Pensar que la responsable de la sanidad y de los centros hospitalarios de una región no tenía los mismos datos que el gobierno al igual que pensar que Irene Montero "no pintaba nada en el 8M" es más un salto de fe que una realidad. Lo que sí que es irrebatible es que el gobierno central actuó, aconsejando, por ejemplo, cancelar las convenciones en las que participaban personas venidas de los países de riesgo, y permitiendo otros actos que, acertada o desacertadamente, le parecieron menos peligrosas. Es decir, todos tomaron unas medidas más o menos similares. El que se justifique a unos y se reproche los actos de los otros (siendo, como ves, idénticos) resulta muy revelador del enfoque con que abordas el tema.
Y el que yo lleve un rato insistiendo con obviedades ante unos posts embadurnados de eslóganes y falacias mientras finjo que tengo alguna esperanza de que sirva para algo es muy revelador de la soledad que hay en mi vida.