Becerro de oro
Freak
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Hace poco me tocó la lotería. Iba borracho, esperando a que a mis hamijos les diera por recogerse y largarnos de una puta vez.
Esa noche había comido (ligue con una milf tras dura labor de zapa dando lo mejor de mi. Logué quebrar sus defensas y enrollarme con ella y obtener tlf y acuerdo de vernos en breve), así que solo quería irme a casa a dormir porque me dolían hasta las piernas de estar rulando por ahí.
En estas que aparecen dos pavas bastante percutibles, que que guapo soy, que hay que ver que ojos tengo, bla, bla, bla. Yo no les hago mucho caso, pero veía que hablaban entre ellas claramente de mi persona. Total, que se van mis hamijos por fin, me despido, y van ellas y me interceptan y empiezan a decirme que les he gustado mucho y que si querría follármelas a las dos
Logré reaccionar con sangre fria, les dije que si, y a la semana siguiente ahí estábamos al lio. Se repitió la cosa cuatro veces, hice buenas migas con ellas y tal (muchas horas hablando entre sesión y sesión), hasta que cortaron la relación unilateralmente tan abruptamente como la iniciaron.
Consecuencias de este affaire:
1) Sentirte usado como un objeto. Es curioso porque esto siempre me había parecido la típica paparrucha femenina sin fundamento: "solo me quieren para meterla en caliente", "lo que buscan es "eso" y luego salen corriendo" bla, bla bla.... y ahora empatizo con ellas en ese sentido y me parece una puta mierda que te invada esa sensación de ser usado sexualmente, que a priori es deseable por todo varón.
2) Frustración y apocamiento ligoteril. Frustración porque despues de tal golpe de suerte tan dificilmente repetible, me parece deprimente la idea de salir a las duras calles con el mono de faena y el pico y la pala. Apocamiento porque desde esa experiencia no tengo ganas de ná, ni de "sargear", ni de salir los fines de semana, ni de beber alcohol....hasta mi líbido sepsual ha bajado considerable. Es curioso que desde esta experiencia, me han entrado ganas de echarme novia formal y vivir con ella una vida apacible y hogareña, cosa de la que siempre había renegado.
Si no fuera por la fama de winner que he ganado entre la parroquía, si pudiera volver atrás en el tiempo borraba esta rayante experiencia.
En fin, a lo que vengo es si a alguien le ha pasado algo similiar (punto dos) y sabe algunos truquillos para salir del hoyo.
PD: mucho tiempo que no me pasaba por aquí y veo que muchos primeros espadas siguen al pie del cañón :121
Esa noche había comido (ligue con una milf tras dura labor de zapa dando lo mejor de mi. Logué quebrar sus defensas y enrollarme con ella y obtener tlf y acuerdo de vernos en breve), así que solo quería irme a casa a dormir porque me dolían hasta las piernas de estar rulando por ahí.
En estas que aparecen dos pavas bastante percutibles, que que guapo soy, que hay que ver que ojos tengo, bla, bla, bla. Yo no les hago mucho caso, pero veía que hablaban entre ellas claramente de mi persona. Total, que se van mis hamijos por fin, me despido, y van ellas y me interceptan y empiezan a decirme que les he gustado mucho y que si querría follármelas a las dos

Logré reaccionar con sangre fria, les dije que si, y a la semana siguiente ahí estábamos al lio. Se repitió la cosa cuatro veces, hice buenas migas con ellas y tal (muchas horas hablando entre sesión y sesión), hasta que cortaron la relación unilateralmente tan abruptamente como la iniciaron.
Consecuencias de este affaire:
1) Sentirte usado como un objeto. Es curioso porque esto siempre me había parecido la típica paparrucha femenina sin fundamento: "solo me quieren para meterla en caliente", "lo que buscan es "eso" y luego salen corriendo" bla, bla bla.... y ahora empatizo con ellas en ese sentido y me parece una puta mierda que te invada esa sensación de ser usado sexualmente, que a priori es deseable por todo varón.
2) Frustración y apocamiento ligoteril. Frustración porque despues de tal golpe de suerte tan dificilmente repetible, me parece deprimente la idea de salir a las duras calles con el mono de faena y el pico y la pala. Apocamiento porque desde esa experiencia no tengo ganas de ná, ni de "sargear", ni de salir los fines de semana, ni de beber alcohol....hasta mi líbido sepsual ha bajado considerable. Es curioso que desde esta experiencia, me han entrado ganas de echarme novia formal y vivir con ella una vida apacible y hogareña, cosa de la que siempre había renegado.
Si no fuera por la fama de winner que he ganado entre la parroquía, si pudiera volver atrás en el tiempo borraba esta rayante experiencia.
En fin, a lo que vengo es si a alguien le ha pasado algo similiar (punto dos) y sabe algunos truquillos para salir del hoyo.
PD: mucho tiempo que no me pasaba por aquí y veo que muchos primeros espadas siguen al pie del cañón :121