquinas sin hacer nada, otro grupo eran los forzudos, que no cuentan, ya que era como ver gorilas en el zoo, pero sin que te tiraran excrementos a la cara, y el resto, canis iletrados, bajitos apocados buscando el milagro del crecimiento vertical a base de dominadas y capullos como yo, que no sabían muy bien porqué estaban allí, así que una noche le dije a mi amigo "cucha, hasta aquí he llegao, ya peso 95kg de puro fracaso, y ya no tengo interés en seguir haciendo el ridículo, y encima pagando, así que lo dejo, voy a echarme novia, a casarme, a tener un hijo y a no follar jamás, nos vemos el martes en mi casa, trae birras". Y hasta ahora.