Women Punishment

Como bien ha apuntado ILG, fomentar las perversiones en una mujer puede ser como intentar abrir una espita. En ocasiones uno se encuentra conque el grifo no existe o está completamente atorado, a veces empleando algo de maña se obtiene con habilidad un chorro satisfactorio y en ocasiones se topa con una fuga que desborda toda capacidad de sorpresa.

Por mi parte experimento sana envidia hacia quienes son capaces de aunar perversiones y amor; me conformaría incluso con mero afecto. Me descubro ante quienes pueden entrar en ese tipo de juegos con su pareja y exhibir otras facetas adicionales en su relación con ella. El problema, y no pequeño, en mi caso está en cómo podría conducir a una mujer amada o como mínimo apreciada por esas sendas si no he sido siquiera capaz de esbozar un poco de respeto por aquéllas que me han permitido clavársela.

Lo lamento pero cuando pienso en que una mujer se la ha dejado meter por alguien como yo ya no me parece digna de confianza alguna. Ni les cuento si del empalamiento se ha logrado acceder a refinamientos de otro tipo.
 
Atrás
Arriba Pie