Cumbre de las 'telecos' con De la Vega para oponerse al "impuesto revolucionario" de TVE
Estaba la plana mayor. No era día para segundos niveles. El presidente de Orange, Luis Alberto Salazar-Simpson; el de Ono, José María Castellanos; el de Vodafone, Francisco Román, y el director general de Telefónica, Guillermo Ansaldo, acudieron ayer por la tarde a la llamada de la vicepresidenta De la Vega. Y lo hicieron para plantarse. A nadie le gusta que le convoquen para transmitirle una decisión ya consumada: los operadores de telecomunicaciones abonarán una tasa del 0,9% de sus ingresos para financiar parte de la eliminación de la publicidad en TVE, que se aprobará el viernes en Consejo de Ministros.
La cita tuvo lugar a las 19 horas y fue un encuentro "a cara de perros". La reunión empezaba con el peor de los escenarios posibles. Es decir, carecía de ningún caracter consultivo. La "tozudez" de la vicepresidenta, flanqueada por Ángeles Puerta, hizo imposible ningún debate: llegó con un discurso cerrado y se limitó a comunicar las medidas que tienen previsto aprobarse en el consejo de ministros de este mismo viernes. "Lo quieren sacar adelante porque sí y nos han elegido a nosotros como pagadores", explica uno de los asistentes al encuentro. "A nosotros nos toca pagar 1.500 millones en los próximos cinco años".
“Esto es lo más parecido a un impuesto revolucionario y así sólo van a conseguir cargarse al sector”, afirman con rabia desde una de las empresas afectadas. Un enfado monumental que agrava el hecho de que las compañías, sotto voce, aseguren que sólo queda el recurso al pataleo. “Lo que se expresó a De la Vega en el encuentro es un rechazo frontal a la medida y la intención de llegar hasta donde haya que llegar, si procede hasta los tribunales”, explican estas fuentes. Es más, ha sido especialmente molesto para las telecos “enterarse de la medida por los periódicos”, algo que también le sucedió a los propios directivos de TVE.
De manera inusual, la actuación de las cuatro operadoras ha sido en bloque, como quedó claro durante la reunión y en las conclusiones ofrecidas en la posterior nota de prensa. Todos mostraron sus discrepancias. Por parte de Telefónica y Vodafone, Ansaldo y Román hicieron hincapié en el distracción de recursos que supondrá la cuantía del canon para sus compromisos de inversión, mientras que Castellanos recordó a la vicepresidenta las dificultades por las que atraviesa Ono, en pleno proceso de restructuración para poder seguir siendo viable. Mientras, el presidente de Orange, Salazar Simpson, comparó la letra pequeña del modelo francés en el que se ha inspirado el Gobierno para sufragar la eliminación de la publicidad en RTVE.
Y es que las cuentas no les salen. Esos más de 300 millones anuales que supondrá el nuevo canon vienen a sumarse a otros impuestos específicos que, según las cuentas de las telecos, ya les suponen 568 millones al año en conjunto a Orange, Ono, Vodafone y Telefónica, agrupados en Redtel. Eso sin contar la financiación del servicio universal de telecomunicaciones, que ha oscilado en los últimos años entre los 70 y los 120 millones de euros. “Se penaliza a un sector estratégico, que invierte 5.000 millones al año, quizás porque no somos conflictivos”, se lamenta desde una de las compañías. En un comunicado posterior al encuentro con De la Vega, consideran la medida "dañina e injusta" y adelantan que "considerarán opciones de defensa jurídica tanto en el plano interno como en el comuntario".
En esta línea, el presidente de Aetic, Jesús Banegas, cuya asociación agrupa a empresas de electrónica y tecnologías de la información, se quejaba recientemente a El Confidencial de la multitud de tasas que afronta el sector en España. Entre ellas, destacó la que los operadores móviles destinan a los ayuntamientos por la ocupación del dominio público, además de la aportación especial que se abona a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) por el uso del espectro radioeléctrico u otros gravámenes por razones medioambientales.
Enfado por el ninguneo
Además, añadió que, si bien en las empresas de telecomunicaciones el tipo medio efectivo de Sociedades supera el 33%, en sectores como el energético o el financiero la tasa está de media entre un 24 y un 27%, en el primer caso, y entre un 20 y un 22%, en el segundo. “No es comparable con ningún país europeo”, dijo. El planteamiento del Ejecutivo para financiar la televisión pública sólo tiene la referencia de Francia, cuyo modelo el Gobierno Zapatero va a calcar. Banegas se quejó del “ninguneo” sufrido por parte del Gobierno e indicó que “lo mínimo es que hubiéramos sido consultados y atendidos”.
“¿Por qué nosotros cuando los servicios audiovisuales apenas constituyen una parte mínima de nuestro negocio?”, se preguntaban ayer en una de las empresas, al tiempo que recordaban que la televisión IP se presta bajo régimen de acceso condicional. “Lo lógico sería que pague el que gane con la medida, que son los operadores privados de televisión. Pero los de telecomunicaciones no se van a ver beneficiados y no tienen nada que ver con el mercado publicitario televisivo. No se entiende porque hay que financiar el cambio de modelo”, añaden. "Si alguien tiene que pagarlo que sea el que se beneficie".
La nueva financiación de TVE se basará, según ha explicado esta semana De la Vega a los directivos de la televisión pública y a Uteca, en la puesta en marcha de una tasa del 3% de los ingresos brutos de explotación de las cadenas privadas, así como del citado canon de un 0,9% para los operadores de telecomunicaciones. Además de los más de 300 millones por este segundo concepto, las privadas tendrán que abonar 120 millones. También se incluirá una nueva tasa sobre el dominio radioeléctrico, que podría alcanzar los 240 millones de euros. Más que suficiente para compensar los 550 millones que TVE obtuvo por publicidad el pasado año.