Esto es tan cierto como que nos tenemos que morir, te lo digo por experiencia.
Hacerse mala sangre, tener una rabia y un odio perenne toooodos los putos días de tu vida, solo hace que destruirte, amargarte, te agria el caracter, lo notas en tu salud, lo primero que me pasó a mí es apenas dormir, hasta soñar con aquello o aquellos que odias, y lo peor, es que lo pagas con quien no tiene nada que ver, con tu familia, tus amigos, sin darte cuenta reaccionas mal por tonterías sin sentido, hasta que te das cuenta de eso cuesta, pero cuando logras ver eso es cuando espiezas a verlo claro, cuando poco a poco cambias el chip, te pones tu coraza y esperas al momento justo para dar el mandoble y mandarlo todo a la mierda y empezar de cero, aunque pueda tardar, pero hay que tener cabeza.
En este sentido, me siento identificado con
@Cimmerio, yo también tuve un trabajo de mierda que me dejaba moralmente para el arrastre, donde te prometen de todo, haces de todo para esforzarte y a la hora de la verdad te ningunean, te dan largas, te desprecian, y encima por si faltaba poco con los dueños de la empresa, los compañeros eran todos unos lameculos y malas personas como no he visto a nadie. Ya no era frustración como tienen muchos con estudios superiores que estan en trabajos de baja cualificación, ahora estoy en una etapa de mi vida que quiero explotar gracias a mis estudios, creo que ha llegado la oportunidad, es la rabia que te da de saber lo que puedes llegar a hacer y lo que te han agradecido en otros trabajos y veas que en el que estás haces lo mismo y se ríen en tu cara.
Llegué a pensar hasta en lo que creía que me sería imposible, en desearle la muerte a alguna gente, y es algo en lo que a veces he pensado y me da hasta miedo, miedo porque crees que eso no te va a pasar nunca por tu cabeza, y llega un día que se te pasa y tienes que masticarte tu propia bilis para no hacerlo, porque realmente no eres así, tienes que tener sangre fría y reflexionar para no convertirte en un monstruo, porque de guantazos se aprende en la vida y hay que saber lidiar con eso.
Cuando llega ese día la sensación de libertad es indescriptible, uno de los mejores momentos de tu vida, porque se da una cosa curiosa, y es que esa gente que te menosprecia no se ha parado nunca a pensar que tienes retos en tu vida, que creen que aguantas todo porque no te queda otra, y cuando das el paso se quedan con una cara de gilipollas que no olvidaras en la vida, sin hablar te están diciendo que nunca pensaron que tuvieras cojones a decir que no. Más si cabe es la satisfacción cuando la gente que sabe cómo estabas te apoya y te da la enhorabuena.
Hace tiempo vi una frase de autoayuda, o algo así por el estilo que se lleva tanto ahora, y que se me quedó grabada porque es la pura realidad,
"Cierra algunas puertas.
No por orgullo, ni soberbia, sino porque ya no llevan a ninguna parte."
No había puesto nada antes en este hilo por no saber ni por dónde empezar.