La última palabra
Novato de mierda
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- 5 Ago 2014
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Ya lo dijo Juan Benet con un acierto de axioma. Los pobres no saben entenderse con el dinero, lo pierden, lo malgastan, lo envenenan y degradan con su torpeza. La falta de costumbre y de pericia les lleva a desperdiciarlo en la primera oportunidad que la suerte lo pone en su mano. Es un hecho conocido y, tal vez justo, que la mayoría de los premiados acaban en una situación de miseria mayor que la tenían antes de ver el número de su décimo en las portadas de los periódicos. El dinero, como un arcano melifluo y esquivo, y los pobres, como un hecho sólido e inveterado, no conocen ni esperan un punto de encuentro ni una perspectiva favorable para su entendimiento. El pobre gasta a bocanadas, con el hambre atrasada de siglos, con esa precipitación del que se siente indigno de una dádiva y quiera agotarla antes de que el destino remedie el equívoco. El que nunca tuvo dinero, ni lo entiende, ni lo invierte ni lo aprovecha. Adquiere costumbres concupiscentes y torpes, se anega en los bacanales más groseros y regresa, herido de oro y márfil, a los arrabales de la vida. No hay solución para estos casos, todo termina en vómito, resaca y tristeza.
Sería hermoso, mi estupidez y mi maldad así lo imagina, que un año el Gordo de la Lotería cayera en el Barrio de Salamanca, en la administración más lujosa y con la clientela más aristocrática y elitista. Gente estirada y sin necesidades urgentes que cubrir. Gentes sin estímulos, petrificadas en su distancia y distinción. Comprobarían que, una vez, la fortuna está de su parte y brindarían al aire en la soledad de su mármoles y sus blasones. Una anécdota menor, sin duda, un accidente navideño sin demasiada importancia con el que cubrir la espera en las monterías y las regatas. "¿Cuanto fue? ¿Que importa? Le dí dos décimos a Rodriguín y otro a la Jimena, que tenían no se que capricho. Bien gastado estará, estos jóvenes no se lo piensan demasiado cuando quieren algo. Quien pudiera..." Y así se pasa la tarde, con mohínes, chanzas de internados en Suiza y cantimploras con Don Perignon. Tardes nobiliarias, apáticas, tardes con décimos premiados y sin importancia mientras en el extrarradio las peluqueras sueñan con un novio que se abreve unos gintonics y se afeite a lo clásico. "Paco, anda, ponte unos cuernos y date unas carreras que no está entrando ni un conejo" Y Paco, que está a medio hacer en las alturas, aprieta los puños y lanza un aullido gutural que se afila entre las jaras de la dehesa "¡GGÑÑEEE!" Los dos hombres se miran y acuerdan un armisticio "Calla, calla, no le digas nada, que hoy Paquito está torcido y lo mismo tenemos un disgusto. Ven Paco, toma un duro, para que tomes luego un Cacaolat"
Lo que yo espero de todo este asunto es disfrutar de la pirueta mediática. Lo que quiero es ver la acrobacia justificativa y benefactora. Quiero ver a la reportera sonriendo junto a dos señoras acorazadas de visón y armiño, dos señoras con más oros que un gitano y pizpiretas como Leticia Sábater, aguantando el tipo y el discurso, diciendo, un año más, que el premio está muy repartido, que es un barrio de gente humilde y trabajadora a quienes el dinero les hacía mucha falta. Este es el acto dadaista que yo espero de azar, un telediario que abre conectado en directo con la calle Serrano de Madrid, junto a un sucursal bien lustrosa de LVoiton, o Loewe o DG, en lugar del Bar Jacinto o la Mercería Reme. Ahí quiero ver yo a los valientes, ahí quiero ver yo a los creativos, vendiendo la burra a la desesperada. O mejor, descolocados, iracundos rodeados de caballeros con enhiesto tupé y trajes de alpaca y cashmere. Reporteros con su prepotencia y sus previsiones aplastados porque la suerte ha decidido ponerse de parte, a cara descubierta, de los más favorecidos entre los privilegiados del planeta. Ni negros deshidratados en los invernaderos, ni chachas romanticonas ni albañiles en paro. Lo que se me hace ilusión es imaginarme como nos explicarían que hoy los tetradracmas de los bombos de la suerte buscan acomodo en los bolsillos de los notarios junto a los billetes de 500...El drama y horror de un destino que no equilibra el desastre natural del ser humano.
p.d. ¿Tiene algún sentido el hilo? Tal vez no , pero es un capricho que da paso a una necesidad. Porque para mí es necesario, por el cariño y la emoción que puse en esos textos, descubrir en que parte de nuestro sacrosanto Foro se oculta el hilo de las Creaciones Propias. Escribí mucho en él: relatos eróticos, de amor, de humor, dediqué algunos y finalicé con plena y dolorosa autenticidad una serie de relatos bukowskianos que me gusta pensar que son lo más digno que he aportado a este bendito lodazal. Se agradece un mapa, una brújula o un astrolabio. Preciso un guía, un miliario y leguario. Si alguien tiene las señas de donde se esconden, quedo muy agradecido si me las indician.
Saludos a todos y Feliz Navidad.
Sería hermoso, mi estupidez y mi maldad así lo imagina, que un año el Gordo de la Lotería cayera en el Barrio de Salamanca, en la administración más lujosa y con la clientela más aristocrática y elitista. Gente estirada y sin necesidades urgentes que cubrir. Gentes sin estímulos, petrificadas en su distancia y distinción. Comprobarían que, una vez, la fortuna está de su parte y brindarían al aire en la soledad de su mármoles y sus blasones. Una anécdota menor, sin duda, un accidente navideño sin demasiada importancia con el que cubrir la espera en las monterías y las regatas. "¿Cuanto fue? ¿Que importa? Le dí dos décimos a Rodriguín y otro a la Jimena, que tenían no se que capricho. Bien gastado estará, estos jóvenes no se lo piensan demasiado cuando quieren algo. Quien pudiera..." Y así se pasa la tarde, con mohínes, chanzas de internados en Suiza y cantimploras con Don Perignon. Tardes nobiliarias, apáticas, tardes con décimos premiados y sin importancia mientras en el extrarradio las peluqueras sueñan con un novio que se abreve unos gintonics y se afeite a lo clásico. "Paco, anda, ponte unos cuernos y date unas carreras que no está entrando ni un conejo" Y Paco, que está a medio hacer en las alturas, aprieta los puños y lanza un aullido gutural que se afila entre las jaras de la dehesa "¡GGÑÑEEE!" Los dos hombres se miran y acuerdan un armisticio "Calla, calla, no le digas nada, que hoy Paquito está torcido y lo mismo tenemos un disgusto. Ven Paco, toma un duro, para que tomes luego un Cacaolat"
Lo que yo espero de todo este asunto es disfrutar de la pirueta mediática. Lo que quiero es ver la acrobacia justificativa y benefactora. Quiero ver a la reportera sonriendo junto a dos señoras acorazadas de visón y armiño, dos señoras con más oros que un gitano y pizpiretas como Leticia Sábater, aguantando el tipo y el discurso, diciendo, un año más, que el premio está muy repartido, que es un barrio de gente humilde y trabajadora a quienes el dinero les hacía mucha falta. Este es el acto dadaista que yo espero de azar, un telediario que abre conectado en directo con la calle Serrano de Madrid, junto a un sucursal bien lustrosa de LVoiton, o Loewe o DG, en lugar del Bar Jacinto o la Mercería Reme. Ahí quiero ver yo a los valientes, ahí quiero ver yo a los creativos, vendiendo la burra a la desesperada. O mejor, descolocados, iracundos rodeados de caballeros con enhiesto tupé y trajes de alpaca y cashmere. Reporteros con su prepotencia y sus previsiones aplastados porque la suerte ha decidido ponerse de parte, a cara descubierta, de los más favorecidos entre los privilegiados del planeta. Ni negros deshidratados en los invernaderos, ni chachas romanticonas ni albañiles en paro. Lo que se me hace ilusión es imaginarme como nos explicarían que hoy los tetradracmas de los bombos de la suerte buscan acomodo en los bolsillos de los notarios junto a los billetes de 500...El drama y horror de un destino que no equilibra el desastre natural del ser humano.
p.d. ¿Tiene algún sentido el hilo? Tal vez no , pero es un capricho que da paso a una necesidad. Porque para mí es necesario, por el cariño y la emoción que puse en esos textos, descubrir en que parte de nuestro sacrosanto Foro se oculta el hilo de las Creaciones Propias. Escribí mucho en él: relatos eróticos, de amor, de humor, dediqué algunos y finalicé con plena y dolorosa autenticidad una serie de relatos bukowskianos que me gusta pensar que son lo más digno que he aportado a este bendito lodazal. Se agradece un mapa, una brújula o un astrolabio. Preciso un guía, un miliario y leguario. Si alguien tiene las señas de donde se esconden, quedo muy agradecido si me las indician.
Saludos a todos y Feliz Navidad.
Muerto por dentro+
Freak total
