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Yo es que no puedo con el imbécil de Pedro Sánchez, que es un auténtico soplapollas. Especialmente negro me pone con su puta manía de decir "ciudadanos y ciudadanas" "afiliados y afiliadas" y cosas así; ayer le escuché hasta tres veces seguidas en la misma frase decirlo. Sin embargo el muy hijo de puta siempre dice "asesinos" o "ladrones". Nunca se le ocurre decir "asesinos y asesinas" o "ladrones y ladronas". A esta chusma que retuerce el lenguaje nunca se les ocurre desdoblar en hombres y mujeres cuando se habla de algo malo. Ahí no. Yo es que me cago en su puta nación. Espero que lleve al PSOE a la puta ruina, la verdad.
Y qué decir de la otra cateta, que se creía que lo iba a petar y la iban a querer en todos los lados sólo porque en su casa la quieren. Es como la que se presenta a un concurso de belleza siendo fea porque su abuela le dice a todas horas que es muy guapa. Daría lástima si no diera risa el que haya sacado menos votos que avales, lo que habla claramente de hasta qué punto se creía la mentira que le habían contado de que iba a ser alguien. ¿A alguien, por algún momento, se le había ocurrido que esta gordi friecroquetas que parece que la acaban de desuncir de un arado y la han pasado por la peluquería para quitarle el pelo de la dehesa la podían tomar en serio fuera de su propia casa?
De los tres el único que tenía una mínima altura política -ojo, mínima, ni siquiera es que sea un gigante, sólo que no es un enano como los otros, sino bajito- era López. Como es natural en este partido trasnochado lleno de pesebreros, chupaculos, mangantes y analfabetos, se ha quedado el último con diferencia.
Y qué decir de la otra cateta, que se creía que lo iba a petar y la iban a querer en todos los lados sólo porque en su casa la quieren. Es como la que se presenta a un concurso de belleza siendo fea porque su abuela le dice a todas horas que es muy guapa. Daría lástima si no diera risa el que haya sacado menos votos que avales, lo que habla claramente de hasta qué punto se creía la mentira que le habían contado de que iba a ser alguien. ¿A alguien, por algún momento, se le había ocurrido que esta gordi friecroquetas que parece que la acaban de desuncir de un arado y la han pasado por la peluquería para quitarle el pelo de la dehesa la podían tomar en serio fuera de su propia casa?
De los tres el único que tenía una mínima altura política -ojo, mínima, ni siquiera es que sea un gigante, sólo que no es un enano como los otros, sino bajito- era López. Como es natural en este partido trasnochado lleno de pesebreros, chupaculos, mangantes y analfabetos, se ha quedado el último con diferencia.