Una oportunidad como esa no se presenta todos los días, ¡joder! que es Ozito, O-zi-to. Yo le hubiera seguido a una distancia prudencial, libreta en mano, anotando todo lo que hace; dónde entra, cuánto tiempo está en los sitios, qué come, con quién habla o se reúne, por dónde se mueve, matricula...