Un Cuento

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Un Cuento


SU AMOR NO ERA SENCILLO
Los detuvieron por atentado al pudor a la moral y las buenas costumbres. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. El padecía de claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que hacían el amor en los umbrales.

Mario Benedetti
 
bueno se me olvidó decir antes de que este post se perdiera en las profundidades, que podéis poner cuentecillos, aunque sean vuestros, y que sean cortitos para mayor comodidad de los foreros, que somos mu perros y no veas para leer tantos posts
 
Esto lo escribi en un foro de letras ... era sobre un mensaje en la botella.. que escribirias si estuvieras en una isla desierta y enviases un mensaje en una botella...

"Sí, tú que tienes cara de incrédulo con la botella en una mano y el papel que escribí hace tiempo en la otra. ¿Acaso pensabas que un mensaje en la botella es solo algo para romanticos o desesperados?. Pues no. Existe y da la casualidad que justo pasabas tú cerca del mar y la recogiste. Estoy en una isla, solo, rodeado de cocoteros y palmeras, aguas cristalinas y el alimento del que el mar me provee. No me busques, no lo intentes. Este es mi paraiso. No quiero volver. No quiero partir. Ayudame a vivir mi sueño"

Saludines.

PD: Bien por este hilo... a fomentar la literatura tb :wink:
 
Celebración de la fantasía

Fue a la entrada del pueblo de Ollantaytambo, cerca del Cuzco. Yo me había despedido de un grupo de turistas y estaba solo, mirando de lejos las ruinas de piedra, cuando un niño del lugar, enclenque, haraposo, se acercó a pedirme que le regalara una lapicera. No podía darle la lapicera que tenía, por que la estaba usando en no sé que aburridas anotaciones, pero le ofrecí dibujarle un cerdito en la mano.

Súbitamente, se corrió la voz. De buenas a primeras me encontré rodeado de un enjambre de niños que exigían, a grito pelado, que yo les dibujara bichos en sus manitas cuarteadas de mugre y frío, pieles de cuero quemado: había quien quería un cóndor y quién una serpiente, otros preferían loritos o lechuzas y no faltaba los que pedían un fantasma o un dragón.

Y entonces, en medio de aquel alboroto, un desamparadito que no alzaba mas de un metro del suelo, me mostró un reloj dibujado con tinta negra en su muñeca:

-Me lo mandó un tío mío, que vive en Lima -dijo

-Y anda bien -le pregunté

-Atrasa un poco -reconoció.

Eduardo Galeano
 
Un servidor también le da a esto de la pluma (excelente el de Galeano, adict). De todas formas, y como soy buena persona, os ahorro el dolor. Por cierto, para los aprendices de escribientes que por aquí pululamos, una dirección interesante:

https://www.notodo.com/microsite.php3?site=LIT&seccion=6

El premio son 3000 €, creo que merece la pena intentarlo.
 
Buen post me encanta leer , esto es algo para un amigo q perdí hace unos años y q era para mi como un hermano

A mi amigo


Tirada en el césped húmedo, , si observas las estrellas te das cuenta de lo que eres.
Unas brillan más, otras se apagan poco a poco, pero en conjunto un paisaje precioso. Están ahí todas las noches y nunca te fijas en ellas; sólo en momentos tristes o puntuales te paras a mirar la grandeza de ese cielo que te cobija sin pedir nada a cambio, como un buen amigo que sin previo aviso, viene a ayudarte y te protege.

Pocos son los que reconocen la grandeza del mundo y el cinismo de la gente, pero hay personas que, al igual que ciertas estrellas, deslumbran por si solas, sin querer llamar la atención.

Todos nos sentimos el ombligo del mundo, yo incluida; todos aspiramos a más sin conformarnos con la felicidad que excluye vanalidades y tonterías.
Muy pocos ven esto y la gran mayoría es arrastrada por la corriente humana que busca la grandeza en lo material. La gente busca la fortaleza en la ignorancia de la apariencia; todos tenemos ídolos que imitamos sin complejos, pero luego nos avergonzamos de enseñar lo que llevamos dentro.
Qué dirán, cómo reaccionarán… todas estas cosas nos impulsa a hacer estupideces, como dejar en el anonimato esto que escribo.
Buscamos aparentar algo como colectivo, como persona, y siempre nos echamos atrás a la hora de reconocer nuestros fallos.

Nos dejamos llevar por cosas livianas que nos impiden ver lo realmente hermoso de aquello que nos rodea. Por ejemplo, una mirada.

Hasta que conocí esta persona no me había detenido a pensar que una mirada puede inspirar tranquilidad, deslumbrar por su esencia e incluso aislarnos del mundo en que vivimos. Puede ser un soporte en el que apoyarte para no caer en un pozo sin fondo. Te puede trasladar, como si de una máquina del tiempo se tratase, a una infancia en la que jugabas y reías, mirando con asombro la primera puesta de sol o una noche estrellada. Una mirada que te penetra y que, a la vez, te deja ver a la gran persona que cobija.
Este amigo esta ahí, pero no sabe que esto es por él, porque todavía se tapa los ojos y escabulle su parte de culpa, y a veces no ve más allá de esa falsa fachada que todos tenemos por caparazón.
 
Nunca le perdoné a mi hermano gemelo que me abandonara durante siete minutos en la barriga de mamá, y me dejara allí, solo, aterrorizado en la oscuridad, flotando como un astronauta en aquel líquido viscoso, y oyendo al otro lado cómo a él se lo comían a besos. Fueron los siete minutos más largos de mi vida, y los que a la postre determinarían que mi hermano fuera el primogénito y el favorito de mamá.
Desde entonces salía antes que Pablo de todos los sitios: de la habitación, de casa, del colegio, de misa, del cine ... aunque ello me costara el final de la película. Un día me distraje y mi hermano salió antes que yo a la calle, y mientras me miraba con aquella sonrisa adorable, un coche se lo llevó por delante. Recuerdo que mi madre, al oír el golpe, salió de la casa y pasó ante mí corriendo gritando mi nombre, con los brazos extendidos hacia el cadáver de mi hermano.
Yo nunca la saqué del error.

Rafael Novoa (Premio Faroni de relato hiperbreve 2002).
 
Ño como mola John Future, voy a poner uno parecido q ya puse hace un tiempo
Es de uno q gano un premio tambien de relatos cortos

LA BOLSITA DE TÉ
Todas las tardes, Paula, a las cinco en punto (imagino que ésa fue una de
las muchas manías que se trajo de Londres), iba a la cafetería que estaba
junto al portal de su casa y pedía una taza de agua hirviendo. Al
principio, el camarero la miraba con desconfianza. Pero, cuando ella le
aclaró que le pagaría el doble de lo que costase el té más caro, dejó de
preguntar nada. Una vez que tenía sobre la mesa la taza humeante, sacaba
del monedero una bolsita, a simple vista igual a la de cualquiera de las
muchas variedades que se servían allí, y la introducía en el agua
parsimoniosamente.
Y, sí, es cierto que Arthur Bush siempre pidió que lo incinerasen. Lo que
ya no estaba tan claro, al menos nadie creía habérselo oído decir, era que
deseara que su viuda usase sus cenizas para hacerse, todas las tardes, por
muy a las cinco en punto que fuesen, una infusión con ellas.
José María Cumbreño
 
Y por ultimo q ya me piro a momir os pongo una que no tengo ni idea
de quien sera pero q me gusta poq es cierto lo q dice

A veces cuando tenemos ya seguro a alguien damos por echo q no es necesario decirle de vez en cuando lo q sentimos y no es verda todos
necesitamos q nos lo recuerden

Dime a menudo que me amas,
a través de tu charla, tus acciones y tus gestos.
No supongas que yo lo sé.
Quizá muestre signos de turbación
e incluso niegue que lo necesito,
pero no lo creas, hazlo de cualquier manera.

Felicítame a menudo
por los trabajos bien desempeñados,
y cuando falle, no me desacredites,
en vez de ello dame seguridad.

No tomes muchas de las cosas que hago por ti
como algo que se da por sentado.
El refuerzo positivo y el agradecimiento
darán como resultado, la seguridad de
que yo las repita.
 
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