Jesus Quintana
Clásico
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- 6 Abr 2006
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Pues sí, no es ninguna fantasmada, es cierto, pero no lo digo por fardar, lo cierto es que tengo motivos de sobra para haberlas rechazado.
Voy a intentar resumirlo para que no sea un ladrillo:
La primera es una chica muy maja, pero bastante gorda, lo que a mí no me atrae nada, pero el caso es que hace un par de meses, con cuatro copazos en el cuerpo (y tras siete meses de sequía), me enrollé con ella y acabamos echando un polvo bastante bueno... tan bueno que después he repetido un par de veces con ella.
El caso es que vi que la chica estaba empezando a encariñarse conmigo, y como tampoco ella me gusta mucho (de hecho, físicamente no me gusta nada, pero la necesidad hace bajar el listón mucho) dejé de llamarla, y cuando me llamaba ella le ponía excusas para no quedar...
Al final la chica me mandó un email pidiéndome explicaciones, y yo le dije con todo el tacto que pude que no quería más que sexo (no con esas palabras, claro)... para mi sorpresa, ella me contestó que ella tampoco quería una relación seria, que amistad y tal, pero que si yo no quería tampoco pasaba nada... y que si algún día me apetecía sexo con ella, que la llamara...
La verdad es que cuando me he acostado con ella me lo he pasado bien, pero no me atrae nada, así que no la he vuelto a llamar y no creo que vuelva a hacerlo...
La segunda chica es también bastante poco atractiva físicamente (por lo menos para mi gusto), pero es que además está loca... la conocí hace unos 3 meses a través de una conocida, y la chica se lanzó a saco a por mí, pero es que es muy rara... tan pronto me decía que estaba locamente enamorada de mí, como que sólo quería ser mi amiga, como que sólo quería acostarse conmigo... un cúmulo de incoherencias (y de desechos), en suma...
Yo intenté quitármela de encima de forma educada y sin herir sus sentimientos, pero ella se hacía la loca (y le salía muy bien, porque yo creo que de verdad lo está) y no captaba indirectas, y ni corta ni perezosa se me abalanzó encima y me metió el morro... yo me dejé hacer, pero no llegamos a acostarnos...
Después de eso la tía me frió a llamadas y sms y yo no le contesté a ninguno, hasta que al final la llamé y le dije a las claras que pasaba de ella y que me dejara en paz... parece que al final se dio por vencida, hasta que anteayer me volvió a llamar (desde otro número, que si llego a saber que era ella no se lo cojo)...
Lo primero que me dijo fue "quiero pasar una noche de pasión contigo"
, le digo que no, entonces vuelve a las andadas, que si no me he olvidado de ti, no quiero perderte (¿perder qué?, me preguntaba yo), que si amigos y tal y tal (qué coñazo con lo de amigos, dios mío)... otra vez con sus incoherencias, la pobre es una desequilibrada...
Debo reconocer que sentí cierta tentación de aprovecharme de la situación, no es tan frecuente (ni mucho menos) que me ofrezcan una noche de sexo así como así, pero al final la mandé a paseo, no sólo porque no me guste físicamente sino porque paso de que me vuelva a "acosar" con llamaditas y mensajitos, es muy pesada la pobre.
Perdón por el ladrillazo, pero me apetecía contarlo.
¿Qué opináis, he hecho bien o debería aprovechar y tirármelas? Al fin y al cabo, un polvo es un polvo
Voy a intentar resumirlo para que no sea un ladrillo:
La primera es una chica muy maja, pero bastante gorda, lo que a mí no me atrae nada, pero el caso es que hace un par de meses, con cuatro copazos en el cuerpo (y tras siete meses de sequía), me enrollé con ella y acabamos echando un polvo bastante bueno... tan bueno que después he repetido un par de veces con ella.
El caso es que vi que la chica estaba empezando a encariñarse conmigo, y como tampoco ella me gusta mucho (de hecho, físicamente no me gusta nada, pero la necesidad hace bajar el listón mucho) dejé de llamarla, y cuando me llamaba ella le ponía excusas para no quedar...
Al final la chica me mandó un email pidiéndome explicaciones, y yo le dije con todo el tacto que pude que no quería más que sexo (no con esas palabras, claro)... para mi sorpresa, ella me contestó que ella tampoco quería una relación seria, que amistad y tal, pero que si yo no quería tampoco pasaba nada... y que si algún día me apetecía sexo con ella, que la llamara...

La verdad es que cuando me he acostado con ella me lo he pasado bien, pero no me atrae nada, así que no la he vuelto a llamar y no creo que vuelva a hacerlo...
La segunda chica es también bastante poco atractiva físicamente (por lo menos para mi gusto), pero es que además está loca... la conocí hace unos 3 meses a través de una conocida, y la chica se lanzó a saco a por mí, pero es que es muy rara... tan pronto me decía que estaba locamente enamorada de mí, como que sólo quería ser mi amiga, como que sólo quería acostarse conmigo... un cúmulo de incoherencias (y de desechos), en suma...
Yo intenté quitármela de encima de forma educada y sin herir sus sentimientos, pero ella se hacía la loca (y le salía muy bien, porque yo creo que de verdad lo está) y no captaba indirectas, y ni corta ni perezosa se me abalanzó encima y me metió el morro... yo me dejé hacer, pero no llegamos a acostarnos...
Después de eso la tía me frió a llamadas y sms y yo no le contesté a ninguno, hasta que al final la llamé y le dije a las claras que pasaba de ella y que me dejara en paz... parece que al final se dio por vencida, hasta que anteayer me volvió a llamar (desde otro número, que si llego a saber que era ella no se lo cojo)...
Lo primero que me dijo fue "quiero pasar una noche de pasión contigo"

Debo reconocer que sentí cierta tentación de aprovecharme de la situación, no es tan frecuente (ni mucho menos) que me ofrezcan una noche de sexo así como así, pero al final la mandé a paseo, no sólo porque no me guste físicamente sino porque paso de que me vuelva a "acosar" con llamaditas y mensajitos, es muy pesada la pobre.
Perdón por el ladrillazo, pero me apetecía contarlo.
¿Qué opináis, he hecho bien o debería aprovechar y tirármelas? Al fin y al cabo, un polvo es un polvo