Buen post me encanta leer , esto es algo para un amigo q perdí hace unos años y q era para mi como un hermano
A mi amigo
Tirada en el césped húmedo, , si observas las estrellas te das cuenta de lo que eres.
Unas brillan más, otras se apagan poco a poco, pero en conjunto un paisaje precioso. Están ahí todas las noches y nunca te fijas en ellas; sólo en momentos tristes o puntuales te paras a mirar la grandeza de ese cielo que te cobija sin pedir nada a cambio, como un buen amigo que sin previo aviso, viene a ayudarte y te protege.
Pocos son los que reconocen la grandeza del mundo y el cinismo de la gente, pero hay personas que, al igual que ciertas estrellas, deslumbran por si solas, sin querer llamar la atención.
Todos nos sentimos el ombligo del mundo, yo incluida; todos aspiramos a más sin conformarnos con la felicidad que excluye vanalidades y tonterías.
Muy pocos ven esto y la gran mayoría es arrastrada por la corriente humana que busca la grandeza en lo material. La gente busca la fortaleza en la ignorancia de la apariencia; todos tenemos ídolos que imitamos sin complejos, pero luego nos avergonzamos de enseñar lo que llevamos dentro.
Qué dirán, cómo reaccionarán… todas estas cosas nos impulsa a hacer estupideces, como dejar en el anonimato esto que escribo.
Buscamos aparentar algo como colectivo, como persona, y siempre nos echamos atrás a la hora de reconocer nuestros fallos.
Nos dejamos llevar por cosas livianas que nos impiden ver lo realmente hermoso de aquello que nos rodea. Por ejemplo, una mirada.
Hasta que conocí esta persona no me había detenido a pensar que una mirada puede inspirar tranquilidad, deslumbrar por su esencia e incluso aislarnos del mundo en que vivimos. Puede ser un soporte en el que apoyarte para no caer en un pozo sin fondo. Te puede trasladar, como si de una máquina del tiempo se tratase, a una infancia en la que jugabas y reías, mirando con asombro la primera puesta de sol o una noche estrellada. Una mirada que te penetra y que, a la vez, te deja ver a la gran persona que cobija.
Este amigo esta ahí, pero no sabe que esto es por él, porque todavía se tapa los ojos y escabulle su parte de culpa, y a veces no ve más allá de esa falsa fachada que todos tenemos por caparazón.